Para el mundo de la comunicación en Canarias, es un día triste. También lo es para el sector de la cultura y en concreto de la música. Para los que le trataron, se ha ido una gran persona y un gran amigo, entre los que me encuentro. Nos ha dicho adiós Guillermo García-Alcalde, gran periodista y gestor de medios, de talante abierto y liberal.

Sus primeros pasos los dio en La Nueva España de Oviedo en los años sesenta, como crítico musical con 21 años, desarrollando la mayor parte de su carrera periodística en Canarias, no solo como director de La Provincia a los 31 años, siendo el director más joven de España, sino posteriormente como director de Editorial Prensa Canaria y como directivo del Grupo Editorial Prensa Ibérica.

Su presencia en el periodismo de Canarias constituyó un gran revulsivo, y sus ideas liberales y progresistas, nunca le apartaron de la voluntad de acercamiento y entendimiento con los diferentes espacios políticos del Archipiélago, siendo respetado por todos ellos durante sus más de 30 años de actividad profesional.

También fue un referente en el periodismo cultural como crítico especialmente musical, sin olvidar la danza y demás artes. En definitiva, símbolo de cultura y saber.

Evidentemente que en unas ligeras palabras hacia un gran profesional, se nos quedan cortas y muchas cosas por decir. Sin duda están ahí. Por eso expreso mi enorme tristeza, porque un gran periodista, culto e inteligente y sobre todo gran persona y amigo, se nos ha ido.

Guillermo García-Alcalde sentó cátedra. Siempre lo recordaremos. Pero es cierto que "cuando un amigo se va, queda un espacio vacío".