Al 40º Congreso Federal del PSOE celebrado en Valencia los días 15, 16 y 17 de octubre se le pueden añadir muchos calificativos, pero quizá el que mejor lo define es el de socialdemócrata, tras recorrer el PSOE 142 años marcados por una lucha progresiva conquistando derechos y libertades, adaptándose a las necesidades y a la sociedad de cada tiempo, tal como sentenció Willy Brandt cuando dijo que “cada tiempo exige sus propias respuestas”.
Un congreso marcado por la pandemia de COVID-19 que obligó al gobierno socialista y a la actividad política en general a partir de marzo de 2020 a priorizar el objetivo de salvar vidas y proteger a la ciudadanía.
Más de mil delegados de todo el territorio nacional se dieron cita tras un meticuloso trabajo previo de muchos meses, en el que se elaboró una Ponencia Marco, a la que se presentaron cientos de enmiendas con el propósito de mejorar su texto, siempre de acuerdo con los principios de la socialdemocracia, una corriente política que parte de unos principios de izquierdas que tiene su origen en la Europa de la mitad del siglo XIX que promueve un socialismo con un mayor componente democrático que garantice una economía del bienestar en una Europa unida formada por estados democráticos fuertes con servicios públicos de calidad y una fiscalidad justa.
Atrás va quedando la crisis del colapso financiero de 2008 en que el Partido Popular aplicó recetas neoliberales basadas en los recortes, rebajas salariales, deterioro de los servicios públicos y desregulación de los mercados. Donde hubo recortes hoy hay inversión, y donde hubo despidos hoy hay ERTEs protectores del empleo, subida del salario mínimo, lucha contra la pobreza infantil y revalorización de las pensiones que suavicen la pérdida del poder adquisitivo de los pensionistas.
Participé en el Congreso como delegado en representación de la Organización Sectorial de Sanidad, que agrupa a todos los militantes socialistas que desarrollan su trabajo en la Sanidad, presentando el Comité Coordinador de dicha Sectorial unas 27 enmiendas, que, salvo dos, que fueron transaccionadas, pero no rechazadas, todas fueron aprobadas e incorporadas al texto final de la ponencia marco. Unas enmiendas dentro del capítulo CIENCIA Y SANIDAD, que entre otros aspectos proponen reforzar la Europa sanitaria para que la máxima vacunación erradique la pandemia y supere el estancamiento que está produciendo la crisis de la COVID-19, para lo que se necesita un sistema sanitario sólido y previsor, que no se vea empobrecido, en el que todos los recursos, como las vacunas, por ejemplo, estén garantizados.
Ahora lo que resulta imprescindible es evitar que la presión asistencial por la COVID-19 produzca retraso en la atención y control de otras enfermedades, como las crónicas, o que por ello se incrementen las listas de espera.
Un congreso que define las políticas que tienen que desarrollar los gobiernos y la oposición socialista en los próximos cuatro años para continuar con los avances que en derechos han llegado de la mano del PSOE, como son la sanidad universal, las pensiones, la educación, el aborto, la lucha contra la violencia de género, el feminismo, los matrimonios igualitarios, y ahora la eutanasia, habiéndose iniciando en el congreso una ley para la abolición de la prostitución que esclaviza a las mujeres. Dentro de cuatro años, otro congreso valorará los avances de este.
José Vicente González Bethencourt
Coordinador federal de la Organización Sectorial de Sanidad del PSOE y miembro del Comité Federal