Un tranquilo paseo por una de las calles más concurridas de Las Palmas de Gran Canaria se ha convertido, para muchos transeúntes, en el reflejo de unas diferencias sociales cada vez más evidentes, de una pobreza cada vez más visible y de un aumento —al menos eso reflejan los que cada día pasean por allí— del número de personas sin hogar. Triana, conocida por su encanto histórico y su actividad comercial, se ha transformado en un microcosmos de ese 33,8% de la población del Archipiélago que está a los límites de la pobreza.
Justamente, en una de las paralelas a Triana, por Rafael Cabrera, hay un solar abandonado. Probablemente, todos los habituales de esta zona sepan exactamente a qué espacio se refiere este medio. “Viven ahí dentro”, confirma una transeúnte mientras señala un muro lleno de grafitis que encierra una zona que ni siquiera cuenta con un techo. “Muchas veces los he visto gritar, como haciendo una señal, para que los que están dentro saquen una escalera y puedan subir el muro”. Y entre él desaparecen estas personas sin hogar —de los cuales muchos consumen drogas, según los vecinos— y la escalera que han usado para saltar.
Personas sin hogar
En la capital, Cáritas Diocesana de Canarias atiende a 1.299 personas sin hogar. “Aunque hay que tener en cuenta que no solo se trata de personas que viven en la calle, sino también a personas que habitan en infraviviendas, cuevas en barrancos sin agua, sin luz ni otros servicios, en chabolas…”. Cruz Roja, por su parte, está atendiendo actualmente a 232 personas en situación de calle en la ciudad.
Asimismo, a finales del segundo trimestre de 2023, el Ayuntamiento capitalino había atendido a 171 personas sin hogar. El servicio de calle de los servicios sociales del Consistorio actuaron con una cifra que superó un 25% a la de hace dos años —en 2021 se detectaron 137 casos—. Por ese entonces, la responsable de Bienestar Social, Carmen Luz Vargas, se refirió a un total de 51 calles, playas y plazas que son elegidos para pasar la noche. Aunque no especificó la totalidad de los emplazamientos en los que suelen pernoctar, el distrito Puerto-Guanarteme-La Isleta es el que acapara la mayoría de los lugares elegidos y, en 2021, se llegaron a describir en ese distrito hasta 47 zonas de un total de 94 lugares usados en toda el municipio.
Algunos ejemplos
“Es descorazonador”, cuenta una trabajadora de una panadería cercana. A sus puertas hay una persona sentada en el suelo pidiendo dinero. “Y suele ser peor por la tarde, como a partir de las seis”, continúa. Asegura que es un problema que ha ido en aumento en los últimos años, que es cierto que siempre ha habido gente pidiendo, “pero me da la sensación de que ahora hay más”, manifiesta. Un poco más allá, en una cafetería, hay dos chicas sentadas tomándose el café de la mañana. Mientras desayunan se acerca un señor que les suplica por algo de dinero. “Me da pena”, afirma el camarero, “pero a veces la gente se molesta o les incomoda que se les pida dinero mientras están comiendo”.
Pasa lo mismo por los alrededores y las calles colindantes donde algunos ya son conocidos por los locales porque llevan años en la misma situación. “Pero sí es cierto que hay gente que hace poco que ha empezado a pedir dinero por esta zona”, explica la cajera de uno de los supermercados del barrio.
Las Canteras, otra opción
Canarias lidera unas estadísticas que ningún territorio quisiera capitanear, las de riesgo de pobreza y exclusión social. Y esto se ve reflejado en el paseo de Las Canteras y en la propia playa, cuando las casetas de campaña obtienen el protagonismo de los que por allí pasean. Un mítico de estos paseos es la persona que gestiona la cuenta de Mi Playa de Las Canteras que, justamente, publicaba cómo unas 20 o 30 personas dormían diariamente en este arenal capitalino.
“Tenemos constancia de que hay personas que llevan varios años durmiendo en la playa, principalmente bajo las barcas”, asegura en su publicación. “Desde hace algunos meses se están viendo más casetas en los rincones más protegidos de la playa”.
Economía canaria
Canarias se situó el año pasado a la cabeza en número de hogares (53,1%) con más dificultades para afrontar gastos imprevistos, según la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) de 2023 publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE). El organismo considera que los hogares tienen capacidad para hacer frente a gastos imprevistos cuando disponen de recursos propios para ello, es decir, sin recurrir a préstamos o compras a plazos para pagar gastos habituales que antes se liquidaban al contado.
Asimismo, el 9,9% de las familias de las islas tiene muchas dificultades para llegar a fin de mes y el 10% de los hogares admite que se retrasa en los pagos a la hora de abonar gastos relacionados con la vivienda principal —hipoteca, alquiler, comunidad—.