La asociación cultural Insula Signa ha vuelto al rescate. Esta vez, ha puesto a buen recaudo el rótulo del edificio Maya, ubicado en la zona comercial de Mesa y López, antes de que Cajasiete instale allí su sede. La entidad bancaria, como publicó Atlántico Hoy la semana pasada, compró las instalaciones que albergaron durante décadas unos grandes almacenes —tras un acuerdo de venta con José Baltasar, un empresario vinculado a Spar Gran Canaria— con el objetivo de montar allí su sede central para la provincia de Las Palmas.
“Es conocida la influencia del comercio hindú [Maya es una compañía fundada por Ramesh Bharwani, un empresario del país asiático] no solo en esta isla, sino en todo el Archipiélago. Hubo numerosas empresas y algunos de ellos han fundado imperios que todavía se mantienen. De hecho, algunas de las grandes fortunas actuales de Canarias se derivan de estar en manos de familias de India que vinieron a comerciar”, asegura Jaime Medina, presidente de Insula Signa, en declaraciones a este periódico.
"Fue todo un imperio"
Asegura que una de las principales representantes es Maya. “Tuvo presencia en todas las islas, llegó a contar con 2.000 empleados y fue todo un imperio. Además, resultó muy innovador en técnicas comerciales. Yo creo que el legado que ha dejado está ahí y vale la pena ponerlo en valor”, subraya Medina.
Pone sobre la mesa que todos los logos que están rescatando forman un patrimonio que no merece ser olvidado. Está relacionado con el comercio, que es lo que realmente ha permitido el desarrollo de la historia y nuestra identidad, son pequeños tesoros”, asevera.
Sin ayuda institucional
Medina relata que aunque para ellos es una alegría cada vez que ponen a salvo un logo, se encuentran ante una nueva preocupación porque, dice, económicamente están solos. “Lo financiamos con nuestros propios socios, no tenemos ayuda institucional de ningún tipo”, sentencia. “Hay que almacenarlos, repararlos y nos apena mucho que permanezcan ocultos en un almacén, en un garaje o en un trastero esperando que puedan ser vistos y disfrutados en algún sitio adecuado”, apostilla.
Han puesto en marcha una campaña denominada 'Adopta un rótulo'. Para ello, el primer paso ha sido establecer una red de micromuseos. “Comercios, espacios públicos o personas que dispongan de un espacio para darles a nuestros rótulos con la única condición de que los mantengan y que los muestren públicamente”, afirma.
Mantenerlo activo
“Junto con la información que nosotros les proporcionamos de la importancia de lo que significa. Es una manera de mantenerlo activo y que la gente conozca su importancia. Es una fórmula que beneficia porque al comerciante o a la entidad y que lo muestra le otorga un plus cultural, un atractivo para que sea visitado”, prosigue.
Medina comenta que para Insula Signa es un paso importante evitar que haya ido a parar a un vertedero o un punto limpio. Además propone que, por ejemplo, se exponga en un centro comercial. “Siempre intentamos, si es posible, que haya un vínculo entre la persona que los pone o el negocio en sí”, manifiesta.
Otros rótulos
El rótulo de Maya se suma al rescate por parte de Insula Signa de otros iconos del patrimonio gráfico canario, como los del Multicines Galaxy’s, la sala Cuasquías, la librería Rexachs, el Chistera de Manolo Vieira o la reciente recuperación del mosaico publicitario de Nitrato de Chile en Agüimes.
“Como la financiación no llega de la administración pública, que es quien debiera o quien tiene más capacidad de hacerlo, estamos buscando que sea la iniciativa privada quien nos ayude a poner en valor todos estos rótulos”, detalla Medina.
La asociación cuenta en un comunicado que “la preservación de este rótulo, que supone un valioso legado, ha sido posible a la generosidad y sensibilidad hacia nuestro patrimonio cultural de los actuales propietarios del edificio, personificados en Alejandro Fleitas —la persona que intermedió para rescatar el logo—, que en todo momento prestó los recursos humanos y materiales necesarios para el desmontaje del rótulo y el buen fin de la operación”.
Historia
Maya empezó en 1954 como una tienda que vendía en Santa Cruz de Tenerife una variedad de productos a precios atractivos gracias a los beneficios fiscales en las Islas. El tiempo fue pasando y la entidad logró diversificar su oferta, volviéndose un imperio comercial dirigido por los hijos del fundador, Ramesh Bharwani. Acabó extendiéndose para incluir la importación y distribución mayorista de marcas internacionales, construyó un complejo hotelero en Lanzarote, así como se involucró en el negocio inmobiliario.
Con la repentina muerte de Ramesh en 2010, la tercera generación de la familia Bharwani no pudo mantener el éxito de la compañía. Se enfrentaron a la crisis económica y una creciente competencia, lo que llevó a una mala gestión y a la situación actual de la empresa, con un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que terminó con el cierre de todos los negocios y la sociedad acabó en concurso de acreedores.