Son las diez de la mañana en un bar de La Isleta. Antonio entra como de costumbre a tomarse el cortado, se sienta en la barra y el camarero tiene claro qué servirle. “¿Lo de siempre, verdad?”, le pregunta. “Sí, con un sándwich mixto, por favor”, responde él. El local no está muy lleno, las vacaciones de verano se notan. Pasan los minutos, pero el desayuno del hombre no llega. Como tiene hambre, no duda en hacerle una pequeña broma a quien se ha convertido en su colega del barrio después de tanto tiempo: “El café está tardando en llegar más que la MetroGuagua”. Ambos ríen cómplices.
Las Palmas de Gran Canaria tendría que haber visto en 2021 circular por sus calles los BRT —Bus Rapid Transport— con residentes y visitantes viajando desde Hoya de La Plata —Cono Sur de la ciudad— hasta el istmo. Un sueño convertido en pesadilla que algunos temen ver caer en saco roto. El proyecto, que se presentó en 2017, contará con 11,7 kilómetros de extensión, 20 paradas y ocho tramos. Los retrasos, líos judiciales, empresas que no pudieron cumplir lo prometido o situaciones sobrevenidas son duros baches que han torpedeado lo que a estas alturas debería ser un elemento más del municipio. Atlántico Hoy ha querido hacer una radiografía punto por punto para reflejar qué ha pasado en todo este tiempo.
Estación de Hoya de La Plata
Lo más vistoso siempre es el dinero —sobre todo cuando es público—. El presupuesto inicial era de 100,4 millones de euros, una cifra que se ha disparado por muchas razones hasta los 170 millones. Las cantidades son escandalosas, pero es clave ir por partes para desgranar lo que ha sucedido. La estación de Hoya de La Plata ha sido uno de los mayores socavones —literal y figuradamente— en el camino del Ayuntamiento para poner en funcionamiento la MetroGuagua. Quien pase por allí verá que el solar está completamente vallado sin ningún movimiento de maquinaria y trabajadores. Tranquilidad —si es que se puede tener—, porque hay una explicación: las obras están paralizadas por un tema judicial.
Los trabajos se adjudicaron el 24 de noviembre de 2020 a la constructora Joca —en realidad, se la habían dado a la Compañía General de Construcción Abaldo, que acabó retirando su propuesta—. El valor del contrato tuvo un importe de 8,6 millones de euros con un plazo de ejecución de 17 meses. El 21 de febrero de 2023, tras un año y medio de faena, el Consistorio dictó la resolución del acuerdo debido a que solo se había ejecutado el 5%. La compañía intentó justificarse diciendo que estaba sufriendo retrasos en los pagos por parte de la corporación municipal. Además, alegó que en la parcela habían encontrado restos de un vertedero antiguo. Todo sin olvidar que también hallaron roca basáltica.
Lío judicial
En noviembre de 2023, el Gobierno municipal rechazó un recurso de reposición a Joca y se negó a devolverle la fianza. La entidad denunció y ahora el tema está en manos de la justicia a la espera de que se resuelva el contencioso-administrativo. Después se procederá a licitarlo de nuevo, un trámite previsto para finales de 2024, por lo que hasta 2026 será complicado verlo finiquitado dado que el plazo de los trabajos es de 17 meses. Una curiosidad es que no se incluyó la estación de Hoya de la Plata en la previsión a finales del año pasado cuando anunciaron que el precio aumentaría.
El plan inicial tuvo que cambiar en otra ocasión cuando detectaron, en junio de 2022, la existencia de una línea de suministro eléctrico, así como otra de alumbrado del Cabildo de Gran Canaria. Tanta demora ha generado uno de los mayores reveses en esta historia: el Ayuntamiento tuvo que devolver una subvención de 10 millones de euros junto a otros 2,3 millones por intereses al Ministerio de Fomento. El motivo, por resumir, fue la imposibilidad de gestionarlo en tiempo y forma. Cuatro años después, la entrada a la ciudad sigue teniendo la imagen de una faena inacabada donde la idea era incluir instalaciones anexas como talleres, cocheras, servicios centrales y una sala de control de tráfico.
Tramo 1: Blas Cabrera Felipe
Augusto Hidalgo (PSOE), el anterior alcalde de la ciudad, en una visita que hizo a las obras del tramo 1 de la MetroGuagua en 2019, aseguró que el año para que terminara el conjunto seguía siendo 2021. Cuánto ha llovido desde entonces. Lo que sí ha finalizado es el tramo en el que se encontraba el regidor cuando pronunció aquellas palabras: Blas Cabrera Felipe. Empezó a labrarse en octubre de 2018 poniendo punto y final el 23 de mayo de 2020.
Al igual que la mayoría, tuvo sus inconvenientes, como que la Unión Temporal de Empresas Acciona y Lopesan se hiciera cargo después de que Joca no pudiera cumplir los requisitos necesarios. Esta primera parte del recorrido pretende mejorar la movilidad por la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), el Hospital Materno Infantil, el Hospital Insular y la Ciudad Deportiva de Gran Canaria. La inversión fue de 3.828.421 euros. Comprende los barrios de Casablanca I, Zárate y por los accesos a El Lasso. Dispone de una longitud aproximada de unos 1,3 kilómetros.
Tramo 2: Vega de San José
El tramo 2, en la Vega de San José, también ha traído tela. Las obras comenzaron en 2019 y para este año tenían previsto en el presupuesto casi 500.000 euros. Tecyr Construcciones y Reparaciones SA fue la firma concesionaria —según consta en una resolución del 22 de noviembre de 2018— de unas tareas que jamás culminó. Dejó sin terminar el 70% de los trabajos: en enero de 2020 abandonó la faena al entrar en concurso de acreedores. A partir de ahí, el Consistorio pidió a Madrid una ampliación del plazo. El Estado aceptó y la nueva fecha límite fue el 22 de noviembre de 2020. El 12 de abril de 2021 llegaría Surhisa Suárez e Hijos SL firmando un contrato por 1.832.732 euros.
La finalidad es crear una nueva peatonalización y renovar el alumbrado público en el entorno de las calles Villa de Zarauz y Alicante. Aquí ha habido un ‘pequeño’ problema: El Ayuntamiento se vio en la obligación de devolver otros 3,1 millones de euros en subvenciones de los cinco millones que el Estado transfirió a sus cuentas entre diciembre de 2017 y febrero de 2018 para invertir en diferentes tramos del proyecto —2, 3 y 5—. En conclusión, más dinero perdido mientras la MetroGuagua seguía subiendo de precio.
Tramo 3: Vegueta-Frente Marítimo
El segundo tramo al menos ha empezado a desarrollarse porque del tercero, que irá de Vegueta al Frente Marítimo, no se ha puesto ni una piedra. El presupuesto de licitación —prevista para finales de 2024 o principios de 2025— rondará los 41,5 millones, aunque lo único que se ha gastado es lo que ha costado la redacción del proyecto del frente marítimo, que se adjudicó por 259.500 euros. Es más, los trabajos van para tres años. Todo el eje norte-sur no estará conectado hasta que termine allá por 2028.
Como debe ganarle 50 metros al mar están esperando por el informe de Costas del Gobierno de Canarias, así como el estudio de impacto ambiental del Ejecutivo regional. Sin ir más lejos, Antonio Acosta, el director general de Costas y Gestión del Espacio Marítimo Canario, aseguró el pasado 23 de julio a pregunta de este periódico que “el tema de la MetroGuagua está en informe técnico”. “No le podría dar plazos para saber cuánto va a evolucionar o cuánto se va a retrasar”, agregó tajante. Una vez más, nadie sabe nada.
Reunión con el Gobierno
Hace unas semanas, el Gobierno municipal acusó al Ejecutivo de Clavijo de los retrasos en la MetroGuagua, lo que dejó estupefacta a la Consejería de Obras Públicas, encabezada por Pablo Rodríguez. "Hemos mantenido varias reuniones técnicas con Urbanismo y nunca se nos ha achacado nada. Deberían ponerse de acuerdo entre las dos áreas del ayuntamiento", indicaron fuentes del área en declaraciones a este diario.
Guaguas Municipales expone en su página web que “la actuación que se realizará a la altura del Mercado de Vegueta generará 190 nuevas plazas de aparcamiento y se crearán 2.533 metros cuadrados adicionales de zonas verdes en el entorno de la calle La Pelota y del mercado municipal. La longitud del trenzado, resultante de la creación del nuevo carril, será de 695 metros y la superficie total que se rellenará alcanzará los 49.235 metros cuadrados”.
Tramo 4: Rafael Cabrera-San Telmo
El entorno de Rafael Cabrera-San Telmo albergará el tramo 4 —sin ejecución ahora mismo—. Para él, a pesar de que el concejal de Urbanismo, Mauricio Roque, ha dicho que solo necesita una “actuación blanda”, todavía no se han contemplado los informes de Movilidad. Además, la parada del Teatro Pérez Galdós estará ligada al tercer tramo. El edil apuntó durante una comisión de pleno que los trabajos "se acompasarán" a estos "para hacerlos coincidir con la primera fase [de los trabajos de ampliación de la Avenida Marítima que realice Obras Públicas] y podamos visualizar la continuidad del sistema entre Hoya de la Plata y Manuel Becerra de manera provisional".
En todo el tramo es importante plantearse cuáles serán las posibilidades que tendrán los coches y motos de los particulares porque, independientemente del planteamiento final, perderán carriles para circular en el entorno. Un punto caliente será el área de San Telmo, donde habrá inconvenientes desde el desarrollo de las obras porque se trabajará en la parte central. Por otro lado, Roque definió esa zona como “la más conflictiva” debido a que se va a trabajar en la parte central.
Tramo 5: Venegas-Luis Doreste Silva
Si aún sigue aquí, querido lector, ha llegado más lejos que la MetroGuagua. El quinto capítulo une Venegas con Luis Doreste Silva. Está culminado desde el 30 de marzo de 2022 y fue sacado a licitación en 2019 por 2,26 millones de euros —en total ascendió a cinco millones—. Recibió una subvención de un millón de euros —esta vez no tuvo que ser devuelta— para la parte que va de Venegas a Juan XXIII.
La administración local adjudicó, el 27 de diciembre de 2018, el contrato del Tramo 5.1 (Venegas-Luis Doreste Silva) a la empresa Hermanos García Álamo SL por el importe final de 1.850.000 euros y recibió la obra —con un acta en sentido favorable— el 20 de mayo de 2021. El segundo apartado del tramo tiene como destino final Paseo Madrid-Emilio Ley.
Tramo 6: Pío XII-Galicia
El tramo 6, entre Pío XII y calle Galicia, ya existe. Fue adjudicado por 1,12 millones, aunque una serie de cuestiones como el suministro de mobiliario o la instalación de nuevas luminarias dejó el coste en 1,68 millones de euros. La compañía adjudicataria fue Construcción Abaldo al mismo tiempo que se gestionó el tramo 5.2. Hubo inconvenientes con el alcantarillado y al levantar el suelo (que lo hicieron tres veces) no aprovecharon para cambiarlo.
Para Guaguas Municipales, “la actuación en este tramo ha mejorado el entorno urbano, garantiza la accesibilidad universal y permite mejorar la conexión de la zona con el resto de barrios”. “La intervención consistió en el acondicionamiento del eje que transcurre entre el Parque Doramas y la Avenida Mesa y López, con el que se potencia la movilidad sostenible de la ciudad”, agrega.
Tramo 7: Mesa y López-Base Naval
Uno de los puntos más calientes, junto a la estación de Hoya de La Plata, ha sido el séptimo tramo. No por la parte finiquitada que abarca tanto Mesa y López como la Base Naval —gestionada por la Concejalía de Urbanismo—, sino por el paso subterráneo de Santa Catalina. El golpe más duro llegó esta semana cuando Guaguas Municipales se vio en la obligación de resolver el contrato con la UTE Acciona Construcción S.A. ante la imposibilidad de cumplir con las condiciones inicialmente pactadas y a la falta de viabilidad para modificar el acuerdo conforme a la normativa vigente.
La necesidad de modificar elementos estructurales del falso túnel, rebajar el nivel freático y actualizar los servicios afectados han sido los principales factores que llevaron a esta decisión. Las modificaciones necesarias implicarían un aumento del presupuesto superior al 50% del precio adjudicado originalmente, lo que hizo inviable la continuación del proyecto en sus términos actuales. Ahora, los esfuerzos se centran en la correcta liquidación y en evaluar alternativas viables para el futuro.
Paso inferior de Santa Catalina
La realidad es que la obra estaba parada desde enero. El paso inferior se adjudicó el 15 de diciembre de 2021, los trabajos empezaron en 2022 (el plazo inicial era de nueve meses) y en 2023 pararon las excavadoras por el Carnaval. Su presupuesto inicial se ha visto disparado con un sobrecoste de 8,2 millones –hasta los 24,8 millones de euros–. Rafael Pedrero, el director general de Movilidad Sostenible en el Consistorio, dejó claro el pasado mes de mayo que le resultaba “imposible” dar una fecha prevista de finalización.
Su desarrollo tiene una extensión total de 575 metros lineales de los cuales 395 son subterráneos, mientras que los 170 restantes corresponden a las rampas de acceso y de salida de los vehículos. Sobre el ámbito de modificaciones en el proyecto dirigidas a garantizar la seguridad de la obra y de las edificaciones de su entorno, Pedrero expuso las dificultades surgidas por los servicios afectados “como consecuencia de la profunda transformación en la naturaleza de las entidades socioeconómicas que se han desarrollado en el ámbito de la actuación”.
Problemas encontrados
“Ha supuesto una importante dificultad para la ejecución de las líneas aplicadas. En algunos casos las empresas operadoras no disponían de información cartográfica actualizada sobre las líneas. En otros las líneas que encontraba desplazadas respecto a la información disponible, dificultando todo ello un problema”, afirmó.
“La segunda consideración es que es un terreno de mucha inestabilidad y donde se ha manifestado derrumbes y desplazamiento, también ha habido la modificación sistema estructural de contención e inspecciones a edificios colindantes”, prosiguió. El tramo tiene efectos adversos en cadena como la renaturalización del Muelle Sanapú, iniciativa en la que recordará usted las desavenencias entre la Autoridad Portuaria de Las Palmas y el Ayuntamiento.
Tramo 8: Istmo-Juan Rejón
El último tramo que falta por analizar es el que está proyectado entre el istmo y Juan Rejón. Se destinó 3,1 millones en el plan de inversión, pero en 2024 solo se había destinado 600.000 euros. Ha sufrido hasta cinco prórrogas, la última fija el plazo a finales de septiembre. El acuerdo se alcanzó el 5 de diciembre de 2022. El plazo de ejecución por aquel entonces era de seis meses, pero cuando llegó el momento hubo que postergarlo hasta septiembre. Aunque no fue suficiente y hubo que poner las esperanzas en los tres meses siguientes.
Lopesan vio venir que ese tiempo no era todo el que necesitaban. La compañía solicitó a la corporación municipal en octubre un incremento hasta el 11 de febrero de 2024 “por diversas causas surgidas durante la ejecución de las obras” no imputables a la empresa —como que necesitaban respuesta del Cabildo para trasladar un cuadro eléctrico—. El 22 de enero, cuando el día se fue acercando, volvió a ocurrir lo mismo: la dirección de obra pide una nueva prórroga porque le resulta imposible terminar en tiempo y forma. Decidieron darle hasta el 11 de abril, sin embargo tampoco hubo manera.
Malestar vecinal
El ambiente ha estado caldeado por otro frente abierto: el malestar de los vecinos ante el colapso del tráfico en la calle Doctor José Guerra Navarro. Se han manifestado en múltiples ocasiones —incluso frente a las oficinas municipales— para pedir la doble vía que perdieron al inicio de las obras —la zona se ha convertido en una “ratonera”—.
Las previsiones más optimistas señalan el año 2028 como el que permitirá ver a todos los residentes en Las Palmas de Gran Canaria la MetroGuagua terminada y lista para su uso. Es una inauguración esperada por muchos —sobre todo por la clase política que podrá sacar pecho porque ya dice el refrán que 'más vale tarde que nunca'— mientras los más ingeniosos continúan haciendo bromas como la de Antonio. Que, por cierto, al final pudo tomarse su café.