“Váyase usted, señor Mauricio, que no sabe de Urbanismo, váyase a los tribunales o de abogado de oficio”. “Carolina, Carolina, vamos al Ayuntamiento a pedir la doble vía, que el atasco es un tormento”. Así cantaban con ironía, sátira y mucho hartazgo un grupo de vecinos de La Isleta que se concentró frente a las oficinas municipales de Las Palmas de Gran Canaria porque en el barrio no pueden más. Se han manifestado en numerosas ocasiones por el colapso que sufre la calle Doctor José Guerra Navarro después de que se cambiara el sentido de la circulación, pero no habían recibido respuesta. Este jueves, ante el desespero, decidieron dar un paso más allá para probar suerte.
Los cánticos iban dirigidos a la alcaldesa, Carolina Darias —quien los terminó recibiendo en su despacho y les propuso un proyecto piloto—; y al concejal de Urbanismo, Mauricio Roque. Necesitaban hablar con ellos porque la zona donde se están desarrollando los trabajos es muy delicada. Allí tienen un centro de mayores y un ambulatorio. “Está condicionando la seguridad, la salud y el derecho a la accesibilidad de la población, es un problema bien grande”, denuncia Araceli Martín, vecina del barrio, en declaraciones a Atlántico Hoy. “En horas punta esto es insufrible, espero que no ocurra nada grave en este momento”, agrega.
"Un calvario"
El ambiente mejoraba por momentos. Se acercaban curiosos, los taxis se acabaron rindiendo debido a que les resultaba imposible aparcar en la parada situada frente al Ayuntamiento y concejales del Consistorio quisieron estar presentes. La única representante del grupo de gobierno que acudió fue Gemma Martínez, edil de Parques y Jardines; y por parte de la oposición bajaron de la quinta planta tanto Gustavo Sánchez como Olga Palacios, del Partido Popular (PP); así como Carmen Rosa Expósito, del Grupo Municipal Vox. Hasta dos agentes de la Policía Nacional se bajaron del coche patrulla solo para interesarse por el motivo de aquella jarana.
Félix Alonso, presidente de Foro por La Isleta, afirma que, aunque muchos no pudieron acudir por la edad o por razones laborales, han alcanzado las 8.000 firmas para apoyar la causa. “Ahora se convierte en un calvario ir al centro de salud y se ha vuelto más difícil porque empezaron las obras de Belén María”, sentencia con pesadumbre. Tuvo que cortar sus declaraciones porque empezaba uno de los momentos más esperados: la lectura del manifiesto. Más tarde vendrían momentos de tensión en los que tuvo que intervenir, incluso, la vigilante de seguridad del Ayuntamiento para calmar las aguas y evitar que entraran al interior del edificio —nada sin importancia, todo quedó en la anécdota—.
"Una ratonera"
La encargada de dirigirse a los presentes fue Araceli, quien con determinación no dudó en advertir que las medidas municipales, contrariamente a lo anunciado en los discursos oficiales, están convirtiendo al barrio “en una ratonera”. “Ya es habitual el ulular de sirenas de vehículos de emergencia intentando abrirse paso entre las colas de coches que diariamente se colapsan en las calles de la carretera Juan Rejón y Albareda”, expresó.
“Esta realidad se agravará con el inminente inicio de las obras en la rotonda de Belén María. A ello se unirá el incremento poblacional que sufrirá el barrio una vez concluyan las numerosas promociones de grandes edificios que se han autorizado en La Isleta”, continuó ante la atenta mirada de sus compañeros que asentían casi con cada frase que decía.
"Estamos inquietos"
“Decimos también que este conflicto es solo la punta del iceberg de una realidad que agota a La Isleta. Y esas muchas problemáticas que atenazan al barrio no pueden seguir teniendo como respuesta el silencio, el desprecio, la soberbia, la altanería del grupo de gobierno municipal, por más que algunos de sus concejales jueguen a contradecirse, en un claro afán de confundir a los ciudadanos”, declaró también.
El tiempo pasaba, el mediodía apretaba y el hambre asomaba a la puerta de algunos. Cuando nadie lo esperaba, ocurrió: Carolina Darias dio permiso para que subieran dos personas a hablar con ella. Los elegidos fueron la propia Araceli y Vicente Llorca. Al terminar, ella atendió a los medios de comunicación para explicar que la primera edil “ha pedido hacer una simulación una vez estén ejecutadas las obras con todas las posibilidades en ese cruce”. “Va a poner también el foco en ese punto a ver qué es lo que ocurre. Según los datos que se recojan nos convocará y nos dirá cuáles son los resultados, tomará en cuenta todas las partes que estamos implicadas para ver por dónde se irá andando”, agregó.
“Nos da un poco de luz, está todo por ver. Estamos bastante inquietos porque vemos la dificultad de acceso de nuestra gente. Esa vía para nosotros es aire. Estaremos muy pendientes y no vamos a bajar un ápice en cuanto a la lucha. Decidiremos en asamblea los pasos que seguiremos”, concluyó.
La oposición
Jimena Delgado, portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento, aseguró que "Carolina Darias no puede seguir ignorando sistemáticamente a los vecinos de La Isleta. Son ya cinco meses manifestándose en la calle Doctor José Navarro y ahora frente a las Oficinas Municipales, para reclamar algo tan sencillo como que se le devuelva el doble sentido a esta vía". "Las obras del tramo VIII de la Metroguagua, que esta misma semana sabíamos que acumula un nuevo retraso han terminado de estrangular a un barrio que ya presentaba importantes problemas de tráfico por la naturaleza propia del istmo. No se puede hablar de participación ciudadana y al mismo tiempo ignorar una petición que es de pleno sentido común", añadió.
Por su parte, David Suárez, concejal de Coalición Canaria (CC), manifestó que "es una cuestión de sentido común que se atienda la petición de Foro por La Isleta y de los vecinos que hoy se están manifestando frente al Ayuntamiento. No podemos condenar a que este barrio se convierta, que de hecho ya lo es, en una ratonera para los conductores". "Se han ido suprimiendo salidas del barrio y esto es sencillamente la gota que colma el vaso", declaró.