Tras la renuncia a continuar en el concurso Paseo Guiniguada de la Cultura y las Artes de la UTE JFCA Guiniguada, uno de los seis equipos finalistas seleccionados para pasar a la segunda fase del mismo, el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, convocante del certamen, se encuentra ahora con otro problema más de los varios que viene acumulando con este asunto.
Las bases establecen que en la segunda fase compiten seis ganadores y, así, cuando se produjo el desestimiento del equipo UTE Tylin GPO SL, Agence Ter, Ana Coello SLP, el consistorio decidió que corriera el turno y que entrase el equipo Portela International Arts & Architects SLP.
Renuncia
En esta lógica pues, correspondería ahora pasar al inmediato siguiente de la lista, pero ocurre que en esta posición se encuentran dos empatados con ochenta puntos cada uno: Bau-B Slab (el equipo de Joan Busquets); y XDGA (Xaveer de Geyter Architects, con sedes en París y Bruselas).
Según ha sabido Atlántico Hoy, JFCA Guiniguada introdujo su carta de renuncia en el registro electrónico municipal el pasado 29 de noviembre, pero esta nueva baja en el polémico certamen no fue conocida públicamente hasta ayer, cuando este periódico dio a conocerla en exclusiva.
Comisión de Pleno
Se da la circunstancia de que el concejal de Urbanismo, Mauricio Roque, que debía informar de esta circunstancia en la Comisión de Pleno de Urbanismo del pasado 9 de diciembre a sus compañeros de gobierno de Nueva Canarias y Podemos, y a los partidos de la oposición, PP, Vox y CC, ocultó el dato.
La UTE JFCA Guiniguada agrupa a estudios dirigidos por los arquitectos Jerónimo Junquera y Agustín Cabrera Domínguez, Salvador Rueda, ex director de la Agencia de Ecología Urbana de Barcelona, y la paisajista Teresa Galí-Izard, Premio Europeo del Espacio Público 2004, por la restauración del vertedero de Vall d’en Joan, que hizo junto al también concursante Enric Batlle, quien forma equipo con su socio Joan Roig y el estudio local MPC (Flora Pescador, Vicente Mirallave y Jin Taira).
Razones
La carta de los dimisionarios contiene afirmaciones muy duras, al punto de que aseguran que, después de haberse puesto a trabajar en el certamen, como acreditan con planos, han concluido que “el proyecto derivado de las bases del concurso es muy limitado y no responde a las necesidades urbanísticas, ambientales y sociales de la ciudad”.
Los firmantes indican, entre otras cuestiones que es “imprescindible realizar un estudio hidrológico exhaustivo que contemple el escenario del cambio climático antes de proceder con cualquier intervención” y que el mismo “debería dilucidar la viabilidad de eliminar o no las bóvedas del barranco”.