xavier salvador

Opinión

Binter, el verdadero mojo canario

Periodista, CEO de Atlántico Hoy

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Si hay algo genuinamente canario a estas alturas del siglo XXI son los aviones de Binter surcando el Atlántico. En otros tiempos se hubiera considerado una aerolínea de bandera por la representación que ejerce del territorio con su conectividad. Hoy es sencillamente una especie de ángel de los cielos que facilita la conexión entre islas facilitando a los canarios el privilegio de desarrollarse y ejercer actividades tan prosaicas como acudir a una cita médica, realizar compras o visitar a familiares y amigos de manera rápida y segura. Sí, y el turismo, los negocios y la actividad productiva, por supuesto.

La historia siempre nos ayuda a comprender el presente y proyectar el futuro. Por eso es imposible referirse a Binter sin recordar que su nacimiento a finales de los 80 tuvo por objeto asumir los vuelos entre islas que realizaba Iberia y su filial Aviaco. La gran marca española gestionó Binter desde 1989 hasta que en 2002, y como consecuencia de la privatización de la matriz, los vuelos insulares fueron adquiridos por un grupo de empresarios canarios nucleados alrededor de la figura de Rodolfo Núñez, actual presidente de la compañía aérea y accionista de referencia.

Núñez, que había transitado profesionalmente por la propia compañía y por Fred Olsen, ha sido el escultor de la Binter que ha decidido salir del reducto canario y volar más lejos. Si su presidente fuera un empresario madrileño al frente de una empresa del Ibex 35 recibiría constantes reconocimientos por su capacidad, intuición y olfato como gestor. En Canarias le cuesta más ser profeta, pero a la postre en su bolsillo reside la llave que permite un turismo interinsular perfecto, una conectividad permanente y un servicio público que sorprende en tiempo de productos low cost también en la aviación.

Binter ya no solo vuela entre islas del Atlántico español. Trabaja en Portugal y sus territorios de ultramar, conecta con Marruecos y, más recientemente, ha comenzado a operar vuelos con destinos de la Península. Su última consecución es volar a diario a Madrid. La conectividad con la capital española es nuclear para conseguir que esa ruta no se convierta en un coto cerrado de las aerolíneas baratas que transportan viajeros como si de otras especies se tratara. Binter planta cara a Vueling, Ryanair, EasyJet y otras tantas empresas que han hecho grandes negocios en los cielos. Y, sosegada, espera su oportunidad para pescar en la fusión entre Iberia y Air Europa. Lo que técnicamente es una integración resulta, a la práctica, una absorción del pequeño por parte del grande. Pero abre un mercado que Bruselas intentará alejar del monopolio. Es un momento óptimo para una compañía con intereses claros en el territorio canario y que, más allá de políticas de salón, se perfila como la mejor alternativa para la sociedad insular de cara a garantizar el futuro de su conectividad con el mundo.

Núñez es un visionario, como lo son Amancio Ortega (Inditex), lo fue en su día Isidoro Álvarez (El Corte Inglés), lo sigue siendo Juan Roig (Mercadona) u otros tantos emprendedores españoles que han construido grandes grupos gracias a una combinación equilibrada de olfato, esfuerzo y arrojo. En unos tiempos en los que el transporte de viajeros en Canarias ha perdido arraigo local (Armas ha caído en manos de unos fondos de inversión que apenas saben situar el archipiélago en el mapa), la apuesta de Binter por una canariedad bien entendida es un elemento que debe enorgullecer a la sociedad local. ¿Ganan dinero? Sí, y no poco. ¿Prestan buen servicio? Uno de los mejores de conectividad que se conocen en territorios insulares y así se lo ha reconocido el sector en más de una ocasión. Algo que ya querrían las islas Baleares para sí una vez se desmoronó por mala gestión el proyecto de Spanair.

Que esta semana hayan comenzado los vuelos entre Madrid y las dos capitales canarias no solo es una buena noticia para los usuarios de esa ruta. Constituye, de hecho, el preludio de la solidificación de una compañía robusta y solvente con base en las islas y mirada de luces largas. Todo Canarias debería apoyar y arropar una iniciativa que tiene un carácter originario local, pero que aspira con todo el derecho y legitimidad del mundo a convertirse en una realidad global. Binter es tan exportable como el mojo, el sol y las playas…

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