En una mañana invernal de 1994 una paloma blanca flotaba en las aguas de la Playa de Las Canteras. Con los primeros rayos del sol, vecinos de la capital y turistas paseaban por la orilla preguntándose qué podría ser aquel objeto. Eran ajenos al desastroso evento celebrado la noche antes –una Gala de la Reina que había cuajado un sonoro fracaso–, cuando el público regresó a casa con los pies llenos de arena e indiferentes a lo vivido sin saber que, cuatro años después, toda España y parte del extranjero tendría la vista puesta en el Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria sintonizando en sus televisores una gala que lo cambiaría todo.
La Gala Drag Queen de la capital grancanaria cumple 25 años. En 1997 un equipo de personas fue a Maspalomas para conocer de primera mano el Transcarnatival. Pepa Luzardo, Anatol Yanowski y Alberto Trujillo son algunas de las personalidades que gestaron el espectáculo tal y como lo conocemos en la actualidad. Carlos Menéndez y Fidel Rodríguez son parte de un movimiento que lleva más de dos décadas triunfando.
Esta historia está contada por las voces protagonistas que han narrado a Atlántico Hoy los miedos, las reticencias, las emociones en las horas previas a la primera gala y su repercusión.
El desastre del 94
Carlos Menéndez (Drag Heaven, ganador de la primera Gala Drag de Las Palmas de Gran Canaria): "La gala del 94 fue la que presentó Ramoncín, Guillermo Montesinos, Florinda Chico y Marta Sánchez. Menos mal que la playa era de arena y no era de piedras, porque si no se cargan al alcalde (Emilio Mayoral) y a la concejala (Lucía Romero). Fue la peor gala del mundo. Hasta la paloma que llevó una chica estuvo flotando en la playa de un lado para otro, que era una fantasía que llevaba la reina".
Pepa Luzardo (concejala de Carnaval del Partido Popular entre 1995 y 1999): "En el 95 y en el 96 intentamos salvar los muebles de lo que había sucedido en el 94. Ahí el escenario del Parque Santa Catalina ya era una parte importante. Fue en esa época en la que conocí a Alberto Trujillo, Paco Medina… Yo no tenía ni idea de carnaval, sino del desastre que había habido. Éramos un gran equipo que veníamos del carnaval del 94 que fue un desastre y la autoestima de la ciudad estaba por los suelos. En septiembre de 1997, Carolina Medina (periodista que trabajó mano a mano con Pepa Luzardo) me dio un informe sobre el movimiento drag. Luego fuimos al sur una tarde a ver cómo eran".
De Maspalomas a la capital
Anatol Yanowski (director artístico de la gala de 1998): "Fuimos a ver como meros espectadores cómo se desarrollaba la gala de Transcarnatival en Maspalomas. Estuvimos en un lado, nos dejaron entrar los organizadores encantados. Cuando regresábamos en el coche hacia Las Palmas de Gran Canaria fue cuando tomamos la decisión y pensé que, de lo que yo había visto, los Drags era lo más interesante. Había que despejar el resto y dejar solamente el movimiento Drag".
Fidel Rodríguez (presentador de Transcarnatival en Maspalomas): "Todo el mundo sabe que la gala salió de Maspalomas. Era algo en la época como medio prohibido y tabú. Aquí ese tema se ha tocado siempre. Era el clásico espectáculo de carnaval, pero se pensó en hacer algo gay. Fue para transformistas y transexuales, se llamaba Transcarnatival".
Pepa Luzardo: "Después de ir al Transcarnatival nos sentamos una tarde y cuando vinieron Anatol y Paco Medina (uno de los directores de la gala de 1998 junto a Pepe Aguilar) vimos que había que intentarlo. Nos tenemos que situar 25 años atrás y son muchos años. Antes no era tan fácil como ahora. Fue algo original y un revulsivo".
Alberto Trujillo (diseñador del escenario): “Esto tiene que salir para adelante' fue lo que dijimos todos. Por lo menos, por mi parte en ningún momento hubo una pata atrás. Es verdad que a nivel político tenían sus dudas. Pero en el momento que se decidió que se hacía, todo el equipo de gobierno apostó abiertamente por ello. Fue una apuesta en la que todos creíamos, en la que todos teníamos también una parte de miedo. De ver cómo lo aceptaba la sociedad. Nosotros estábamos convencidos de que iba a ser un éxito y así fue. Teníamos un poco de miedo, pero también sabíamos que la sociedad de Gran Canaria es un pueblo siempre abierto y creíamos que en la vida cotidiana se aceptaba este tema mucho".
Carlos Menéndez: "Cuando se hizo la gala con la gente del Mogambo, que eran mis patrocinadores, me dijeron “¿por qué no te presentas?”. Cogí un traje que ya tenía del año pasado que era todo de cosas recicladas, hice el casco más grande, pero para mí era como un concurso de disfraces pero con un playback, nada más. Yo no sabía la repercusión que iba a tener ni nada de nada. No tuve tiempo para prepararme, solo un par de semanas antes y no es como ahora que ya tienen un salón grande para ensayar, o alguien que te haga la ropa o que te haga la música. Mi música me la hice grabando de cinta en cinta y yo ensayaba en el espejo del baño, pero sin plataformas y sin nada, solo intentaba hacer la mímica porque si me ponía el casco tocaba el techo y si me ponía las plataformas no me veía en el espejo. Yo no sabía la repercusión que iba a tener, igual que la organización que no sabía cómo podía ser y por eso lo hicieron un jueves, para que no fuese tanta gente y al final fue el día que más gente hubo en todo el Carnaval".
Pepa Luzardo: "La gala fue un jueves por la tarde para que no se notara mucho si salía mal".
Anatol Yanoski: "Hubo miedo no solamente por el tema político, sino por las televisiones, las reacciones del público. Nosotros teníamos miedo a ver si la gente iba a empezar a tirar tomates, a patalear o a chillar… O yo qué sé qué iba a pasar ahí. Allí nos jugábamos todos mucho".
El día de la gala
Carlos Menéndez: "Cuando yo llegué allí en una mano llevaba el casco y en la otra mano un bolso con las plataformas y la ropa. Cuando yo llego al Parque Santa Catalina había drags y luego reinonas, que eran las que se presentaban en el Transcarnatival que eran hombres, transexuales, travestis y transformistas que se presentaban con un traje de reina. En el escenario tenía miedo de tantas cosas, de inseguridades que se te pasan por la cabeza. Yo nunca había caminado con las plataformas. Solo había caminado por un pasillo agarrándome de las paredes y pensar que tenía que llegar con esas plataformas hasta la parte delantera del escenario y que no se te cayera el casco, eran unos nervios terribles…".
Pepa Luzardo: "Yo lo recuerdo nerviosa. Recuerdo estar sentada en la silla mirando alrededor. Cuando pasaron los primeros drags y vi que la gente se lo pasaba bien pensé que esto ya estaba hecho. Qué difícil es a veces acertar, sobre todo en algo que es nuevo y en el año 1998".
Carlos Menéndez: "Cuando empecé a ver la acogida del público, que en aquel entonces no estaban las gradas y se veía a la gente hasta la calle Ripoche lejísimos, estaba todo el mundo bailando, todo el mundo contento, fue una cosa impresionante e indescriptible. La gente se quedó como loca con el movimiento de caderas, cómo hacía el playback, cómo te ibas quitando la ropa y estaba todo el mundo cantando las canciones. Después vinieron todos los medios de comunicación a preguntarme que qué creía había pasado para que todo el mundo se volviera así y yo pensé 'es que ahora aunque no gane nada ya simplemente con el calor del público me siento ganador”.
Pepa Luzardo: "Todos nos sentimos orgullosos. Fue una apuesta arriesgada, pero salió muy bien".
Y ahora, ¿quién entrega el premio?
Carlos Menéndez: "Cuando salí elegido entre la gente del jurado se sortearon a ver a quién le correspondía ponerme la banda y lo sortearon entre ellos. Al año siguiente, después de la repercusión que tuvo se daban cachetadas a ver quién le ponía la banda al drag, que antes estaban como más escondidos porque no sabían cómo podía ser esa gala o en lo que iba a terminar y mira ahora que todos quieren estar ahí".
Anatol Yanowski: "En la primera gala no había nadie para dar los premios. Los dieron mi mujer, Paco Medina y un concejal. Después fue un éxito tan extraordinario que a partir de ahí todo el mundo espera la Gala Drag Queen. Nadie esperaba ese éxito".
Pepa Luzardo: "Yo me quedé sentada para no asumir el protagonismo. No es que yo no quisiera colocarla, sino que mi equipo me aconsejó que lo hiciera el gerente y por eso la puso Paco Medina".
Anatol Yanoski: "Lo bueno que tenía en aquel tiempo la gala Drag Queen es que tenías plena libertad creativa. No había cortapisas, no te decían 'tienes que hacerlo así, cuidado con esto'. Allí realmente fue como una explosión de libertad".
Alberto Trujillo: "Se eligió hacerlo en un centro como era el Parque Santa Catalina, que fue un centro cosmopolita a nivel internacional y fue un grito de la vida gay en la década de los 50, 60 y 70. Que se celebrara allí le hacía justicia. La tierra estaba bien abonada para que eso fuera un éxito".
¿Qué pasó después?
Carlos Menéndez: "Cuando gané, pasé a ser de una persona anónima a una persona popular o muy conocida en ese entonces. Yo recuerdo recorrerme todo, Extra Rosa, Sabor a Ti, Sorpresa Sorpresa, La Noche por Delante … Programas nacionales, de todos sitios me llamaban. Ha sido todo increíble".
Anatol Yanowski: "No la teníamos todas con nosotros, no sabíamos cómo iba a reaccionar la sociedad y el público porque era algo muy novedoso. Era un riesgo que había que tomar, se tomó y realmente fue un éxito extraordinario".
Una victoria compartida
Pepa Luzardo: "Yo quise que fuese un éxito compartido, no un éxito personal. De todo el equipo".
Alberto Trujillo: "El ambientazo en el equipo era maravilloso. Yo recuerdo cuando me vinieron a buscar para ir al sur y dije que no podía ir porque estábamos eligiendo los toques de color. Ellos insistían y eso se ha quedado como anécdota. Cuando me ven siempre me dicen: “Por el color, Alberto, no fuiste con nosotros al sur”.
Anatol Yanowski: "Yo tenía un equipo de gente extraordinaria. Entre todos dijimos: 'Vamos a tirarnos a la piscina y vamos a sacar la gala adelante como podamos”.
Carlos Menéndez: "Yo creo que la Gala Drag es lo que mueve directamente el Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria".
Alberto Trujillo: "De aquella primera gala se fue creando una tendencia más Drag todavía".
Pepa Luzardo: "Mi temor era que los ciudadanos no entendieran lo que estábamos haciendo, que lo consideraran algo chabacano en vez de innovador."
Carlos Menéndez: "Fue el resurgir del carnaval".
Pepa Luzardo: "Fue un riesgo que luego se convirtió en un revulsivo".