Los bomberos de Las Palmas de Gran Canaria están hartos. Denuncian la falta de plantilla y el envejecimiento del personal —la media de edad está en torno a los 50 años—, problemas que hacen mella en unos trabajadores que a veces deben hacer malabares para que los tres parques del municipio —Vegueta, La Isleta o el Central— puedan estar abiertos. Sin ir más lejos, el que está ubicado en la Vega de San José detrás de la Ciudad de la Justicia tuvo que cerrar el pasado jueves porque no había agentes suficientes.
Fue puntual, pero es imposible afirmar que no pueda ocurrir otra vez por la escasez de empleados que, al parecer, padece el servicio desde hace años. “Estamos mermados”, asegura en declaraciones a Atlántico Hoy Daniel Ojeda, representante de la Unión Sindical de Policías y Bomberos (USPB). Relata con frustración que cabe la posibilidad de que cualquier día haya personas de baja o permiso, “a lo mejor tienes dos hombres cuando mínimo hacen falta seis”.
"Es ridículo"
Se trata de una situación por la que el resto debe ser reasignado entre los otros dos parques. “No puede haber uno con tan poca gente, es ridículo”, manifiesta. Ojeda señala que en ocasiones han tenido el turno completo en una estación, faltaban dos agentes en otra, los trasladaron y se quedaron en mínimos. “Realmente no es seguro, pero es lo que hemos pactado. Así estamos todos los días, llegamos y a ver lo que pasa”, dice.
El número de bomberos que trabaja en cada una de las instalaciones —según datos ofrecidos por el propio Ojeda— en relación con el que sería adecuado provoca vértigo: La Isleta cuenta con seis, pero necesita al menos 10; Vegueta dispone habitualmente de cinco, aunque harían falta nueve; mientras que el Central suele funcionar con ocho trabajadores, no obstante la cifra óptima es de 20. “Esto viene desde hace muchos años, casi desde 2015”, aclara.
Versión del Ayuntamiento
Este periódico se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento de la ciudad y las fuentes consultadas defienden una postura diferente: "La plantilla de agentes de bomberos está ahora mismo al 90%. Se han incorporado siete nuevos cabos y tres sargentos que han reforzado el cuerpo de bomberos, además de un técnico superior de Seguridad y Emegencias que refuerza el área".
"El hecho de que se pueda cerrar un parque de forma puntual puede deberse a que, al mismo tiempo, cuatro o cinco personas están indispuestas, motivando la reorganización de los tres parques. En cualquier caso, si esto ocurriese serían casos muy puntuales y por un corto espacio de tiempo", prosiguen.
Establecer un mínimo
Ojeda detalla que han establecido un mínimo porque, de lo contrario, no tendrían la posibilidad de librar. "La gente no podría conciliar con su familia. Es todo un cúmulo de cosas. Todo tiene un por qué. Son pactos que tenemos bajo el riesgo de trabajar siempre con la inseguridad de que somos pocos. Nos arriesgamos a que el servicio sea más penoso para nosotros”, narra.
“El mínimo se estableció en su día por la Delegación del Gobierno a finales de los 90 por una huelga que tuvieron los bomberos de Las Palmas. Pero es lo justo para poder llevar dos unidades. Con el objetivo de preparar un tren de salida completo hacen falta 12 personas, para trabajar con seguridad según el tipo de intervención que sea”, continúa.
Media de edad
El representante sindical indica que están trabajando casi la mitad de los que deberían ser para tener los turnos completos y trabajar con seguridad. Pone sobre la mesa que la solución es sacar más plazas frente a las jubilaciones que se están produciendo o las que vendrán en un futuro próximo dado que muchos se podrán retirar antes de los 65 al cumplir 35 años de servicio —como, por ejemplo, en la minería—. “El otro día estábamos en el camión y nos reíamos porque todos, excepto un compañero, pasábamos de los 50”, cuenta.
“Ahora mismo faltan 25 personas en el servicio para tenerlo completo, pero en la práctica son más porque hay gente de baja. Deberíamos ser 135 agentes —son 103—, 31 cabos —son 17—, siete sargentos —son seis—, dos suboficiales —no hay—, un oficial —no hay— y un jefe de parque. Son 177 hombres estando completa, estaría ideal. Eso es lo que está por RPT en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria”, detalla.
Sobre la lista de reserva que aprobó el Ayuntamiento en mayo no sabe “para qué la quisieron” porque de momento no se ha utilizado. “Nosotros le dijimos al Ayuntamiento, ¿cómo vas a poner a esa persona en lista de reserva si cuando entra la tienes que formar? Saca más plazas”, rememora. Protesta porque no les hicieron caso, “es como si fuera una lista camuflada y me da pena por ellos porque tienen ilusión y ganas de entrar”.