Los 30 bomberos de reserva en Las Palmas, frustrados: "Están cerrando parques y no nos llaman"

El Ayuntamiento de la ciudad asegura que la lista se constituyó para cubrir vacantes y bajas de larga duración. Expone que es necesario que tengan la formación para trabajar, "es lo que se está gestionando en estos momentos"

Guardar

Bomberos de Las Palmas de Gran Canaria / AH
Bomberos de Las Palmas de Gran Canaria / AH

El parque de bomberos de Vegueta —ubicado tras la Ciudad de La Justicia— tuvo que cerrar el pasado jueves de manera puntual por falta de personal. La plantilla no puede más por la situación a la que se enfrentan cada día, aunque resulta un poco paradójico porque el pasado 8 de mayo el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria aprobó contar con 30 agentes de reserva seis años después de la oposición. Los miembros de la lista sienten frustración al no entender por qué siguen sin llamarlos para formarse o cubrir la escasez de plazas.

“Lo que vemos desde fuera es que si se cierra una estación por falta de personal, no sabemos por qué no buscan esa solución. Solo puedo decir que estamos con ganas y disponibles para entrar con mucha ilusión mientras esperamos que a nivel político quieran contar con nosotros”, manifiesta en declaraciones a Atlántico Hoy Abel Martínez, una de las personas que siguen de reserva. Es cierto que el Consistorio no tiene la obligación de unirlos a los equipos de trabajo, pero frente a las jubilaciones y una realidad con las plantillas bajo mínimos cree que la corporación municipal podría hacerlo.

Versión del Ayuntamiento

Este periódico se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento capitalino y las fuentes consultadas afirman que la lista se constituyó "para cubrir vacantes y bajas de larga duración". Además, admiten que la formación para trabajar es necesaria, por lo que apuntan: "Es lo que se está gestionando en estos momentos". 

Daniel Ojeda, representante de la Unión Sindical de Policías y Bomberos (USPB), cuenta a este periódico que a día de hoy los diferentes parques que tiene la ciudad funcionan con menos plantilla de la que deberían. La Isleta cuenta con seis, pero necesita al menos 10; Vegueta dispone habitualmente de cinco, aunque harían falta nueve; así como el Central suele funcionar con ocho trabajadores, no obstante la cifra óptima es de 20. “Esto viene desde hace muchos años, casi desde 2015”, aclara.

Martínez se muestra estupefacto ante lo que ocurre a la vez que él y sus otros 29 compañeros siguen sin ser avisados. “Nosotros tenemos un grupo de wasap en el que hablamos prácticamente todos los días. La esperanza y la ilusión no la perdemos nunca. Pero lo vemos complicado, están cerrando parques, no nos llaman y no entendemos el motivo”, incide. 

Bomberos de Las Palmas de Gran Canaria. / BOMBEROS
Bomberos de Las Palmas de Gran Canaria. / BOMBEROS

Una oposición larga

“Se lo hemos dicho al Ayuntamiento varias veces”, dice, “ellos nos trasladan la voluntad de que quieren llamarnos, pero como que no vemos nunca acabar el proceso”. Eso sí, matiza que el cambio político que hubo, aunque sea del mismo partido [el PSOE, al pasar de dirigir el municipio Augusto Hidalgo a hacerlo Carolina Darias], les ha firmado la bolsa, algo que llegó a ver como un imposible en ciertas ocasiones. 

Haber hecho una oposición tan larga y ver que no salen las cosas como nosotros queremos que salgan y ver que hay impedimentos… Desde que firmamos la bolsa no tuvimos más noticias, nos dijeron que íbamos a ir paso a paso. Que su voluntad era llamarnos. Nosotros estamos en una posición difícil porque no están obligados a usarla. Pero viendo las necesidades que hay parece obvio que somos la solución perfecta”, reflexiona. 

Formación

Una de las razones por las que todavía no pueden contar con Martínez y el resto es que no están formados. “Durante este periodo hay muchos que hemos sido llamados a otros cuerpos de bomberos, por lo que hay muchos que ya tenemos formación y podríamos acceder directamente o convalidar varios módulos. Porque han pasado muchos años desde que hicimos la oposición [2017]. Pero hay otros que no la tienen y deberían hacerla porque así lo pone en las bases”, desarrolla. 

Ojeda, el representante de USPB, no comprende para qué quiso el Ayuntamiento la lista de reserva. “Nosotros le dijimos al Ayuntamiento, ‘¿cómo vas a poner a esa persona en lista de reserva si cuando entra la tienes que formar? Saca más plazas’. Y no nos hicieron caso. Es como si fuera un listado camuflado y me da pena por ellos porque tienen ilusión y ganas de entrar”. 

Solución intermedia

“Cuando tú entras no tienes el curso de formación. Porque yo meto a un señor a trabajar, ¿y qué hace? Nunca ha cogido un camión, una lanza o no ha hecho prácticas. Ese es el problema que intentamos explicarle a Augusto Hidalgo, que se fue para el Cabildo [como vicepresidente primero y consejero de Obras Públicas]. Nosotros lo denunciamos y el juzgado les dio la razón, que podía haber lista de reserva. No sé para qué, será para jugar con la ilusión de las personas. ¿Alguien que aprueba una oposición de policía ya sabe disparar un arma? Es que es una locura, pues con esto lo mismo. De su seguridad depende la mía”, protesta.

Abel Martínez considera que se podría buscar una solución intermedia para poder estar echar una mano desde el minuto uno en el parque. “Aunque no se entre en primera línea de fuego se puede estar fuera ayudando a recoger manguera o llevar agua a la par que hacemos la formación. No veo que eso sea un impedimento real”, sentencia.