Carlos Zurita Pérez del despacho “Pérez & Negrín Abogados”./

Opinión

Cuidado con las transferencias y el fraude del CEO

Abogado

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En la era digital actual y de las tecnologías, nos hemos acostumbrado a poder realizar cualquier operación a través de nuestros dispositivos electrónicos. Desde comprar online a realizar transferencias se puede hacer a golpe de click.

Sin embargo, esta nueva forma de operar que nos facilita la vida también tiene sus riesgos. Y es que el número de estafas online ha ido en aumento exponencialmente, motivo por el cual siempre hemos de estar alerta para seguir actuando online de forma segura.

Por eso hoy les hablamos del conocido como fraude del CEO una de las estafas más recientes y que viene siendo una de las formas de actuar favoritas de los hackers y que afecta principalmente a empresas. Dicha práctica consiste en que la empresa recibe un mail de un proveedor, en el cual le comunica que a partir de ahora las transferencias se han de realizar en otra cuenta.

La estafa consiste en que el mail suele ser una suplantación de identidad del proveedor que contiene numerosos datos sobre el mismo, de manera que se induce a error a la empresa la cual no sospecha nada.

El primer consejo para todo aquel que reciba un mail con un cambio de cuenta para evitar cualquier tipo de engaño es desconfiar, ya que este tipo de fraude es mucho más común de lo que la gente se piensa. Por eso nosotros recomendamos que antes de realizar cualquier pago se pongan en contacto con dicho proveedor para confirmar el cambio de cuenta como medida más inmediata. Y una vez hablemos con la persona con la que solemos tratar los cobros y pagos, confirmando el cambio de cuenta, lo aconsejable es pedirle que les remite un certificado de titularidad de la nueva cuenta bancaria.

Pero, ¿qué podemos hacer si ya hemos hecho la transferencia a la cuenta errónea? ¿Ese dinero se puede recuperar? La respuesta es depende. Una vez nos hayamos dado cuenta del engaño, hay que ponerse en contacto rápidamente con tu entidad bancaria para intentar retrotraer la transferencia. En caso de que no esto no pueda ocurrir, ir inmediatamente a la policía a denunciar los hechos. Y finalmente, en función de cómo se haya realizado la transferencia bancaria, se puede reclamar la devolución del dinero, pero hay que actuar deprisa y buscar asesoramiento legal especializado, ya que el tiempo apremia.

Normalmente cuando se realiza una transferencia, se le da al banco mucha información a parte de la cuenta. El beneficiario, el importe o el concepto son datos que el banco receptor ha de tener en cuenta de cara a evitar fraudes. De esta manera, la ley establece obligaciones a las entidades bancarias que han de seguir para proteger los pagos, y que permitirían reclamar al banco receptor los importes indebidamente abonados en una cuenta bancaria que no es la del verdadero beneficiario. Ya hay sentencias en este sentido, y la vía civil resulta la mejor, porque al final en la vía penal lo más probable es que no podamos ni localizar al estafador. En cambio, en la vía civil se consigue recuperar el dinero, que al final es lo que todo el mundo busca.

Esta práctica resulta muy lucrativa para los estafadores virtuales, ya que, existen situaciones en las que se pueden llegar a defraudar hasta trescientos mil euros con esta práctica.

Lo más importante es actuar lo más rápido posible una vez detectado el error, primero para intentar cancelar la transferencia y segundo porque en caso de tener que reclamar judicialmente el plazo es de sólo un año. De ahí la importancia de contar con un buen asesoramiento para mitigar lo máximo posible el daño.

En definitiva, la precaución, la prevención, una correcta formación de los empleados y una rápida actuación posterior son las herramientas más útiles para evitar los engaños generados por estos ciberdelincuentes.

Carlos Zurita. Abogado.