Filtros de aire sin cambiar, problemas con los compresores, neumáticos desgastados, parachoques fisurados, pérdidas de agua o frenos sin revisar. Una evaluación de riesgos realizada por técnicos municipales ha dejado en evidencia los problemas que tienen los camiones de bomberos de Las Palmas de Gran Canaria. El informe, al que ha tenido acceso Atlántico Hoy, se desarrolló por un requerimiento de la Inspección de Trabajo el pasado mes de diciembre.
Víctor Monzón, delegado de Prevención por Comisiones Obreras y miembro del Comité de Seguridad y Salud del Ayuntamiento, asegura a este medio que “hay muchísimas deficiencias en los camiones, principalmente por falta de mantenimiento y porque son vehículos superviejos”. “Los vehículos que más se usan a diario tienen, mínimo, 20 años, salvo algunos que se adquirieron hace dos o tres años”, indica. Insiste en que llevan denunciando esta situación desde 2015.
“No está activado el sistema para el hinchado de las ruedas”. “El tapizado está roto”. “La espaldera presenta desgaste”. “Dispone de freno motor, pero emite un pitido raro”. “Faltan soportes y fijaciones”. “La suspensión no funciona bien”. A lo largo de las 100 páginas del archivo se expone, en una ficha personalizada para cada vehículo, las cuestiones a reparar.
Subsanar los riesgos
Otro documento firmado por la Inspección de Trabajo el 18 de octubre de 2022 desprendió “la existencia de deficiencias en materia de prevención de riesgos laborales pendientes de subsanar”. Monzón explica que en ese texto se requiere al Consistorio que realice una evaluación de riesgos de nuevo porque la otra estaba obsoleta y que hiciera una específica de los vehículos.
El delegado de Prevención por CCOO resalta que la evaluación de riesgos es la herramienta fundamental para identificar los riesgos a los que el trabajador está expuesto. “Ahora esos riesgos tienen que ser subsanados sobre la marcha. Bien subsanando el peligro que se observa, o bien poniendo unas soluciones a corto, medio o largo plazo dependiendo de la gravedad de la situación”, apostilla.
¿Qué dice el Ayuntamiento?
El Ayuntamiento capitalino niega que los camiones salgan a la calle si tienen algún problema. “Nunca, nunca, nunca sale ningún vehículo a prestar servicio si no tiene la ITV, ni tampoco teniendo averías”, garantiza una portavoz de la corporación municipal. “Todos pasan cada seis meses la inspección técnica de vehículos, garantizando que están en condiciones óptimas para salir”, agrega.
Sobre la evaluación de riesgos laborales hecho por los técnicos, manifiesta que es un documento interno elaborado desde Prevención de Riesgos Laborales del Ayuntamiento para garantizar el mantenimiento de los vehículos. “De manera que podamos hacer un seguimiento continuo de los mismos”, declara.
“En definitiva, es un documento interno, hecho por el propio ayuntamiento, para garantizar que todos los vehículos que salen a prestar un servicio están en buen estado. Se hace un seguimiento continuo”, sentencia.
Apaños para los problemas
El Consistorio también cuenta que “los vehículos siempre se reparan, no obstante, el pliego de mantenimiento integral y plurianual de vehículos está en tramitación”. Pero Monzón discrepa de esas afirmaciones: “Yo he visto cómo se apañan vehículos poniéndoles, sin ir más lejos, un cierre a un pisante que no está homologado. Si ellos interpretan que el vehículo está arreglado haciendo ese apaño, así también puedo decir yo que están arreglados”.
Relata que él mismo ha tenido incidentes en la carretera y que “no es cierto lo que dice el Ayuntamiento sobre que un vehículo no presta servicios si hay una avería”. Exclama que en los últimos años se ha encontrado con pisantes y puertas que se abren con los vehículos en marcha; que no hay sistema de seguridad en el techo de los camiones; falta de mantenimiento de los líquidos de freno… “Hace años me quedé sin frenos en un camión”, recuerda.
"Queremos trabajar con seguridad"
El miembro del Comité de Seguridad y Salud municipal protesta porque este viernes, en el parque de bomberos en el que se encontraba trabajando, tenían un camión operativo al que no le funcionaba la bomba de alta presión. “Es fundamental que funcione para un incendio en una vivienda”, dice. “Tenemos que trabajar con baja presión, porque la alta presión no funciona en ese vehículo”, sujeta.
“No nos quejamos por vicio. ¿Quién se va a quejar por vicio? ¿Nosotros qué beneficios tenemos por decir que los camiones están hechos polvo? Lo que queremos es trabajar con seguridad”, concluye.