Haría

Lámina 41, acuarela sobre papel | Haría, uno de los municipios más visitados de Canarias, pues entre sus atractivos se encuentran destinos como la Cueva de Los VerdesSituado en la zona mas alta y verde de Lanzarote, en medio del “Valle de las diez mil palmeras” está el pueblo de Haría, uno de los municipios más visitados de Canarias, pues entre sus atractivos se encuentran destinos como la Cueva de Los Verdes, Los Jameos del Agua, El Mirador del Rio, el Volcán de La Corona, los Riscos de Famara y el pueblo marinero de Orzola, único punto de la isla desde el que se puede acceder a la Graciosa.Aunque hay gran controversia sobre el origen de su nombre, una de las conclusiones más socorridas es que Faría (como consta en antiguos archivos) deriva del término bereber Chafariz, que significa fuente, por la existencia en la zona de varios manantiales.Amplia aquí la imagenHaría vivió su mayor época de esplendor durante el Siglo XVIII, cuando se empleó en el cultivo y procesado de la Barrilla, una planta rastrera que crece en las costas con gran contenido en sosa, componente esencial para la elaboración de jabones y que se exportó a toda Europa. Lamentablemente con la aparición de la sosa industrial, el mercado se vino abajo y tal como pasó con la orchilla y más tarde la cochinilla, trajo pobreza y grandes migraciones, sobre todo a América.Hoy, como si fuese un oasis entre montañas, por su ideal microclima y el compromiso de sus vecinos con el entorno, Haría ha logrado conservar uno de los mayores palmerales de Phoenix Canariensis de todo el archipiélago, que quedó totalmente arrasado en un incendio ocurrido en 1586, pero con el esfuerzo de los harianos y como indica el nombre científico de la palmera, renació y es hoy uno de los mayores encantos paisajísticos de la isla, además de conservar muchos de los endemismos de Lanzarote.Lejos de la especulación inmobiliaria que ha arrasado o deformado muchos lugares de Canarias, derribando “lo viejo” para sustituirlo por bloques de cemento sin gusto, Haría sigue conservando el aspecto y la esencia de un auténtico pueblo tradicional de Lanzarote, ausencia de tejados, muretes de piedra para cerrar fincas y solares, casonas blancas con patios interiores y jardines o huertos que en ocasiones se asoman a las mismas calles.En Haría encontró refugio César Manrique sus últimos años, pues consideraba su vida y entorno como de los más equilibrados en cuanto a tradición y compromiso con la naturaleza, de hecho su casa, una antigua construcción que se dedicó a restaurar sin perder nada de la estética tradicional se encuentra hoy convertida en museo dedicado a su obra.Cada sábado en la plaza, desde 2001 los harianos celebran un mercado especializado en artesanía y agricultura ecológica llamado Haría Artesanal, ofreciendo a isleños y foráneos los productos elaborados en el municipio.