Muchos semáforos se apagaron este jueves en Las Palmas de Gran Canaria, donde a lo largo de la mañana hubo precipitaciones como en tantas partes del Archipiélago. Los conductores de la ciudad se toparon de frente con una situación que no es nueva en la capital cuando llueve.
La calle Presidente Alvear, Mesa y López, la plaza de Las Ranas o Vegueta fueron algunos puntos donde vehículos y peatones vieron que se ponía en riesgo la circulación habitual al no funcionar las señales luminosas de tráfico.
Este problema ya ocurrió hace tan solo unos meses con la tormenta Hermine, que afectó a los mismos lugares, así como a otros puntos como la calle León y Castillo o el Paseo de Chil.
"Instalaciones anticuadas"
Ángel Sabroso, portavoz del Partido Popular (PP) en el ayuntamiento capitalino, dice a Atlántico Hoy que la opinión de su partido como oposición solo puede ser negativa. “La ciudad tiene una red semafórica completamente anticuada, los contratos de esos servicios vencidos, una red de semáforos que no está centralizada en un único punto de la ciudad”, afirma.
El popular destaca que el municipio tiene las conexiones de los cables completamente anticuadas, lo que provoca que “cuando caen cuatro gotas, los semáforos en Las Palmas de Gran Canaria se apagan”.
"Situación incomprensible"
Lo cierto es que, en la ciudad, para poder regular un cruce semafórico es necesario que se traslade un técnico hasta el lugar y abra con una llave los cuadros para poder operar y solucionar las incidencias.
“Hace dos plenos se trató este tema. Después de las grandes lluvias de hace cuatro meses, todos entendimos que había distintos fallos en distintos servicios municipales, entre los que había semáforos que no funcionaban. Lo que era incomprensible es que dos meses después de esas lluvias, todavía hubiese semáforos en la ciudad que seguían apagados”, asevera Sabroso.
Contrato caducado
Otro tema que pone Sabroso sobre la mesa es que el contrato con la empresa Lumican, la que se dedica al mantenimiento de los semáforos, y que fue firmado en el año 2012 está caducado desde 2018. El consistorio sacó uno nuevo a licitación en noviembre de 2019 por valor de 3,65 millones de euros, pero en febrero de 2020, después de ampliar dos veces el plazo de presentación de ofertas, desistió del procedimiento.
La concejala de Economía y Hacienda, Presidencia y Cultura, explica que eso ocurrió porque durante el proceso de licitación se habían efectuado aclaraciones o puntualizaciones de los pliegos en atención a las consultas realizadas, aclaraciones y puntualizaciones que pudieran haber alterado el contenido esencial de dichos pliegos sin seguir el procedimiento oportuno.