Agosto de 2019. Augusto Hidalgo aún era alcalde de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria y los vecinos del risco de San Nicolás asistían a la inauguración de un nuevo parque urbano en la parte baja del barrio, un espacio deportivo y de ocio de 3.000 metros cuadrados que se levantó entre las calles Álamo y Bernardino Correa Viera.
La necesidad de los parques es innegable, una zona donde niños, niñas y jóvenes del barrio puedan juntarse para hacer deporte, jugar o, simplemente, hacer vida social al aire libre. Y eso es lo que se pretendía cuando el Consistorio —a través del área de Urbanismo— construyó una cancha deportiva de fútbol y baloncesto, un área de juegos infantiles y un skatepark. Todo esto tras la realización de una obra inicial para la creación de muros de contención, escaleras, puntura y zonas ajardinadas.
No es un parque todo lo que reluce
“Cuando el parque se inauguró comenzaron a verse los defectos, las grietas y los hundimientos”, empieza a contar Israel Medina, presidente de la asociación vecinal y cultural Cofiris de San Nicolás. “Como aún las obras estaban en garantía, se le pidió al Ayuntamiento que reclamara a la empresa para que reparara los desperfectos”, continúa.
En abril de 2021, comenzó la reparación del parque urbano después de que se detectara, según explicó en su momento el concejal de Urbanismo, Javier Doreste, un asentamiento inadecuado en una esquina del recinto debido a una mala cimentación. Y, aunque algo han reparado, “no han hecho más que chapucillas”, crítica el vecino.
Siguen esperando
En esta zona se producen algunos tropiezos porque la red de canalizaciones fluviales, “una rejilla de hierro”, está a desnivel. “El barrio entero está abandonado”, se entristece Medina, “los adoquines de la ermita, las escaleras, las calles… el barrio está totalmente abandonado”, repite.
En enero pidieron cita con varios concejales —Urbanismo, Vías y obras, Parques y jardines, el concejal de Distrito…— y el primero que se acercó fue el de Limpieza, Héctor Alemán, con el que los vecinos están muy agradecidos porque ha realizado “varias actuaciones de limpieza que el barrio necesitaba”, cuenta. Los vecinos del risco de San Nicolás quieren que el resto de concejales se igualen a Alemán, “alguien cercano”. Sin embargo, asegura que el concejal de Distrito, José Eduardo Ramírez, no ha visitado aún el barrio.
Barrios pendientes
Los riscos de San Juan, San José, San Nicolás y San Roque forman parte de la historia misma de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. Cuando las clases trabajadoras y aquellos que abandonaron el campo para instalarse en la urbe llegaron a la capital, se instalaron en estas zonas que, a diferencia de los barrios nobles de Vegueta y Triana, empezaron a crecer sin ningún tipo de planificación. Pero la ciudada avanza, las sociedades también, y lo que antes era suficiente para los vecinos, ahora se convierte en graves carencias y necesidades básicas. Surgió, entonces, el proceso participativo Barrios Pendientes, con el objetivo de, por ejemplo, asfaltar calles que llevan 40 años sin tratarse.
“Estuvimos cuatro años para elaborar el plan”, explica Medina, “pero, ¿cuándo veremos en marcha alguna obra?”, se pregunta también. Es otra de las cuestiones que el presidente de la asociación vecinal ha preguntado al Ayuntamiento, una pregunta que no ha obtenido respuesta. Por parte del Consistorio, la contestación que ha dado a Atlántico Hoy es que Vías y Obras "está actualmente trabajando en mejoras en el entorno de la ermita de San Nicolás, en la plaza y la plaza nueva con diferentes trabajos como el pintado de muros, reparación de alcorques, aceras, sustitución de bolardos...".