El plan de reposición de Las Rehoyas se aprobó en enero de 2023 con un presupuesto inicial de 183 millones de euros —aunque la partida ha incrementado tras la revisión de precios en una de las fases—. El proyecto se ideó con el objetivo de reubicar a vecinos que sean propietarios de una casa en el barrio de Las Palmas de Gran Canaria para lograr que residan en una vivienda con buenas condiciones de habitabilidad. El propósito del Ayuntamiento capitalino es beneficiar a 2.558 familias, pero la corporación municipal todavía debe decidir a dónde serán trasladadas 551, el 21,54% del total.
Para comprender mejor qué ocurre es importante ir por partes. El plan de reposición, que vio la luz cuando la Concejalía de Urbanismo estaba en manos de Javier Doreste —ahora dirigida por Mauricio Roque—, planteó que 1.885 de los pisos que se construirían iban a estar dentro de Las Rehoyas —las 148 del parque que recibe el nombre del barrio y otras 1.707 en puntos que permita el Plan General de Ordenación (PGO)—. Las 703 casas restantes quedaron previstas para levantarse en otras zonas del municipio y ahí es donde está clave.
Alternativas
El documento donde se fraguó todo, redactado en noviembre de 2022, explica que hay opciones para las 703 viviendas que deben ser construidas fuera del ámbito y da ejemplos muy concretos: 15 en Lomo Apolinario, 165 en Pepe Conçalvez, 171 en Tamaraceite Sur o 27 en calle León y Castillo. Parece que eran solo alternativas a estudiar porque, como han confirmado fuentes del Consistorio a Atlántico Hoy, solo están definidas 152 en la calle Doctor Chiscano —la trasera del Hospital Doctor Negrín, que también se encontraban recogidas en el informe al que ha tenido acceso este periódico—.
Desde el Ayuntamiento aclaran que el resto de localizaciones se realizarán de forma consensuada con los propietarios. Se llegará a un acuerdo porque el tema no está en si los diferentes núcleos familiares tendrán una vivienda finalmente —es un proyecto a 16 años vista, por lo que habrá tiempo para recolocar a todo el mundo—. Eso sí, resulta llamativo que han pasado 24 meses desde que se redactó el plan parcial de rehabilitación Rehoyas-Arapiles y aún queda por saber en qué parte de la ciudad van a estar reubicadas 551 familias.
Historia
El proyecto, que deberá ser actualizado en algún momento para dar a conocer las nuevas localizaciones, habilitó en su momento un punto de información por el que pasaron 1.932 personas para preguntar dudas. Además, hubo un proceso participativo en el que se han incluido las demandas de los colectivos vecinales. No es para menos dado que la iniciativa consiste en derruir 2.558 viviendas —que después serán construidas— para dar una nueva vida a un barrio que se urbanizó con la finalidad de dar cabida a la gran explosión demográfica entre los años 40 y 60.
Los edificios se ejecutaron con poco presupuesto, mucha rapidez y escaso mantenimiento. Todo ha derivado, según dice el Ayuntamiento en una nota difundida el 10 de enero de 2023, en que terminen en un “estado ruinoso”. “Al mal estado de las edificaciones se suma la superficie útil de las viviendas, que no cubre las necesidades alojativas ni de habitabilidad, además de existir desajustes entre el trazado de las calles y la entrada principal a los bloques”, prosigue.
12.300 m2
Este martes, 12 de noviembre, se dio por finalizado el edificio de las 148 viviendas en el parque de Las Rehoyas —que corresponde a la fase cero de las siete que están sobre la mesa—. Ahora, los 152 pisos de la calle Doctor Chiscano son, a corto plazo, el siguiente objetivo para el Consistorio. El presupuesto para la edificación de La Minilla ha sido de 14 millones de euros. Cuando acabe y todas las familias hayan entrado a vivir, comenzará la demolición de los tres primeros bloques.
No solo eso, sino que la corporación dirigida por la alcaldesa Carolina Darias está diseñando los proyectos para dos bloques más en Las Rehoyas con 167 y 68 viviendas. En el barrio habrá un incremento de las zonas verdes al ganar el parque actual 12.300 metros cuadrados hacia el interior. Las fuentes municipales consultadas por este diario inciden en que aquellas levantadas fuera de Las Rehoyas estarán “consensuadas entre el Consistorio y los propietarios”. “Es decir, el 72% de la población actual se mantendrá en el barrio”, subrayan.
Placas fotovoltaicas
Las mismas fuentes del grupo de gobierno municipal ponen de relieve las bondades que tendrán, por ejemplo, las 148 viviendas del parque de Las Rehoyas. “Por ejemplo, son eficientes energéticamente, con placas fotovoltaicas para generar energía en las zonas comunes o aerotermia en las viviendas para calentar el agua sanitaria”, comentan.
Sobre el proyecto en general aseguran que contempla, entre otras mejoras, la reubicación del actual CEIP Las Rehoyas, la ampliación del parque actual, creación de locales para promover el comercio de proximidad o de uso comunitario. “Se trata de un plan con un plazo mínimo de 16 años, el más ambicioso de Canarias y uno de los más ambiciosos de España, con el que mejora de forma considerable la calidad de vida de los vecinos y vecinas”, agregan.
¿Alquiler asequible?
Otro dato curioso es que el documento elaborado en noviembre de 2022 recoge como posible alternativa —para las que se construyan fuera del barrio— 27 viviendas a construir en el número 95 de la céntrica calle León y Castillo. Está claro que han dejado de ser una opción para el plan de reposición dado que hace un año fueron anunciadas como viviendas públicas de alquiler asequible.
En el Consistorio afirman que “es inviable” contar con ellas para el proyecto de las Rehoyas: “La financiación a través de los fondos Next Generation establecen que deben ser viviendas de alquiler social”. La actuación tiene un presupuesto de 3,3 millones de euros financiados con cargo a una subvención del Instituto Canario de Vivienda (ICAVI) del Gobierno de Canarias.
La oposición
Gustavo Sánchez, concejal del Partido Popular (PP) en el Ayuntamiento de la ciudad, se muestra muy crítico con la incertidumbre, dice, que viven los vecinos. “En el presente mandato, el PSOE ha abundado en ese problema”, indica.
El edil exige al gobierno municipal que cumpla todos los compromisos adoptados con los vecinos y que se mejore la política de vivienda para favorecer a los 2.500 demandantes de vivienda de protección oficial que hay en el municipio.