Muchos semáforos de Las Palmas de Gran Canaria siguen sin funcionar este miércoles, tres días después de lo peor el ciclón tropical Hermine que afectó a Canarias durante el fin de semana. En algunas señales, son las luces de cruce de peatones las que no funcionan. En otras, directamente están fuera de servicio todos los indicadores. El temporal ha dejado inutilizado parte de un servicio cuyo mantenimiento depende de un contrato que está vencido desde 2018.
El anterior contrato, firmado en 2012 con la empresa Lumican, tenía una vigencia de cuatro años más una posible prórroga de dos. El Ayuntamiento de Las Palmas sacó a la licitación un nuevo contrato a finales de noviembre de 2019 por valor de 3,65 millones de euros, pero en febrero de 2020, después de ampliar dos veces el plazo de presentación de ofertas, desistió del procedimiento.
El motivo, explica la resolución firmada por la concejala del Área de Economía y Hacienda, Presidencia y Cultura, es que durante el proceso de licitación se habían "efectuado aclaraciones o puntualizaciones de los pliegos en atención a las consultas realizadas, aclaraciones y puntualizaciones que pudieran haber alterado el contenido esencial de dichos pliegos sin seguir el procedimiento oportuno".
Contrato de 2012
Para entonces, el contrato ya llevaba un tiempo en situación de nulidad, lo que no implica que la empresa que presta los servicios deje de hacerlo, pero sí dificulta el pago por parte del Ayuntamiento. En concreto, Lumican es uno de los principales acreedores del ayuntamiento capitalino, al que presta más servicios además del mantenimiento de los semáforos. A cierre de 2021 tenía más de 11 millones de euros pendientes de cobro, según publicó Canarias7. Esa cifras ha aumentado en 2022, denuncia el concejal del Partido Popular Ángel Sabroso. "El ayuntamiento tiene un gran atasco en el pago a las empresas que prestan servicios con contratos en situación de nulidad", dice.
En total, al cierre del primer trimestre de 2022, Las Palmas de Gran Canaria debía 82,5 millones de euros, según los datos del Ministerio de Hacienda y Función Pública.
Todo eso es un problema para las empresas adjudicatarias y repercute en la calidad de los servicios, en este caso el mantenimiento de los semáforos. Al retraso en los pagos se suma que el contrato que establece las condiciones, incluido el precio, es de hace una década.
Según el Ayuntamiento, este martes por la tarde se estaban evaluando daños y resolviendo de la manera más ágil los incidentes detectados. “Hasta este miércoles no podremos tener los datos de las incidencias ocurridas en los semáforos de manera pormenorizada”, explicó un portavoz.