El edificio de Maya, que alberga un antiguo gran almacén situado en la zona comercial de Mesa y López, será la oficina principal de Cajasiete para Las Palmas. La entidad financiera, en su empeño por crecer en la provincia oriental, se ha hecho con un edificio de 2.834 metros cuadrados —repartidos en un sótano, una planta baja y cinco más superiores— que en marzo de este año fue adquirido por una sociedad relacionada con José Baltasar (Spar Gran Canaria) a cambio de 4,5 millones de euros. Aquella fue una operación puente, ya que la finalidad era sacar el inmueble al mercado y venderlo al mejor postor. Todavía no ha trascendido cuándo abrirán las puertas.
La intención de la entidad, con casi 59.932 socios, 59.932 clientes y 438 empleados —según datos publicados por la propia compañía—, es montar la sede central de la provincia de Las Palmas, donde pretende ganar presencia para equilibrar el fuerte protagonismo que tiene en la de Santa Cruz de Tenerife. En el edificio ubicado en el centro de la capital grancanaria —construido en 1998 entre las calles Galicia, Juan Manuel Durán y Ruiz de Alda— buscan ofrecer algún servicio más e incluso colocar una gran sala de juntas, recinto donde no descartan hasta desarrollar foros de diferentes temáticas.
Cajasiete en cifras
Cajasiete organizó un acto a principios de este mes de octubre para inaugurar en la ciudad una nueva oficina que está colocada en el entorno de Siete Palmas. Allí, según se hicieron eco algunos medios de comunicación, el presidente de la compañía, Fernando Berge, resaltó que la voluntad es “seguir abriendo oficinas e impulsar el negocio”. “Para ello potenciaremos, no solo la atención digital, sino el trato cercano y personalizado a nuestros clientes”, comentó.
Desde el banco, siempre han puesto en valor que están “fuertemente vinculados” al territorio canario, así como a las necesidades de la economía del Archipiélago. En el año 2018 tenían distribuido por las Islas 48.669 millones de euros con una ratio de capital del 15,57%. Uno de los datos más llamativos es que contaba con unos activos medios totales de 2.492 millones. Sin ir más lejos, está situada a nivel regional con una cuota de mercado en cuanto al número de oficinas por encima del 14%.
Oficinas en Canarias
La entidad pertenece al Grupo Caja Rural. Según el informe ‘Estado de información no financiera’ elaborado en 2023 por Cajasiete, sus activos totales eran de 86.894 millones de euros por toda España, mientras el ratio de capital ocupaba el 21,90% a nivel nacional. Todo está enmarcado bajo un modelo de negocio vertebrado en torno a las líneas de negocio de banca de particulares y banca de empresas.
Aún así, parece que no resulta suficiente. Es evidente que su papel en la provincia occidental. es bastante mayor en comparación con la oriental. En el mismo documento se puede observar la gran diferencia. En Tenerife disponen de 54 oficinas frente a las 11 de Gran Canaria —habría que sumarle la nueva de Siete Palmas—. En el caso de las islas no capitalinas, todas tienen tres excepto La Palma, donde hay 10. Sin olvidar Madrid, ciudad en la que cuentan con una en el barrio de Getafe.
Usos del inmueble
Los números, como el algodón, no engañan: está claro por qué quieren apostar por la isla del Roque Nublo. El edificio Maya, donde comenzará —o continuará, depende del optimismo de cada uno— la ambiciosa iniciativa de Cajasiete, es un lugar con mucha historia. Se levantó hace 26 años en una superficie construida de 2.834 metros cuadrados —repartidos en un sótano, una planta baja y cinco más superiores—.
Cuando saltó la noticia de su venta, este periódico pudo saber que la sociedad compradora estaba vinculada con el empresario José Baltasar, una de las caras más conocidas de SPAR Gran Canaria. El uso principal del inmueble es comercial, pero la normativa municipal permite otros como el residencial o el turístico, aunque en esta ocasión sus paredes tendrán que acostumbrarse a conversaciones más vinculadas al mundo de las finanzas —pese al interés de alguna cadena hotelera por comprarlo durante los últimos meses—.
Concurso de acreedores
Maya empezó en 1954 como una tienda que vendía en Santa Cruz de Tenerife una variedad de productos a precios atractivos gracias a los beneficios fiscales en las Islas. El tiempo fue pasando y la entidad logró diversificar su oferta, volviéndose un imperio comercial dirigido por los hijos del fundador, Ramesh Bharwani. Acabó extendiéndose para incluir la importación y distribución mayorista de marcas internacionales, construyó un complejo hotelero en Lanzarote, así como se involucró en el negocio inmobiliario.
Con la repentina muerte de Ramesh en 2010, la tercera generación de la familia Bharwani no pudo mantener el éxito de la compañía. Se enfrentaron a la crisis económica y una creciente competencia, lo que llevó a una mala gestión y a la situación actual de la empresa, con un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que terminó con el cierre de todos los negocios y la sociedad acabó en concurso de acreedores.
PD: Maya significa ilusión en sánscrito —lengua que se habló en India hasta el siglo III antes de Cristo—, la misma que con toda seguridad mantienen los miembros de Cajasiete ante un nuevo proyecto. Habrá que estar atentos a los próximos movimientos.