Ustedes perdonen, sé que hoy no existe nada más allá de “Biden, Mr. President”, pero aquí en Canarias, yo sigo con mis cacharros. Mientras en el área urbana Santa Cruz – Laguna, el solo intento de pasear sin mascarilla, te convierte en una especie a extinguir (además del “zambombazo” de la policía y que te pinten la cara los propios vecinos...), en las zonas turísticas se ha convertido en una práctica habitual y permitida. Básicamente, por aquello de que necesitamos a los turistas, se está haciendo la vista gorda y ellos lo han asumido como: “estar de vacaciones, y de las mascarillas también”.

Los esfuerzos y sacrificios que se están haciendo Gobierno Canario, Sector Turístico, y todos nosotros, se quedan en la taza del váter, cuando uno observa, atormentado, imágenes como les que pueden ver en esta Chincheta. Todo el mundo sin mascarilla en las terrazas, consuma o no. Inexistentes distancias de seguridad, viendo partidos de futbol, semidesnudos, besándose y abrazándose. Y lo que es peor, camareros sirviendo copas, de mesa en mesa, sin protección alguna.

Quisiera ver yo esta imagen en una terraza de Santa Cruz. La policía tardaría dos minutos en “empaquetarnos” con una buena multa. Y ojo, esto que vi este fin de semana en Playa de Las Américas, no era un hecho aislado: era la práctica común. Y les prometo que me recorrí hasta 10 sitios para acabar de creerme lo que me habían contado. De que vale que haya hoteles haciendo un tremendo esfuerzo, regalando test PCR, si luego en la calle, se las resbala todo.

Y si les llamas la atención, casi te corren a gorrazos del lugar, gritando como energúmenos (traducción suave...): “llama al policía payaso, ni te van a hacer caso” o “es que mi hijo es asmático, subnormal” y tenía 4 hijos sin mascarillas. No se trata de demonizar al turista, pero no era un hecho puntual. Fueras donde fueras, las medidas higiénicas se habían ido a bailar la conga al bar más cercano.

Yo no sé si en los hoteles están informando a los turistas, que fuera hay unas medidas a cumplir por el bien de todos. Tal vez sí, y se lo pasan por el refajo. Tal vez habría que ponerles un papelito con la contraseña de la WIFI, pero esto no puede seguir así. Hay que poner mano dura ya, o se nos va a ir de las manos, y entonces, eso llamado “Canarias”, que vendemos como destino seguro, ya no valdrá un pimiento. Queremos Turismo, sí, pero seguro. Queremos vivir del Turismo, pero no morir en el intento...