Comencé el año 2023 escribiendo acerca de la sostenibilidad (ambiental, social y económica) y a poco más de una semana de que demos paso a 2024 concluyo con una mirada a conceptos que a lo largo de estos meses han servido para reflexionar en ámbitos como la cocina sostenible y hoy particularmente sobre la gestión de los geoparques y los ejemplos de El Hierro o Lanzarote.
Interesante e importante resultó el contenido que se hilvanó en la mesa redonda y colofón de la primera jornada de Worldcanic 23 Lanzarote y, para más espectacularidad, desarrollada en el extraordinario escenario del tubo volcánico de La Cueva de los Verdes. Geoparques, una marca internacional que no sólo protege sino que además potencia esas áreas singulares de las islas citadas.
Geoparques en las islas
Rainero Brandon, jefe del servicio de Medio Ambiente y coordinador del Geoparque de Lanzarote y el Archipiélago Chinijo, detalló que “esta figura de geoparque se vincula con espacios degradados donde es preciso atraer turistas; en este caso es al contrario: es relevante dar diversidad a ese turismo y el reto es mantener los mismos ingresos pero con menos visitantes”. Mientras tanto, Olaya García, geóloga del Geoparque de El Hierro, detallaba que “damos valor a un territorio por su geología y también por el patrimonio y la cultura que abarca”.
El tercer invitado fue el presidente de la Asociación de Pescadores de La Santa (Tinajo, Lanzarote), Cristóbal Oliveros, que profundizó acerca de “la conocida marca local con la gamba y, desde la pandemia, con el impactante carabinero que capturan. Esa identificación crea valor propio e identificativo”. Algo a lo que la geóloga subrayó como llave esencial “para afianzar el relevo generacional de estos oficios”.
Los tres invitados coincidieron en “educar a las nuevas generaciones para que se sumen al respeto por nuestro entorno natural y nuestros valores; en este sentido, la gastronomía puede canalizar el motor económico y que no solo se establezca la protección sino la afluencia de un turismo de calidad”. “Cada zona narra una historia a través de sus productos y sus valores, y de esta forma los cocineros pueden añadir otras; eso incrementa el valor de esa materia prima, por lo que es incuestionable que se dé a conocer”, comentó García.
Vinos volcánicos
Interesante es este otro enfoque de territorio y productos singulares analizado en Worldcanic 23, en este caso el de las elaboraciones vinícolas de los territorios volcánicos. El Master of Wine español Fernando Mora hizo hincapié en la singularidad de los denominados “vinos volcánicos” a sabiendas de que “estos suelos son singulares y, por ende, ofrecen productos exclusivos”.
En una cata comentada, Mora (uno de los seis MOW de España) hizo hincapié en que es complicado establecer el perfil de sabor de un vino volcánico, pues “podríamos aseverar que en la mayoría de los casos persiste el carácter mineral un poco reductivo”. “Estos territorios insistió en la tercera jornada de Worldcanic- suelen dar hortalizas más sabrosas, frutas más dulces o legumbres de piel muy fina, por lo que no hay duda de excelentes atributos trasladables a las elaboraciones vitícolas”.
Una etiqueta que englobe todos
El experto dirigió en Bodegas Stratus, en La Geria, una cata conformada por un vino de la Campania italiana, un Pinot Noir del Yarra Valley (Australia), un Chardonnay americano de Oregón, y dos vinos canarios, de Tenerife (Roberto Santana, Envínate) y de la isla de Lanzarote.
“Existen muchos suelos volcánicos y por ello no siempre son los mismos elementos los que hacen que éstos sean propicios para la viticultura; algunos tienen una gran capacidad para la retención de agua, otros justamente al contrario… Al denominarlos en conjunto ‘vinos volcánicos’ se ha intentado crear una etiqueta que los englobe a todos, pero en realidad es mucho más complejo”.
“Son muchos los factores que van a determinar cómo es un vino –agregó-, no solo el suelo -que a pesar de ser volcánico puede ser muy diferente según dónde esté-, sino también factores agrícolas, culturales, humanos…”.
Brindis
Aprovechando la temática de estos vinos tan especiales (el Margalagua de Roberto Santana –Envínate- obtuvo 100 puntos de la Guía Parker) alzo la copa y brindo con ustedes por una Feliz Nochebuena, Navidad y Año Nuevo 2024. Que, para los Reyes, aún tenemos margen para pensar lo que queremos pedir en la carta, incluido el final de las guerras en el mundo.