Solo tres bomberos de Las Palmas de Gran Canaria —un sargento y dos cabos— suman el cobro de 82.611,95 euros por horas extras realizadas en los seis primeros meses de este año 2024. Así queda reflejado en la tabla de reparto a la que ha tenido acceso Atlántico Hoy. La información está vinculada a una información conocida este lunes: el jefe del servicio ha sido denunciado como presunto autor de los delitos de malversación, prevaricación y cohecho.
Los demandantes acusan al jefe de bomberos de haber favorecido, supuestamente, a estos miembros del cuerpo en el momento de asignar las horas extra para que tengan un cupo mayor y así puedan recibir una cuantía más alta que el resto de sus compañeros. La noticia, que fue adelantada por Radio Nacional de España (RNE), formará parte de la historia del Consistorio porque es la primera vez que alguien con su cargo es denunciado por la vía penal.
Llega al juzgado
La denuncia, que fue presentada por solo una persona —por consejo del abogado— y secundada por otros mandos del cuerpo, está en manos del Juzgado nº6 de lo Penal de Las Palmas de Gran Canaria, según ha podido saber este periódico. Se trata de la instancia encargada de tomar las decisiones que marquen el caso a partir de ahora, pero merece la pena resaltar que el contraste de horas extra entre los tres bomberos que fueron presuntamente favorecidos, en comparación con el resto de sus compañeros, es llamativo.
El primero de la lista, que ocupa el cargo de sargento, tiene registradas 1.114 horas extra con un montante total de 34.529,87 euros a percibir. Los dos siguientes, que son cabos, deben recibir 25.528,28 y 22.553,80 respectivamente —el número de horas extraordinarias de ambos son 941 y 848 durante el primer semestre de este año—. Por comparar, el número cuatro recibió 17.832,68 euros y el séptimo, por ejemplo, 14.571,43. Las cifras sobre el periodo que va desde julio a diciembre todavía no están disponibles. En total, el Consistorio desembolsó 753.624,98 euros.
Versión del Ayuntamiento
Este periódico se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento capitalino y las fuentes consultadas exponen que no tienen constancia al tratarse de una supuesta querella de índole personal.
“Las horas tienen su procedimiento de asignación que cumple con los preceptos legales correspondientes y son debidamente fiscalizadas”, agregan. Ya por otro lado, resaltan que el bombero querellante lo ha hecho en anteriores ocasiones contra otros mandos siempre siendo estas denuncias archivadas.
"Vivimos un bucle negativo"
Raúl Esclarín, cabo de bomberos de la capital grancanaria y uno de los participantes en la elaboración de la denuncia, asegura en declaraciones a este medio que hace mucho tiempo que el servicio no funciona como una institución pública efectiva. “Vivimos un bucle negativo bestial”, afirma. Explica que los diferentes mandos elaboraron unos documentos con las deficiencias que iban encontrando, pero no recibían respuesta ni por parte de la jefatura ni del Ayuntamiento. Ante esa situación, pone sobre la mesa que la única alternativa, a pesar de que no querían llegar a ella, era una denuncia por la vía penal “para que hagan algo”.
“Usan un servicio público”, dice, “como si fuera su cortijo”. Señala que durante la investigación que llevaron a cabo constataron que, al parecer, las horas extra se asignan de manera arbitraria. “Ahora la administración tendrá que demostrar cómo [el sargento] hizo 1.114 horas extra en seis meses”, apunta. Además, todo apunta a que entre enero y febrero pasó por un periodo de formación, por lo que la suma de tiempo de más trabajado, en su caso, correspondería únicamente a cuatro meses.
"Es una trama"
Esclarín subraya que “esto es una trama, ya dependerá del juzgado cuánto quiere ahondar”. Bajo su punto de vista, no ha existido una igualdad en la gestión. “Si todos tuviéramos la misma oportunidad sería más justo, pero las hacen sus amigos [los del jefe de bomberos]”, resalta. El cabo comenta que si un bombero trabaja un turno de 24 horas, la ley establece que no puede seguir alargándolo, “pues eso ellos lo hacen cada vez que quieren [los tres compañeros supuestamente favorecidos]”.
También declara que el ambiente laboral es terrible. En la misma línea se pronuncia Daniel Ojeda, representante de la Unión Sindical de Policías y Bomberos (USPB). Manifiesta que la gente no está yendo a los servicios con todas sus facultades “porque tú vienes al trabajo y todos los días se habla de lo mismo”.
"Los mismos chiringuitos"
Eso sí, matiza que siempre salen con ilusión: “Aunque tengas el camión roto harás un servicio lo mejor posible”. Atlántico Hoy ha tenido acceso a un informe de riesgos psicosociales elaborado en mayo de 2023 donde queda reflejado que la situación es preocupante —incluso ha empeorado desde 2017, cuando se hizo el anterior estudio—.
Ojeda explica que el supuesto favoritismo se da desde hace tres años, cuando estaba en la jefatura Rosa Rodríguez —actual directora y comisaria de la Policía Local—, “ahí ya empezaron los mismos chiringuitos”. “Llevan años ganando un pastón [los tres bomberos], haciendo lo que les da la gana y viniendo al servicio sin saber para qué. Si la denuncia tiene recorrido, nosotros nos presentamos como acusación personal”, esgrime. Sostiene que no son solo tres los agentes beneficiados, sino que hay otros cuatro.
“Me encanta que la gente venga a currar. Que la gente venga a reforzar los turnos para que los demás descansen y estén cubiertos es lo ideal. Porque falta mucho personal y el Ayuntamiento no lo mete. Pero no que vengan aquí a hacer lo que les da la gana. Si un bombero trabaja, viene al servicio y descansa, es imposible que tenga ese número de horas”, sentencia.