La MetroGuagua, según los cálculos iniciales del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, iba a tener un coste de 114 millones de euros y debía estar operativa en 2021. La realidad, sin embargo, dibuja un escenario totalmente distinto. El precio de la obra, de momento, se va a disparar hasta los 170 millones —56 millones más de los previstos— y el nuevo sistema de transporte colectivo rápido no estará operativo —como mínimo— hasta 2028.
Los nuevos peritajes que encarecen el proyecto tienen tres localizaciones concretas: el tramo 3, en la Avenida Marítima —ramal que va desde el cementerio de Vegueta (con una parte subterránea entre la gasolinera y el litoral) hasta la desembocadura del Guiniguada (sobre un espacio ganada al mar)—, que pasa de los 41 a los 50 millones sin salir aún a licitación; el tramo 7, en el Parque Santa Catalina, que se excede desde los 16,5 a los 21,4 millones; y las cocheras y talleres de la MetroGuagua en Jinámar —que rondarán los 10 millones de euros (aunque Europa aportará la mitad)—.
Sin Hoya de la Plata
Roque Mauricio (PSOE), nuevo concejal de Urbanismo del consistorio capitalino, justificó este martes el incremento del coste de la MetroGuagua por dos factores: "La falta de suministros", explicó, "que se dio durante la pandemia provocada por el Covid19 y el alza de los precios de los materiales" tras el inicio de la invasión rusa a Ucrania. El edil se explicó en una comisión de pleno de su área a preguntas del Partido Popular (PP) que, en boca de Gustavo Sánchez, criticó el "tremendo" sobrecoste de la obra y sus retrasos.
Los nuevos cálculos no incluyen el precio final de la estación de Hoya de la Plata, una obra paralizada después de que el ayuntamiento rescindiera el contrato de la empresa que ganó la licitación. La admnistración local tiene pendiente un nuevo concurso para adjudicar la obra de esa terminal.