Como si de una serie de TV se tratase, “Arriba y Abajo”, o en este caso “Alegrías y Penas”. El final del Estado de alarma y por ello del Toque de Queda, hemos visto desde ayer, que ha traído Alegrías: centros comerciales con sus locales de ocio a rebosar, gente en la calle hasta las tantas, y por supuestos los esperados botellones de la muchachada, ansiosa por liberar hormonas al ritmo de reggaetón.
Alegrías más sanas, como el hecho de que alemanes, holandeses y daneses, ya podrán viajar a las islas (esperamos a los británicos), y la hostelería ha comenzado ya animarse, junto a líneas aéreas y turoperadores. Alegrías porque la gente vuelve a recuperar la sonrisa y la vacunación avanza, con sus carencias y con sus momentos de descoordinación, pero avanza.
Penas porque tengo la sensación de que todavía no estábamos totalmente preparados para esto, por mucha mascarilla y medidas de higiene que sigamos tomando. Penas porque tengo la enorme preocupación de comprobar si dentro de dos semanas aumentarán los contagios...y las muertes. Pena porque como bien ha dicho el presidente Ángel Víctor, no creo que haya nada que festejar.
Alegría porque parece que en breve las terrazas podrán abrir hasta las dos de la mañana. Pena porque el viernes fallecía por Covid un bebe de 4 meses y hace una semana, un niño de 6 años, por muchas patologías previas que tuvieran, pero pena...y más pena por los 757 canarios que nos han ido de las manos y ya no están entre nosotros.
Primer fin de semana en 5 meses en que estamos sin Toque de Queda. Alegría por ello. Pena por que éste, es el periodo más crítico al que nos enfrentamos. Va a llover sin paraguas. Ya solo nos falta saber si queremos que nos llueva desnudos o vestidos de la responsabilidad que se nos supone. Yo espero que los bolsillos, los llenemos de guerras ganadas, y de más alegrías y menos penas. Está en nuestras manos: Alegrías o Penas.