El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, en una resolución histórica, ha tomado la decisión de despedir a un empleado municipal que acumuló 307 días de ausencias injustificadas en el transcurso de tres años.
Este despido se produce tras un minucioso expediente disciplinario que documenta una serie de faltas graves y reiteradas del trabajador —adscrito al Negociado de Padrón de Habitantes—, quien no presentó pruebas de baja médica válida para justificar sus prolongadas ausencias.
Periodos diferentes
El expediente disciplinario detalló que el trabajador no asistió a su puesto de trabajo durante varios periodos diferentes: desde el 1 de enero hasta el 18 de junio de 2021, así como entre el 5 de julio y el 31 de agosto de ese mismo año.
Durante 2023, las ausencias se registraron desde el 1 de junio al 13 de julio, los días 14 y 16 de agosto, del 28 de agosto al 6 de septiembre y, nuevamente, desde el 9 de octubre hasta el 31 diciembre; y este año se ausentó desde el 1 de enero al 25 de marzo.
La resolución del despido destaca que el empleado tampoco siguió las instrucciones de su jefatura directa, quien reiteradamente le solicitó presentar la documentación médica requerida.
Principios éticos
El ayuntamiento ha enfatizado que este proceder no solo afecta la eficiencia y funcionamiento de los servicios públicos, sino que también va en contra de los principios éticos que deben regir el comportamiento de los empleados municipales.
Este caso es emblemático, ya que, según la resolución, se aplicaron todas las garantías legales durante el proceso de instrucción y se otorgaron al trabajador varias oportunidades para justificar sus ausencias. No obstante, el empleado no presentó documentación suficiente para acreditar sus periodos de ausencia.
Interés general
El despido disciplinario se sustenta en el artículo 95 del Estatuto Básico del Empleado Público (Trebep), que establece que las faltas muy graves, como el abandono del puesto de trabajo, son motivo de sanción con inhabilitación para ocupar otro cargo similar en el futuro.
El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha comunicado que esta decisión se tomó en defensa del interés general y de la correcta prestación de los servicios públicos en beneficio de los ciudadanos.
Comité de Empresa
Este despido disciplinario, que ya ha sido notificado al trabajador y al Comité de Empresa, marca un precedente en la gestión de la disciplina laboral en el ámbito municipal y refuerza el compromiso del Ayuntamiento con la transparencia y la ética en el servicio público.