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Las Palmas

El Ayuntamiento amplía el plazo de unas obras en la Vega de San José a regañadientes con la empresa

Los trabajos para rehabilitar viviendas en el barrio capitalino son responsabilidad de la compañía Gratec desde que se formalizó el contrato en diciembre de 2022

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A la izquierda, viviendas en la Vega de San José; a la derecha, Carolina Daria y Mauricio Roque / MONTAJE AH

El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha decidido ampliar el plazo de unas obras en la Vega de San José aunque considera que los motivos ofrecidos por la empresa adjudicataria para pedir la prórroga no son válidos. Los trabajos tienen el objetivo de rehabilitar viviendas –revestimiento de fachadas– en diferentes puntos del barrio que fueron construidas hace 40 años. La licitación de la Fase IV estuvo dividida en seis bloques y se adjudicaron por 1.668.092,51 euros en diciembre de 2022.

Atlántico Hoy ha tenido acceso a dos resoluciones del pasado jueves donde se da un periodo de gracia hasta el próximo 9 de agosto para las plazas de Puntallana y Visvique –lotes dos y cinco–. El Consistorio lo hizo a regañadientes porque asegura que Gratec, la compañía que tiene en su mano la ejecución, es responsable de la tardanza a la hora de ejecutar lo acordado por ambas partes. Esta es la tercera vez que se retrasa la fecha prevista a pesar de que debería haber estado listo en junio del año pasado.

El principio

Para que tanta cantidad de números no enrede demasiado es clave empezar por el principio. El 15 de diciembre de 2022 se formalizaron ambos contratos –aunque en realidad estaban adjudicados desde el 21 de noviembre– para continuar desarrollando el proyecto ‘Área de renovación y generación urbana de la Vega de San José’. El tiempo estimado para que llegara a su fin era de seis meses, pero spoiler: no fue así. A partir de ese momento comenzó una larga lista de peticiones para alargar el periodo.

El 8 de mayo de 2023 se produjo la primera. La empresa pidió para ambas obras una ampliación de medio año “por causas no imputables a la contrata”. Lo mismo ocurrió por partida doble el 12 de septiembre y el concejal de Desarrollo Urbano, Mauricio Roque, cedió. Para Visvique lo hizo, en principio, sin demasiada objeción. Con Puntallana la realidad fue otra muy distinta.

Carolina Darias junto al concejal de Urbanismo, Mauricio Roque; y el consejero de Obras Públicas, Pablo Rodríguez / ATLÁNTICO HOY - MARCOS MORENO

Llegada de materiales

Unos días más tarde, el 22 de septiembre, la dirección facultativa emitió un escrito en el que expuso su punto de vista. “La organización y previsión a la hora de programar la fabricación y entrega de los materiales necesarios para ejecutar los trabajos corresponde únicamente al contratista”, indicó. 

Aún así, añadió que comprende “la situación excepcional en la que nos encontramos y los posibles retrasos en la llegada o entrega de los diferentes materiales, en especial los metales usados en la construcción, que debido al incremento en los pedidos a nivel mundial conlleva una falta de estocaje que está dificultando el suministro”.

Carolina Darias / JUAN CARLOS HIDALGO - EFE

Sin validez y justificación

Al margen de que era consciente de la realidad internacional, entendió que no hubo un retraso en la definición de unidades a ejecutar por parte de la Dirección de obra, “no siendo posible justificar ampliación de plazo en este sentido”. Hasta el punto que definió la argumentación de Gratec como que “carece de validez y justificación”.

“El contratista expone que se han venido produciendo robos de diferentes materiales durante el transcurso de las obras. Si bien se entiende el perjuicio que estos conllevan a la contrata, se recuerda que la guardia y custodia de la obra corresponde únicamente al contratista, por lo que deberán disponer los medios necesarios para prevenir o atajar este tipo de acciones, no siendo posible justificar ampliación de plazo”, incidió el Ayuntamiento.

Imagen de la Vega de San José / AYUNTAMIENTO DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA

Segundo caso

El Servicio de Urbanismo tuvo, de todas formas, la iniciativa de ampliar el plazo hasta el 9 de abril de 2024 –el mismo día que sale este artículo–. No fue suficiente para cantar victoria. El pasado 20 de marzo, la empresa solicitó la que, hasta el momento, ha sido la última petición para ampliar la fecha límite de los trabajos. Fue tanto para Visvique como para Puntalla, pero la historia se repitió: el Consistorio estimó que no era válido ni tampoco estaba justificado.

Esta vez se habla de que hay demoras debido a que actualmente los bloques de viviendas y sus accesos comunes están habitados ralentizando las tareas de construcción. Además, se ponen sobre la mesa actos vandálicos llevados a cabo en la instalación de unidades de proyecto, amenazas o interrupciones parciales por parte de vecinos, aumento de mediciones y cantidades de ejecución de algunas partidas.

Resto de plazas y calles

Urbanismo concedió la prórroga durante cuatro meses, pero con un evidente disgusto. Amparándose en el Pliego de Cláusulas Administrativas estableció que Gratec se enfrenta a penalidades. En este caso, como los contratos de Visvique y Puntallana están en el rango que oscila entre los 150.000 y 600.000 euros, la multa será de 60 euros diarios. La compañía debe ahora presentar, a la mayor brevedad posible, un nuevo programa de trabajo.

Los trabajos en Puntallana están valorados en 283.500,77 euros mientras los de Visvique en 309.694,43 euros. El resto de lotes son para las plazas Upsala, Tegoyo, Landós y Bagacera. La calle más ‘afectada’ por las obras es Córdoba. Todas están a cargo de Gratec o de Pinturas y Reformas Montelongo.