Se me pusieron los “webs” en el galillo, como se suele decir, cuando vi por TV a Blas Trujillo, consejero de Sanidad, el sábado. Anunciaba los semáforos de las islas en esta situación del Covid, y sinceramente no le envidio el momento. Salir a explicar el cierre o apertura de negocios, movilidades, toques de queda y restricciones, no es nada agradable. Debe ser como sentirse la diana ante dos millones de arqueros dispuestos a disparar.Miren a Gran Canaria y Lanzarote. Hasta hace unas semanas con una evolución normal de contagios, y ahora en rojo, como Tenerife llevaba casi un mes. Esto es como la Bolsa, se cotiza a la apertura, o al cierre. A partir de hoy mismo, en Tenerife, están en modo examen. Seguramente dos semanas, a ver si el ritmo de contagios sigue bajando, o se mantiene. Ya estamos administrando la segunda dosis de la vacuna.Por eso, ahora más que nunca, toca. Toca estar a la altura. Ya sé que este argumento suena a viejo y estarán hartos de restricciones, hartos de todo, hartos de vivir de esta manera, y además no lo elegimos. Pero hoy podemos volver a iniciar el camino en Tenerife, y sé que el resto de las Islas, también se lo están currando ya a fondo, con responsabilidad.Ahora toca cuidar más que nunca esas fiestas en casa con la familia, no por cada uno de nosotros, sino precisamente por nuestras familias. Con las cafeterías, restaurantes y gimnasios ya de vuelta al interior, mirar más que nunca lo que hacemos. Que sí, que ya lo sabemos, pero hagámoslo bien. Hace meses que lo sabíamos y caemos en el beso, en el abrazo y la exaltación de la amistad, cuando no podemos hacerlo.Señoras y Señores, a partir de hoy tenemos una oportunidad más de comenzar a recorrer el camino. Como yo mismo he dicho siempre antes de entrar en combate (normalmente dialéctico): “por los que están, por lo que ya no están, y por los que estarán, es el momento de estar a la altura”. Estamos en el momento crítico. Ahora no podemos fallar. Y esto no va de Política, ni de Economía, va de Vida...