La población de Las Palmas de Gran Canaria mira con cierta positividad al turismo que llega a la ciudad, aunque no niega los efectos negativos que el alquiler vacacional tiene sobre el espacio. Además, casi el 40% (el 38,6%) de los vecinos de la capital cree que la riqueza que genera el turismo se va fuera de Canarias. Estos datos los ha presentado el propio Ayuntamiento tras realizar un análisis sobre la población de Las Palmas ante el fenómeno turístico, encargado a la empresa Técnicos en Socioanálisis.
Es el segundo estudio de este tipo que se realiza en la ciudad —el primero se hizo en 2019— y, según el concejal de Turismo, Pedro Quevedo, este no tiene que ver con las manifestaciones del 20 de abril o con las críticas que ha recibido el turismo y la gestión política de este sector económico. El informe se realizó durante el 26 de febrero hasta el 11 de marzo y recoge preguntas relacionadas con la turismofobia, el empleo, la vivienda o la percepción, en general, que el residente tiene de su ciudad.
Críticas
La mayor crítica está relacionada con cómo afecta el turismo a la disponibilidad de viviendas y al coste de la vida. El 55% de la ciudadanía cree que afecta mucho a lo primero y el 61% cree que afecta negativamente a lo segundo. Respecto al alquiler turístico, el 36% de los encuestados cree que es necesaria la regulación y el 20% que hay que prohibirlo en edificios vecinales.
“Aunque la población percibe los efectos positivos del turismo en la vida de los canarios en general, también es perfectamente consciente del otro lado de la moneda: genera riqueza, pero gran parte de los beneficios no repercuten directamente en el destino, una parte importante de los beneficios se dirigen a empresas externas que operan en nuestro territorio —opinión compartida por el 38,6%—”, incluye el informe.
En relación al empleo, dos de cada 10 residentes de Las Palmas de Gran Canaria trabaja en el sector turístico, aunque casi el 40% (39,8%) asegura que este no aporta empleos de calidad.
Alquiler vacacional
Para la ciudadanía de Las Palmas de Gran Canaria el alquiler vacacional representa más pérdidas que beneficios. Entre los costes sociales se encuentra la disminución de la tranquilidad y la calidad de vida, la expulsión de los residentes habituales del barrio o el deterioro de la convivencia ciudadana. Por otro lado, los costes económicos también son una preocupación para los capitalinos ya que el alquiler turístico afecta al precio de los alquileres, al acceso a la vivienda, aumenta el coste de la vida, produce empleos precarios y de baja calidad y, además, disminuye los puestos de trabajo existentes en los hoteles.
El 83,6% cree que aumenta mucho el precio del alquiler, explica el informe. Además, “un poco más de la mitad de la población encuestada considera que donde se han implantado las viviendas vacacionales ha significado un aumento del coste de la vida en general, el 55,1% está de acuerdo con tal afirmación, frente a otro 37,2% que está en desacuerdo”.