Probablemente, en los últimos meses habrá oído hablar de ChatGPT. En este artículo trataremos de entender de qué se trata y que implicaciones puede tener en diferentes ámbitos, desde la comunicación hasta la tecnología, pasando por la educación y la investigación.
¿Qué es ChatGPT?
ChatGPT es un modelo de lenguaje avanzado que se puede utilizar en una variedad de aplicaciones económicas. Una de las funcionalidades principales que tiene es la capacidad de analizar grandes cantidades de datos y generar insights valiosos para la toma de decisiones empresariales. Además, ChatGPT también puede utilizarse para predecir tendencias y comportamientos del mercado, lo que puede ayudar a las empresas a ajustar sus estrategias de negocio y tomar decisiones más informadas. Otras funcionalidades de esta herramienta incluyen la generación de informes automatizados y la detección de fraudes en transacciones financieras.
¿Quién crea ChatGPT?
ChatGPT fue creado por OpenAI, una organización de investigación de inteligencia artificial con sede en San Francisco, California. OpenAI fue fundada en 2015 por un grupo de empresarios y expertos en inteligencia artificial, incluyendo a Elon Musk, Sam Altman y Greg Brockman, entre otros. El objetivo de esta compañía es desarrollar tecnologías de inteligencia artificial avanzadas que puedan ser utilizadas para resolver algunos de los mayores desafíos del mundo, y para garantizar que estas tecnologías se desarrollen y se utilicen de manera segura y responsable. ChatGPT es una de las aplicaciones de inteligencia artificial desarrolladas por OpenAI. Otra aplicación desarrollada por dicha compañía es Dall-E (de la cual hablamos en su momento en este artículo)
El papel de Microsoft en esta revolución
Microsoft ha invertido en OpenAI, una empresa de investigación de inteligencia artificial, en varias ocasiones. En 2016, Microsoft anunció una asociación con OpenAI para desarrollar tecnologías avanzadas de inteligencia artificial y hacerlas accesibles al público en general. En 2019, la empresa de Bill Gates, invirtió mil millones de dólares en la empresa como parte de un acuerdo para desarrollar y comercializar tecnologías de inteligencia artificial. Recientemente, hemos sabido que Micorsoft ha invertido más de 13.000 millones más. A cambio, OpenAI deberá pagar de vuelta el 75% de sus beneficios hasta ver saldado dicho importe.
Muy bien, ¿pero qué funcionalidades tiene?
Te voy a poner dos pequeños ejemplos de cómo esta herramienta va a revolucionar el mundo tal y como lo conocemos, pero antes quiero que pienses en cómo era el mundo antes de tener cantidades ingentes de información a golpe de click.
¿Cómo funcionábamos antes de Google? Por ejemplo, si tu querías hacer tus impuestos, ibas a un asesor, y si eras avispado, estudiabas mucho y escuchabas con atención, al cabo de unos años, podías empezar a hacerlos tú. El conocimiento de procedimientos era poder y un arma comercial.
Hoy en día, cualquiera puede hacer sus impuestos si realmente tiene un mínimo interés en ello, simplemente buscando en Google cómo hacerlo. La pregunta que subyace de esto es: ¿han desaparecido los asesores? No, quizás los que si han desaparecido o tienden a desaparecer son los presentadores de impuestos, ya que ahora el asesor tiene que aportarnos un valor añadido: Saber qué me puedo deducir, qué castigará más este año hacienda, etc.
Te cuento esto, porque hay gente que se asusta pensando que su trabajo está a punto de ser sustituido por una máquina, y probablemente lo que pase es que, como ha sucedido siempre, las profesiones tendrán que reciclarse, especializarse y aportar valor, pero encontrarán cómo hacerlo.
Ahora voy con los ejemplos:
Vamos a empezar por algo suave: ChatGPT puede escribirte un Business Plan para tu nueva idea de negocio, además de darte diez ideas para ponerle nombre al proyecto, que escriba posts o genere contenido para redes sociales para un año. Además, utilizando otras páginas web que usan sistemas de IA, puedes generar una página web en 5 minutos… es decir, en menos de una hora puedes tener listas herramientas que antes habrías tardado meses en tener preparadas.
Ahora vamos a ir con la ciencia ficción: Pongamos que somos un par de publicistas y formamos parte de una de las agencias de publicidad que habitan en Canarias. Estamos en la sala de reuniones, tenemos que presentar un proyecto al día siguiente y comenzamos a escupir todas nuestras ideas, pero no las apuntamos ni le pedimos a nadie que lo haga por nosotros.
Antes de despedirnos, le decimos en voz alta a Cortana (el asistente virtual de Microsoft, como Alexa o Siri) que haga un resumen de veinte páginas para mandárselo en un Word (del paquete Office de Microsoft) por mail mañana a primera hora a nuestra jefa. A diferencia de Alexa, ChatGPT si tiene memoria y recuerda todas nuestras conversaciones.
Pero esto no es todo, podemos utilizar también Dall-E, que es capaz de generar imágenes hiperrealistas con tan sólo unas cuantas palabras. Así que le pediremos que nos haga una presentación para Power Point, por ejemplo, de diez slides con las imágenes que nosotros le digamos a la herramienta que cree, para presentarle mañana por la tarde a nuestros clientes.
Vamos a solicitarle que nos haga diez versiones diferentes de la presentación, teniendo en cuenta que sabe a la empresa y a los empleados a los que se la presentaremos. Y es que ChatGPT los conoce muy bien, porque Microsoft compró la red social profesional Linkedin en 2016.
Pero ahí no se queda la cosa, Dall-E está trabajando en la generación automática de videos. Así que, le pediremos que nos grabe un tráiler del anuncio que queremos presentar. No necesitamos un plató, ni actores, ni directores, ni cámaras. Estas máquinas han hecho el trabajo de secretarios, redactores, creativos, diseñadores gráficos, etc. Todo esto solo con palabras.
Pero vamos más allá, Microsoft en 2018 compró GitHub, el mayor repositorio de código de programación del mundo. Y a su vez, GitHub ha presentado el proyecto Copilot, que es capaz de generar código de programación en base al resultado que quieres obtener. Es decir, podríamos llegar a darle las pautas a la IA para que en unas horas nos haya desarrollado la web con las especificaciones que le hemos dado.
Es decir, en una tarde de trabajo, podríamos haber generado una campaña con imágenes, video y hasta una página web para un cliente al que encima la plataforma puede acceder a su perfil en RR.SS. y personalizar mucho más el resultado.
Pero bueno, entiendo que exista cierto escepticismo con toda esta tecnología, al fin y al cabo, no tiene tantas utilidades relevantes en nuestro día a día. Además, es muy fácil distinguir el trabajo que hace un humano y el que realiza una máquina, ¿verdad? Supongo que entonces eres capaz de reconocer qué partes de este artículo he escrito yo y cuáles ha escrito ChatGPT.
PD: aparte de ayudarme con este artículo, me ha echado una mano creando una fórmula de Excel para controlar el stock de un cliente y me ha ayudado a encontrar una base de hip-hop para la creación de contenido del día en las redes sociales de mi mujer.