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Las Palmas

La Isleta, colapsada: dirigirse a Belén María es “ir a morir”

El cierre de la calle Doctor José Guerra Navarro ha supuesto la discordia para el barrio capitalino, donde los coches forman cola ante la pérdida de accesos a la autovía y a infraestructuras básicas como el centro de salud

3 minutos

Calla La Naval, en La Isleta, con una fila de coches y guaguas debido al cierre de la calle Doctor José Guerra Navarro / ATLÁNTICO HOY

Mañana de un día lectivo. Todo son prisas para ir al colegio, al instituto o al trabajo. Si su destino incluye por el camino el paso por La Isleta, la paciencia y salir un poco antes de casa serán sus mejores aliados para sobrellevar la situación de las carreteras de este barrio que entre rotondas, cierres de calle, cambios de sentido y, cómo no, la MetroGuagua vive un colapso de tráfico. 

Las guaguas llenas y una ristra de coches forman una cola en la calle de La Naval para adentrarse en La Isleta. Las guaguas solo esperan llegar a su última parada, en la Plaza Manuel Becerra; los vehículos, por su parte, esperan poder salir hacia la GC-1. La pérdida del doble sentido en la calle Doctor José Guerra Navarro ha propiciado que “todos los coches tengan que venir a morir a Belén María”, cuenta Antonio, un vecino de la zona. 

Pérdida de circulación y movilidad

Un grupo de vecinos de la zona pasea buscando el café de la mañana y cruzan por La Naval. Comentan que esto siempre es así desde que empezaron a meterle mano a la calle Doctor José Guerra Navarro con motivo de las obras de la MetroGuagua y desde el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria pusieron un único sentido de circulación en la vía, que antes contaba con dos direcciones, de entrada a La Isleta por Juan Rejón y de salida del barrio hacia la GC-1, lo que suponía una alternativa para aquellas personas que quisieran evitar la rotonda de Belén María. Con el cambio, ahora todos los coches “tienen que venir a morir a Belén María” y “un lunes es horrible”, relata Antonio. 

Los amigos bajan desde La Naval hasta Juan Rejón donde justo la calle Doctor José Guerra Navarro tiene un stop para incorporarse. Señalan la vía, como si fuera la mayor discordia de la movilidad. “Ahí todos los jueves a las 12:00 horas se manifiestan para que lo solucionen”, explica Antonio, “pero la alcaldesa ha dicho que eso no se cambia, que está cómo entra en los planes”. Mientras hablan, varias motos se meten en dirección contraria- antes estaba permitido - y algunos coches también titubean en atravesar la calle para entrar en la GC-1 como antiguamente. 

Coches de La Naval, atravesando Manuel Becerra dirección Belén María para poder incorporarse a la autovía / ATLÁNTICO HOY

Problemas de acceso y mucho más tráfico

Foro por La Isleta y vecinos del barrio llevan ya cinco jueves seguidos manifestándose en la esquina del Hiperdino de Juan Rejón con Doctor José Guerra Navarro “protestando” por el cierre de esta calle, que les parece “fatal”, apunta Félix Alonso, presidente de la asociación. Sostienen dos motivos principales en contra de este cambio de circulación en la vía. 

El primero es el problema de movilidad que ocasiona dificultando el acceso al ambulatorio y el centro de mayores. “Obliga a las personas que van al centro de salud a, en vez de entrar directamente por la calle Juan Rejón, llegar a Belén María, dar la vuelta y entrar por la autovía”, señala Alonso. 

El cierre, asimismo, tiene una consecuencia directa con el incremento del colapso de coches, continúa el presidente de la asociación vecinal, pues “los coches para descongestionar Juan Rejón desde Manuel Becerra antes utilizaban Doctor José Guerra para coger la autovía. Ahora ya eso no se podrá hacer y aumentará el tráfico en la calle Albareda”, ejemplifica, “por lo cual, el atasco está cantado”. 

Debido a las obras y plan de la Metro Guagua, la calle Doctor José Guerra Navarro ya no cuenta con doble sentido / ATLÁNTICO HOY

El Ayuntamiento continúa con lo planeado

Alonso define la situación actual de la circulación en el barrio capitalino como “caótica”, pero los vecinos y vecinas tienen un miedo mayor, la llegada de las obras del soterramiento de Belén María, que consideran que empeorarán aún más el tráfico y suponiendo más problemas para los accesos a La Isleta e infraestructuras básicas como el centro de salud. 

De ahí su insistencia en la protesta vecinal solicitando que se devuelva el doble sentido a la calle de la discordia y “se deje todo como estaba”. Sin embargo, desde el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria parecen no atender a su petición. El presidente de Foro por La Isleta expone que han hablado con el concejal de Urbanismo, Mauricio Roque, pero “pasa olímpicamente de nosotros y dice que esto es un proyecto que es así. No viene a razones”.

La problemática también la han llevado a pleno. El resultado ha sido parecido, “la alcaldesa tampoco tiene mucho interés por el asunto”. Por lo que, a pesar de la respuesta por parte de la corporación municipal, no se derrumban y permanecen firmes ante su objetivo de recuperar la circulación de la vía como antaño, previo a la rocambolescas obras de la MetroGuagua que parecen no llegar a su fin. “Vamos a seguir protestando hasta que esto se resuelva”, concluye Alonso.