Gran Canaria ha activado su primer radar de tramo en la carretera GC-23 —dentro del ámbito municipal de Las Palmas de Gran Canaria—, una medida que busca mejorar la seguridad vial y reducir la siniestralidad en esta transitada vía.
El tramo controlado comprende 800 metros, desde la entrada del túnel del Barranco de La Ballena en dirección sur, hasta la bifurcación que conduce a Lomo Blanco y Siete Palmas.
¿Cómo funciona?
A diferencia de los radares fijos, que miden la velocidad en un punto específico, los radares de tramo calculan la velocidad media de los vehículos en una distancia determinada. Este es el proceso:
1. Primera cámara:
Al entrar en el tramo, una cámara registra la matrícula del vehículo y la hora exacta de paso.
2. Segunda cámara:
Al salir del tramo, una segunda cámara vuelve a registrar la matrícula y la hora de salida.
3. Cálculo de velocidad media:
Con los datos de distancia recorrida y tiempo empleado, el sistema calcula automáticamente la velocidad media del vehículo.
4. Sanciones:
Si la velocidad media supera el límite establecido para el tramo, se genera una multa automática que será enviada al titular del vehículo. En el caso de la GC-23, el límite de velocidad en el tramo controlado es de 80 km/h. Esto significa que cualquier vehículo que complete el recorrido en menos de 36 segundos será multado.
Las sanciones por exceder los límites de velocidad en un radar de tramo dependen de la velocidad media registrada en comparación con el límite establecido. Según la normativa de la Dirección General de Tráfico (DGT), las multas pueden incluir multas económicas y pérdida de puntos en el carnet de conducir.
Las sanciones generales, que son iguales para cualquier radar de velocidad en España, oscilan según la velocidad: hasta 20 km/h por encima del límite: multa de 100 euros (sin pérdida de puntos); de 21 a 30 km/h por encima del límite: multa de 300 euros y pérdida de 2 puntos; de 31 a 40 km/h por encima del límite: multa de 400 euros y pérdida de 4 puntos; de 41 a 50 km/h por encima del límite: multa de 500 euros y pérdida de 6 puntos; más de 50 km/h por encima del límite: multa de 600 euros y pérdida de 6 puntos.
Esto puede considerarse una infracción muy grave y derivar en un delito penal si se supera en más de 60 km/h en vías urbanas o 80 km/h en vías interurbanas. Si la velocidad excede ciertos límites (generalmente +80 km/h en carreteras y +60 km/h en zonas urbanas), puede considerarse un delito penal, con sanciones más graves, como pena de prisión (entre 3 y 6 meses); multas sustitutivas de la prisión, dependiendo de los ingresos; trabajos comunitarios (entre 31 y 90 días); y retirada del carnet de conducir (de 1 a 4 años).
Objetivo del radar
La DGT ha señalado que este tipo de radar fomenta una conducción más constante y reduce los frenazos bruscos que suelen darse con los radares fijos. Además, son especialmente efectivos en zonas con alta densidad de tráfico o en tramos peligrosos, como túneles y carreteras con curvas.
Hasta ahora, Canarias solo contaba con un radar de tramo en la TF-5, a la altura de El Sauzal (Tenerife), operativo desde 2017. Con esta nueva instalación, la DGT refuerza su plan de vigilancia para proteger a los usuarios de las carreteras de las islas.