La vida esta llena de momentos, los momentos están llenos de vivencias y las vivencias son oportunidades de vida.
Es curioso como todo se concatena formando un rosario vital que apenas llegamos a comprender, pues el día a día es un feroz devorador de ilusiones y sueños, si no somos capaces da salir del mundo de las ideas y aterrizamos en el presente.
Pero, ¿qué es eso del presente, es tan solo vivir, consumiendo hedonismo en botes de a litro?
Que equivocados estamos si entendemos la vida como un estado pletórico de vivencias explosivas y dirigidas hacia la evitación del sufrimiento y la sobre-explotación de lo hedónico. Pues la vida es más compleja y más simple al mismo tiempo, pues lo complejo se hace simple si entiendes que vivir es asumir los momentos, encontrar un rumbo, saber que habrá tormentas y tempestades, pero que siempre, como bien dice la sabiduría popular: después de cada tormenta viene la calma. Saber esperar el sol es una buena receta, pero sobretodo debes ser fiel a tu rosa de los vientos, tus rumbos y tus cartas de navegación. Sin olvidar el diario de bitácora.
En definitiva vivir es cuestión de conjugar nuestra herencia, nuestra biología limitada y nuestra necesidad de pertenecer a la manada, todo ello se traduce en pensamiento, emoción y acción dirían algunos teóricos de la psicología, o incluso algún coach grita a voces por este país que vivir es tan solo una cuestión de actitud e incluso le hacemos una formula a tal osadía de modelo (permitanme este pequeño paréntesis, la actitud es maravillosa, la vida necesita de posibilidades, pero todo esto que llamamos persona va más allá de un simple impulso, de una simple forma de afrontar lo que viene).
Me dirás que si este articulo lo llamaste el regreso, ¿por qué de tanta divagación pseudofilosófica?
Bueno quizás porque todo esto lo olvidé en algún momento de mi viaje, o porque la tormenta me perdió y cómo hizo con Ulises los dioses del Olimpo jugaron a los dados con nuestro destino.
Es curioso, cuando paras en seco, cuando le dices a tu mundo eh!! detente. Ojo, ¿qué difícil es hacer eso? y entonces, solo en ese momento te das un instante para mirar a cada lado, como ese niño que cruza la calle, y tan solo en ese momento, tomas consciencia de tu mundo. Ese es el inicio de tu nueva vida. Para y después mirar. Tan simple, pero tan complejo.
Ahí respiras, tomas el aire que llevabas años mal respirando y comienzas una partida espectacular de tetrix. Tranquilo las piezas la gran mayoría de las veces, en las primeras partidas parecen no encajar, pero en función de que te dedicas más tiempo a ti, en que te empoderas y decides mirar y dedicarte un tiempo de tu día a día a la persona más importante del universo, es decir, tú. Solo en ese momento, las piezas comenzarán a encajar.
Pero no le des la espalda al sufrimiento, al dolor, a la ira o la tristeza, todas estas emociones conforman tu vida y están orientadas a lograr tu felicidad si realmente aprendes a conocerlas y no pones el miedo en el mástil de tu vida. Date una oportunidad, la oportunidad de creer que eres único, que la vida es maravillosa porque tu la construyes y la transformas, por que eres parte activa en la entropía de tu día a día.