En los últimos dos meses hemos sido testigos en Tenerife del rodaje de la película “Juego de Ladones 2” con Gerard Butler como uno de los protagonistas de esta secuela de la película de 2018. Este hecho supone una oportunidad para reflexionar sobre el poder del cine como catalizador económico y cultural en una región como Canarias, que ha apostado firmemente por la industria del cine y ha establecido incentivos fiscales atractivos para atraer producciones internacionales.
Además, nos ha dejado estampas muy curiosas y es que, aunque Gerard Butler y el equipo de producción han estado inmersos en su labor creativa, también han tenido la oportunidad de sumergirse en la riqueza cultural de Tenerife. Desde disfrutar de un partido del CD Tenerife hasta deleitarse con un concierto inolvidable de Sting. Han experimentado de primera mano la vitalidad y la pasión de la comunidad local.
En el caso de Canarias, nuestra región destaca como un destino atractivo para la producción cinematográfica, gracias a los beneficios fiscales proporcionados por el Régimen Económico y Fiscal de Canarias (REF). En este artículo de opinión, exploraremos dos aspectos fundamentales de invertir en cine en nuestras islas: los incentivos para las productoras y los beneficios para los inversores privados, quienes disfrutan de una doble ventaja fiscal.
Incentivos para las productoras
El REF de Canarias ha establecido un marco legal que otorga importantes incentivos a las productoras cinematográficas que eligen realizar sus producciones en el archipiélago. Estos beneficios fiscales han posicionado a Canarias como uno de los principales destinos de rodaje en Europa y han impulsado significativamente la industria cinematográfica local.
Uno de los incentivos más atractivos es la deducción fiscal del 50% en los gastos incurridos en la producción de películas de nacionalidad extranjera rodadas en Canarias, el máximo deducible es de 18 millones de euros. Además, los costes elegibles están acotados a lo que circunscribe exclusivamente al rodaje. Por ejemplo, los gastos de administración o de asesoría no pueden ser parte de esa deducción directa.
Esta reducción sustancial de los costos de producción no solo permite a las productoras maximizar su presupuesto, sino que también fomenta la inversión en infraestructura y talento local. Como resultado, Canarias ha experimentado un crecimiento en la creación de empleo en el sector cinematográfico, generando oportunidades económicas y profesionales para la región.
Además, Canarias ofrece un entorno natural diverso y exótico que ha atraído a numerosas producciones internacionales. Desde paisajes volcánicos hasta playas paradisíacas, la región cuenta con una amplia variedad de locaciones únicas que han sido utilizadas en películas y series de renombre mundial. Esta combinación de incentivos fiscales y belleza natural ha consolidado a Canarias como un escenario de elección para la industria del cine.
Beneficios para los inversores privados
No solo las productoras cinematográficas se benefician del REF de Canarias, sino que los inversores privados también encuentran una doble ventaja fiscal al invertir en cine en la región. En primer lugar, los inversores pueden deducir hasta el 45% de su inversión en películas realizadas en Canarias. Esta deducción actúa como un incentivo adicional para aquellos que desean invertir en proyectos cinematográficos, ya que reduce significativamente el riesgo financiero asociado.
Además, los inversores privados también se benefician de la reducción fiscal para empresas nacionales. En Canarias, las empresas que invierten en producciones cinematográficas pueden disfrutar de una reducción del Impuesto de Sociedades del 35% al 20%. Esta medida estimula la inversión empresarial en el sector cinematográfico y fomenta la colaboración entre empresas locales e internacionales.
La combinación de la deducción de la inversión y la reducción fiscal para empresas nacionales crea un entorno altamente atractivo para los inversores privados, quienes pueden obtener beneficios tanto en términos financieros como fiscales al invertir en cine en Canarias. Esta doble ventaja fiscal no solo impulsa el desarrollo de la industria cinematográfica local, sino que también contribuye al crecimiento económico de la región.
El papel de las AIE
La Agrupaciones de Interés Económico participan como co-productoras, no tributan y los inversores pueden imputarse las pérdidas que generan estas inversiones en su factura fiscal, con lo que obtienen rentabilidades del 25%, mientras que el productor reduce su riesgo. Se trata de un producto financiero que se traduce en una herramienta de planificación que ayuda al inversor a reducir su factura fiscal con unos requisitos que fija la Ley del Impuesto sobre Sociedades.
En el cine, su uso lo bendijo la Ley del Cine y su Reglamento, que establece en el artículo 27.2 que "se considerarán productoras de una película aquellas empresas o AIE que se incorporen como coproductoras a la misma, en todo caso antes de la finalización de la producción”. A pesar de ello, la Inspección de Hacienda concluía que los inversores "no tienen la iniciativa sobre la producción" y por eso no pueden acceder a los incentivos fiscales”. Finalmente la Audiencia Nacional dictaminó a finales de 2021 una sentencia pionera en la que la Audiencia avala los vehículos de producción de cine y da un tirón de orejas a Hacienda.
Conclusión
En resumen, invertir en cine en Canarias se ha convertido en una oportunidad prometedora para aquellos que buscan aprovechar los beneficios fiscales y contribuir al florecimiento de la industria cinematográfica. La combinación de recursos naturales impresionantes, incentivos fiscales y un entorno favorable para la inversión ha hecho que Canarias se haya ido labrando un nombre destacado en el mapa mundial del cine.
Canarias continúa demostrando su compromiso con el cine y su potencial como centro de producción cinematográfica. A medida que más producciones encuentren en esta región su hogar temporal, veremos cómo el cine sigue siendo una fuerza poderosa que impulsa el crecimiento económico, fomenta el intercambio cultural y enriquece las vidas de las personas tanto dentro como fuera de la pantalla.