Nunca fuí de San Valentín. Siempre dije que era un tema comercial ideado por El Corte Inglés, para vender más, como el día de las Madres o de los Padres. Siempre dije que era un tema enlatado. Nunca pensé que La Vida sigue Igual, como cantaba Julio Iglesias. Y lo sabes...Pero este año me he tenido que hacer del Club de los Valentines. Porque hay que ser Valentín, Valentón y Valentudo para lidiar con la que está cayendo. Además San Valentín se me mezcló con los Carnavales, que no han existido para casi todos, menos para algunos irresponsables que el viernes noche, bailaban bien arrebujados en Santa Cruz de Tenerife, en la calle del Clavel. Gente responsable...Anoche pensé en comprarle orquídeas madrileñas al Presi Ángel Victor, o un cardo borriquero de Nueva Esperanza al Vice Román, o claveles chicos laguneros para Fernando Clavijo, e incluso una rosa roja al alcalde lagunero Luis Yeray, y por qué no, un Verode al alcalde Bermúdez, pero realmente prefiero regalarles flores a ustedes que me quieren muchísimo cada día y me leen. Valen ustedes mucho más. Se merecen Flores Valentinas.Da igual, porque nunca fuí de San Valentín. Pero me he tenido que convertir, porque es verdad, y siento tener que darle la razón, a Julio Iglesias (él lo sabe, y yo también...) que siempre hay por quien sufrir y a quien amar. Valentín, Valentón, y Valentudo, yo que me hacía el fuerte. Por cierto, para La Flor que robé, (por eso se me conoce como el Ladrón de Flores, y además escribo lo que me da la gana): Fuiste, Eres y Serás, La Flor de mi Vida.Lo siento, pero sigo siendo el mismo, de esos amantes a la antigua que suele todavía mandar flores. Lo siento por el Presi, por el Vice, por el Clavijo, por el Luis Yeray y por el Bermúdez, no les voy a mandar flores. Puede que el mundo haya cambiado, ultimamente demasiado, pero con todo ello, con sus modas y modismos, el amor es para mí siempre lo mismo. Valentín y Valentón.
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