El Centro Deportivo de San Lorenzo, que contó con una inversión de cerca de 3 millones de euros y dispone de una superficie de más de 115.000 metros cuadrados destinados a 15 disciplinas deportivas, es territorio ganadero apenas ocho meses después de su inauguración: un grupo de cabras se pasea habitualmente a sus anchas por unas instalaciones municipales que cuentan con un circuito de pump truck y en las que, en teoría, los ciudadanos de Las Palmas de Gran Canaria deberían desarrollar actividades como el motocross, tiro con arco, fútbol siete, baloncesto, fútbol playa, vóley playa, crossfit, trialsín, trial, balonmano o calistenia.
El recinto, ubicado en la antigua presa de Martinón —en el barrio de El Zardo—, es de uso libre y no cuenta ni con auxiliar de cancha ni con vigilante, circunstancias ambas que facilitan el uso y disfrute de centro deportivo por parte de unas cabras que viven en una explotación ganadera cercana. La escena sería divertida si no fuera por las molestias que generan los animales en la instalación, que van desde la ocupación de canchas de juego hasta la presencia —en abundancia— de sus excrementos en el campo de fútbol o zonas comunes.
Malestar vecinal
El acceso para los vehículos, según denuncian varios vecinos de la zona a este periódico, está cerrado por lo que para llegar hasta el corazón del centro deportivo los usuarios deben recorrer —desde la cancela— unos 200 metros por un camino que no es accesible para todo el mundo. "Es una pena", señala un residente del barrio, "que el ayuntamiento realice una inversión tan importante para que en menos de un año, desde su inauguración, las que disfruten de las canchas sean unas cabras. A este paso, en unos meses, esto se cae de la pena".
El 70 % del terreno que ocupa se encuentra dentro del Paisaje Protegido de Pino Santo, por lo que las actuaciones se han diseñado con el mínimo impacto constructivo, según comunicó el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria en una nota de prensa tras su inauguración. Los únicos espacios sujetos a una mínima intervención urbanística son los reservados a la cancha de fútbol de 1.110 metros cuadrados con acabado de césped artificial y las cuatro canastas de baloncesto de 483 metros cuadrados de superficie.
Arena de playa
El Centro Deportivo de San Lorenzo, según anunció el consistorio de la capital grancanaria, cuenta también con un suelo de arena de playa de 2.775 metros cuadrados que permite simultanear dos canchas de vóley playa, una de fútbol playa y unos obstáculos para el entreno de crossfit. Al final de esta primera superficie y en uno de los vértices del recinto se encuentra un espacio para la práctica de la calistenia, un deporte cada vez con mayor demanda. A todo esto, hay que añadir un espacio para tiro con arco compuesto por 12 calles de 4 metros de espesor —donde ya lucen matojos por falta de mantenimiento habitual—.
La otra parte del espacio es una superficie destinada a las bicicletas y las motos eléctricas de trial, y un pump track para las bicicletas y monopatines con distintos niveles. Existen varios circuitos en función del nivel de cada uno, incluso con un circuito para niños o iniciación para practicar la técnica de las inercias. Este circuito cumple con todas las regulaciones de la Unión Ciclista Internacional (UCI) y la Real Federación Española de Ciclismo para acoger competiciones nacionales e internacionales.
En cuanto a equipamientos, hay espacios de almacenamiento, baños y aularios, un baño adaptado y un espacio flexible con varias aulas deportivas, un aparcamiento con 50 plazas para facilitar el acceso a los usuarios y dos para personas con movilidad reducida.
Bosque Olímpico
El entorno del Parque Deportivo de San Lorenzo contempla gran parte de los más de 3.000 árboles y plantas que incluye el futuro Bosque Olímpico que abarcará los barrios de San Lorenzo y El Zardo. A esta iniciativa, promovida junto a la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) y patrocinada por el Banco Santander, se sumó el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria con un proyecto del área de Urbanismo y Vivienda para seguir impulsando en la ciudad el desarrollo de proyectos verdes y con el objetivo de disponer de un espacio para la práctica deportiva alineado con la Agenda 2030 para cumplir con los requisitos climáticos.