El Club Molina Sport Asociación Club de Élite de Gran Canaria es un equipo de hockey ubicado en la capital con 26 años de trayectoria. Desde 2021, la cancha exterior del campo donde entrenan los jugadores –el García San Román– tiene un problema. El Ayuntamiento de la ciudad colocó una carpa que provoca efecto invernadero y la pista termina toda mojada a cierta hora. La instalación se llevó a cabo para paliar otros inconvenientes con un presupuesto de 480.000 euros, pero ha generado uno más grande.
Alejandro Molina, presidente del equipo, cuenta a este periódico que “el problema es que a partir de una hora no se puede entrenar porque cuando se va el sol toda la condensación cae a la pista y es impracticable”. Se trata de una situación peligrosa para los deportistas porque pueden acabar resbalando.
15 años de quejas
La hora en la que el panorama se complica depende de la estación. “Calculamos que en invierno nos lo encontramos a partir de las seis de la tarde”, destaca. “Hemos tenido que suspender, pero ya no nos queda otra que entrenar aunque resbale. Tenemos que apañarnos”, sentencia con resignación.
El gran contratiempo que viven en el campo de hockey García San Román –el Club también cuenta con patinaje artístico– viene de atrás. Antes de tener la carpa en forma de arco que ha ocasionado lo que ahora denuncian, tenían otros desperfectos de los que llevaban quejándose 15 años. Eso sí, todos relacionados con la lluvia porque el suelo se empapaba cuando había precipitaciones.
"El mayor problema"
Molina agradece a Aridany Romero, exconcejal de Deportes de Las Palmas de Gran Canaria, que en su momento atendiera sus peticiones y licitara el proyecto. Reconoce que cuando se presentó lo que tenían pensado ejecutar no le pareció adecuado. “Siempre nos quejamos de que no era lo que queríamos porque no cubría nuestras necesidades”, exclama. “A mí me hubiera gustado que nos pasaran algunas opciones y nosotros elegir la que considerábamos mejor”, comenta.
Admite que nunca se imaginaron que la carpa generaría efecto invernadero, lo que define como “el mayor problema” en estos momentos. “No cubre toda la superficie y cuando los jugadores se equipan dentro del pabellón cubierto para salir a la pista exterior deben pasar por toda la zona de piso mojado”, sentencia.
"No es funcional"
El presidente del Club asegura que siempre le dejó muy claro al arquitecto que con la grada que pretendían colocar en la carpa el público tendría que quitarse porque, en caso de lluvia, se mojaría al tener forma de arco. Pero eso no es todo, porque él advirtió de que los banquillos estarían en una zona por la que pasa el agua para acabar en el desagüe y los jugadores no pueden entrar al campo con las ruedas mojadas.
El arquitecto siempre le decía que estuviera tranquilo. “Él lo que quiso hacer es un proyecto diferente. Es muy bonita, pero no es funcional”, subraya Molina. “Nosotros presentamos un proyecto de última hora para cubrir esas necesidades y conseguir cuestiones como dos vestuarios o un almacén. Fue tarde nuestra reacción, nos dijeron que el proyecto ya estaba licitado y no había marcha atrás”, añade.
"Se ha hecho todo mal"
Para acabar con el efecto invernadero que humedece toda la pista, dice, se aprobó como obra menor un proyecto para hacer un sistema de extracción y así expulsar el calor hacia el exterior. “Pero ahora la pregunta es cuándo se va a ejecutar”, reflexiona el presidente del Molina Sport. “Se peleó durante 15 años y ahora tenemos que seguir peleando, considerando que se ha hecho todo mal”, sentencia.
Atlántico Hoy se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria para conocer su versión, pero en el momento de publicar esta noticia aún no ha recibido ninguna respuesta por parte de la Corporación municipal.
Otra cancha
Las instalaciones deportivas cuentan con otra cancha interior que se usa para jugar los partidos. Molina pone sobre la mesa que una de las cosas en las que insistió mucho fue que se ejecutara una iniciativa para que ambas pistas “fueran muy válidas al 100% de cara a hacer un evento como el que desarrollamos cuando fuimos campeones de Europa aquí”.
“Nosotros queremos cubrir una superficie de 10X10 con un techo . Así en el interior ya ponemos todo lo que queramos. Pero se ha puesto para cubrir 7X7. Lo que ocurre es que toda el agua que caiga va a mojar el resto de la superficie. Y a parte ya no es aprovechable. Está desaprovechada la superficie y el espacio”, desarrolla el presidente del Club.
Necesitan interés
Considera que con lo que ellos presentaron “se podría haber dado mayor rendimiento al espacio”. Además, no entra en sus planes tirar la carpa a la basura, sino propone que se pueda trasladar a otro lado. “Ojalá”, resalta.
“Nuestro club no puede hacerse cargo del coste y la ejecución. Nosotros hablaríamos con el Cabildo para que nos respalde en el coste del proyecto. Y luego el Ayuntamiento tendría que volver a invertir. Tendré que sentarme con la nueva concejala de Deportes y preguntarle si habría alguna posibilidad. Si se pone interés se podría llevar a cabo todo en un par de meses”, reflexiona Molina.