Como habrán podido leer en Atlántico Hoy, sube el precio de la papa y se prevé que haya un desabastecimiento de este tubérculo que dure aproximadamente un mes, básicamente debido a combinar que no es producto de temporada en nuestra tierra y que existe una plaga en Inglaterra, que es de donde se importa el 90% de las que se consumen en Canarias.
¿Por qué sube el precio?
La economía de mercado y el establecimiento de precio no es más que la consecuencia aplastante de la lógica en aras de maximizar el beneficio. Por tanto, el precio de un bien sube por diversos motivos, pero el más recurrente es porque su demanda aumenta o porque su oferta disminuye… o ambas a la vez.
Normalmente, va saliendo producto de un inventario y va entrando. En este momento nos encontramos ante un stock que no se renueva, por lo que el poseedor de ese producto cuando sabe que el mercado se está quedando sin unidades, empieza a subir el precio, ya que los consumidores ante esta escasez normalmente no actúan buscando un sustitutivo del producto, sino que se lanzan a adquirir las últimas unidades del mercado al precio que sea.
Esas últimas unidades, aunque seguramente sean de menor calidad y valor, son vendidas a un precio más caro debido únicamente a la escasez y a la precepción en la cabeza del consumidor de conseguir un producto escaso.
Momentos de escasez que no deben alertarnos
Estos momentos de escasez, se pueden dar por diferentes motivos. Uno de ellos puede ser una crisis coyuntural, como parece ser en este caso, de ser así no es el más grave, ya que se debe a un hecho puntual que no debería repetirse habitualmente.
Nuestros abuelos han comprado y consumido productos de temporada y así sigue sucediendo sobre todo con las frutas, sin embargo, nos hemos acostumbrado a que no falten ciertos tipos de alimentos en nuestra mesa, sin tener en cuenta que no es natural que en invierno consumamos mangos o melón, pero debido al comercio internacional y las importaciones se ha hecho posible.
Esto es muy conveniente e indica el gran progreso en materia alimentaria, pero debemos entender que no siempre va a ser así y que magnificar este tipo de escasez con mensajes como “las próximas semanas empiezan los colegios y tienen comedores, a ver qué comida le hacen a esos niños y niñas". No es este precisamente un mensaje de resiliencia a la sociedad.
Existen alternativas para el consumo diario, es más la papa tiene grandes cualidades, pero también aporta una gran cantidad de hidratos de carbono (entre un 10 y un 25% de la ingesta de hidratos diarios recomendada). Por lo que no estamos hablando del alimento perfecto y promover otro tipo de hábitos alimenticios sobre todo en los más pequeños no es una mala opción.
La importancia de la diversificación en la economía
Dicho esto, por supuesto hay que encontrar soluciones en el corto plazo, y sobre todo soluciones sostenibles para que esta escasez quede en una anécdota y no en algo recurrente.
La solución de corto plazo es encontrar lo que haya en el mercado hoy, al precio que sea y abastecer a los sectores más estratégicos de la población a un precio razonable, utilizando si para ello fuera necesario los canales de negociación del sector público.
La solución a largo plazo es diversificar el número y origen de los proveedores, una estrategia que es más cara porque no genera tantas economías de escala (a mayor cantidad me compras, mejor precio te hago) como si contases con un solo proveedor, pero que te garantiza un abastecimiento mínimo en casos de crisis como esta.
La diferencia es que diversificar en momentos de escasez, no es diversificar, sino poner un parche caro y malo, mientras que crear relaciones sostenibles en el tiempo con diferentes proveedores cuyo suministro no esté conectado entre sí geográficamente, genera una estabilidad ante diferentes circunstancias posibles.
Dicho todo esto, la mejor solución es aumentar la oferta de producto local y de kilometro cero, pero para ello debemos involucrar a toda la sociedad primero.