El Carnaval de verano está a punto de empezar en Santa Cruz, con una afluencia esperada de 800.000 personas a lo largo del fin de semana y más de 400 artistas en sus escenarios. La tan esperada cita ha provocado un lleno turístico en la ciudad y los carnavaleros ya están diseñando sus disfraces.
Los bazares todo a cien llevan semanas vendiendo todo tipo de materiales para fabricar disfraces caseros y también vestimentas ya confeccionadas. Aun así, hay quienes lo dejan todo para última hora y todavía no tienen nada preparado. Con los materiales agotándose, te traemos cinco propuestas de disfraces caseros y sencillos que harás en menos de cinco minutos.
El hueso del aguacate
El aguacate se ha convertido en el producto agrícola con mayor crecimiento de Tenerife, duplicando en diez años su superficie cultivada, lo que ha supuesto un aumento de la producción, que ha pasado de 1,7 millones de kilos en 2012 a más de 4,29 millones en 2020.
Cada vez más tinerfeños consumen aguacate y es por eso que disfrazarse de esta fruta no es mala opción precisamente en Tenerife. Además, es un disfraz muy sencillo de hacer, especialmente para personas con barriga. Solo hacen falta una cartulina verde, grande y consistente, unas gomas para sujetarlo al cuerpo, una segunda cartulina de un verde más oscuro para el contorno y unas tijeras para darle forma. Con dos recortes circulares se harán los huecos para la cara y la tripa, que hará las veces del hueso del aguacate.
Carretera en obras, disculpen las molestias
Para disfraces sencillos en grupo, lo mejor es vestirse de conos de señalización vial. Son un disfraz fácil de hacer, pues sólo requiere cartulinas o cartones grandes y naranjas y unas tiras de cinta americana o cinta de carrocero para hacer los reflectantes del cono.
Además, una persona acompañante tendrá que disfrazarse del operario que coloca los conos, con un chaleco reflectante y un casco de obra. Es un disfraz grupal idóneo para grupos de tres o más personas.
Teléfono mi casa
Después de dos años sin Carnaval, es muy probable que algunos acaben la fiesta desorientados buscando su casa. El mejor disfraz para estas ocasiones es el de E.T. el extraterrestre en la cesta de la bicicleta de Elliot.
Es una vestimenta sencilla de recrear. Tan sólo hacen falta un suéter rojo con capucha, una caja de fruta para hacer las veces de cesta de la bicicleta, un peluche envuelto en una sábana blanca y una fotocopia de la cara de E.T. para pegarla sobre el peluche. También puedes pintarte la cara con tonos blancos para simular la palidez de Elliot en aquella escena de la película. Una pequeña luz roja debajo de la manta para recrear el dedo del extraterrestre es un remate perfecto para el disfraz.
Mamá, no hay papel
Uno de los mayores miedos cuando vamos al servicio es encontrarnos con que el rollo de papel se ha agotado. Podría ser un disfraz perfecto para Halloween, pero también vale para estos carnavales. Además, es fácil de conseguir con poco esfuerzo.
Tan sólo hace falta crear un cilindro grande de cartón y pegale unas tiras de papel higiénico, como si se hubiese acabado. También vale una venda blanca para conseguir el mismo fin y que sea más consistente. Con un par de cuerdas o gomas, sujetaremos el rollo a los hombros. También se pueden hacer dos agujeros a los lados para sacar los brazos.
A por uvas
La última propuesta es, seguramente, la más sencilla de conseguir, aunque la que menos tiempo durará durante la noche, probablemente. Para disfrazarse de racimo de uvas sólo es necesario un paquete de globos verdes o morados, dependiendo del tipo de uva que queramos ser.
Tras hinchar un par de docenas de globos, habrá que pegarlos sobre el cuerpo et voila. También se puede adornar la cabeza con un una recreación del tallo del racimo, lo que le dará más credibilidad. Eso sí, recuerda recoger los globos que pinches por el camino para no dejar basura tras de ti.