Fran Belín./ CEDIDA

Opinión

Viticultura regenerativa y el valor del agua

Periodista

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“La agricultura regenerativa puede servir de gran ayuda frente a la sequía”: fue ésta una de las consignas del Simposio que, en su cuarta edición, organizó en el Vinseum de Vilafranca del Penedès, la Asociación de Viticultura Regenerativa (AVR) con el apoyo de INNOVI y que volvió a reunir a expertos y académicos que profundizaron acerca de aquellas prácticas regenerativas que pueden mitigar el impacto de la escasez de agua.

Entre ellos, Ángel Perurena, jardinero especializado en manejo holístico, permacultura y agricultura regenerativa y sintrópica que persevera en una forma de producir alimentos que esté en armonía con la naturaleza a través de las ideas de la agroforestería regenerativa.

“La actividad humana produce impactos descomunales en la agricultura mundial y eso nos lleva a una situación complicada. Las plantas y los árboles son indispensables en condensar el agua de la atmósfera, lo que puede ayudar a recuperar el aumento de la humedad que está causando el cambio climático y a compensar la reducción de las precipitaciones”.

Carme Llasat

Otra de las estrategias para encarar el problema del agua en las mejores condiciones fue la expuesta por la doctora Carme Llasat, catedrática de Física de la Atmósfera de la Universitat de Barcelona (UB). “El incremento de temperatura es superior a las previsiones –aseguró la experta en riesgos meteorológicos y cambio climático-, una realidad altamente preocupante y que tiene una incidencia incuestionable en las precipitaciones, con menos agua y repartida entre sequías y episodios de lluvias torrenciales. Un escenario donde harán falta soluciones como las que aporta la agricultura regenerativa”.

Dentro de las propuestas innovadoras para el futuro del sector, destaca la agroforestería vitivinícola. En este sentido, desplegó su estrategia la bióloga y doctora en agroecología Laura Armengot, experta en prácticas agrícolas sostenibles y sistemas agroforestales. La agroforestería es la inclusión de plantas leñosas perennes –árboles, arbustos, palmeras, bambúes...– y de animales en los cultivos, método utilizado a lo largo de los siglos que sostienen la producción y la calidad; mitiga el cambio climático rebajando la temperatura, limitando la evapotranspiración y mejorando la biodiversidad y aumenta la fertilidad del suelo, entre otras ventajas.

Mireia Torres

Mireia Torres, presidenta de INNOVI, explicó cómo en el plazo de tres años la asociación ha pasado de los cinco socios iniciales a más de un centenar, prueba de que la viticultura regenerativa, que se basa en devolver la vida a los suelos, genera cada vez más interés y se percibe como “el único modelo vitícola” que tiene sentido en la situación actual.

La investigación en variedades resistentes a la sequía será clave y es por eso por lo que se está ensayando con fenotipos concretos dentro de las variedades que se cultivan actualmente, para así asegurar la continuidad de los vinos actuales. Así se expresó la doctora Elena Baraza, profesora de Ecología en la Universitat de les Illes Balears (UIB) e investigadora del Instituto de Investigaciones Agroambientales y de Economía del Agua, que focalizó su intervención en las estrategias de mitigación y adaptación al cambio climático que se pueden adoptar.

“Hay que reforzar la capacidad de absorción del suelo y evitar la pérdida por evapotranspiración con técnicas como las cubiertas vegetales, la agroforestería o la mejora de la interacción con los organismos que viven en el suelo, todas ellas propuestas que forman el núcleo de la agricultura regenerativa y cuya validez ha sido afirmada por estudios científicos”.

Julián Palacios

Desde el punto de vista de los productores, Julián Palacios -miembro de una nueva generación de profesionales enamorados de las cepas- aboga por el respeto del entorno, conservar técnicas ancestrales y valorar el trabajo en la tierra; fundó Viticultura Viva que ayuda a las bodegas a mejorar el equilibrio de las viñas y alargar la vida de las cepas.

Palacios hizo hincapié en aspectos que “no queríamos ver y en la agroecología, un enfoque científico y también político para cambiar la base del sistema”. Conseguir conservar y aprovechar al máximo la poca agua que tengamos será uno de los principales caminos para la viticultura regenerativa del futuro. Así que hay que estar pendientes de claves como la rehidratación del paisaje y observar los patrones de la naturaleza.

“Trabajar la tierra para mejorar la presencia de materia orgánica es crucial para una mejor salud del suelo y a restablecer la salud de los ecosistemas agrícolas, escogiendo la cubierta vegetal más adecuada para cada caso”, fue otra de las acciones que se esgrimieron en un simposio que volvió a abrir de par en par nuevos ventanales para paliar las consecuencias del cambio climático.