Como diría el bueno de Darío, de Palante Producciones: “Te la mandaste, Gabriel...”. Y es que nuestro insigne Eurodiputado, Gabriel Mato, hombre grande y rubicundo, debió ponerse colorado, cuando en su vuelo de Iberia, rumbo a tierras europeas, le pusieron de comer una banana de Costa Rica, y más a él, palmero ensolerado en tierra de plátanos.
Dicho y hecho, el hombre le mandó un Tuit a Javier Sánchez, presidente de Iberia, pidiéndole que probara los plátanos canarios, para que vea lo ricos que están y así no le quede otro remedio que incluirlos en el menú de la Aerolínea, en vez de una sosa banana centroamericana. Oye...y que además se echa una mano a los productores canarios, que también son españoles ¿no? Aerolínea española, plátano canario y español...no solo es que suene bien, es que...
¿Qué carajo hacemos poniendo bananas en un avión español, teniendo el plátano de Canarias? Sí, ya sé qué dirá la compañía: “cuestión de costes del producto, aranceles, presupuestos...bla, bla, bla”. A ver... que no, que hay que hacer un esfuerzo, primero porque el producto es infinitamente mejor y más sano, y además porque es una cuestión de Marca.
Estamos a la greña, peleando en Europa ayudas y aranceles para nuestros productos, que compiten con las grande multinacionales plataneras, tomateras etc., y luego vamos y promocionamos a la competencia en nuestros propios aviones, porque... ¿son aviones españoles no?
Y más, cuando ayer, precisamente conocimos malas noticias (que raro) para el sector primario canario. Bruselas no cree posible mantener el nivel de las ayudas del Poseí (para la agricultura y protección de nuestros productos), a las Regiones Ultraperiféricas (nosotros). Ya han advertido que mantener el nivel actual iría contra lo acordado por los países europeos. A ver qué pasa...
Yo me apunto a la “Banana de Gabriel” y mandarle al presidente de IB, no solo una manilla de plátanos, sino una cesta, con papas autodate, gofio, pan de Arafo, chorizo palmero (o de Teror) y una ristra de cebollas de Guayonje. Y así recordarle que no queremos aquello de: “contigo, pan y cebolla...”. En los aviones, además de precios asequibles, queremos los plátanos. El que quiera añadir a la cesta, ya sabe, la lista está abierta...