"Jameos del Agua tiene unas condiciones acústicas envidiadas por cualquier auditorio artificial"

Javier San Juan es madrileño, pero tiene parte de sus sueños y realidades anclados en las Islas.

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Javier San Juan sabe, conoce de acción cultural, y hace camino, en gerundio, creando espacios, encuentros artísticos, fajándose cuando hace falta estar a pie de obra en cualquier producción, sea de la dimensión que sea. En Lanzarote promueve, como parte de grupos de trabajo, algunos proyectos llenos de vida, originales y exitosos. Es madrileño, pero tiene parte de sus sueños y realidades anclados en las Islas.

- ¿De dónde viene su estrecha relación con la isla de Lanzarote?
- La casualidad me trajo a la Isla en el 1999; nada más bajarme del avión la Isla me sacudió  y me enamoró. Desde entonces Lanzarote y sus gentes me han convertido en la persona que soy a día de hoy.

 - ¿Qué es lo que más echa de menos de las Canarias viviendo en Madrid?
- Bueno, resido en Madrid entre semana, casi todos los fines de semana estoy en las Islas, sobre todo en Lanzarote, con lo que no me da tiempo a añorar mucho. Son las pequeñas cosas cotidianas las que más sufro en Madrid; te pongo un ejemplo, echo mucho de menos el viento. En Madrid es raro el día que sopla, el olor a la marea y la cordialidad de la gente canaria. Cada vez que escucho a alguien hablando con acento canario se me alegra el día. 

"En Canarias falta iniciativa real privada, gente que tire de verdad con sus propios recursos; años de subvenciones han conformado una cultura del solo hago si me lo pagan que mata la frescura, la emprendeduría y un arte realmente libre e inconformista"

 - Háblenos de los proyectos culturales en los que trabaja en Lanzarote…
- Mi madre me dice que soy hiperactivo, jeje, pero para resumir... me encuentro desarrollando el proyecto del Jameos Music Festival junto a Nacho Larache y Bruno Suárez en coproduccion con los Centros de Arte Cultura y Turismo de Lanzarote; es un proyecto auténticamente ambicioso por el espacio en sí y la línea de programación, cuatro fechas en las que reunimos a los auténticos tops internacionales como djs o como productores en el increíble espacio de Jameos del agua. Puro soul, disco y funk.

Actualmente he montado junto a The PiriExpirience y Bruno Suárez un nuevo proyecto que va muy en la línea de reconversión y rehabilitación de espacios hoteleros en lugares para la música. En el marco incomparable de la Isla Mai Tai del hotel Sand Beach Resort en Costa Teguise estamos realizando cuatro eventos al año, diurnos, frescos, de alto contenido artístico y que están siendo sold out tras sold out. Malvasoul es ya una realidad entre los eventos guapos que ofrece Lanzarote. Estamos a punto de colgar el cartel de no hay billetes para el 20 de julio. Además de todo esto, sigo con mi faceta de dj con residencia mensual en un nuevo espacio fabuloso llamado La Grulla.
 
- ¿Qué posibilidades ofrece un espacio como los Jameos del Agua?
- Posibilidades todas las del mundo, aunque siempre teniendo en cuenta las particularidades del sitio. Es un espacio que debe ser usado; para ello se creó, si no, en mi opinión mejor haberlo dejado en su estado salvaje. Jameos del Agua es un espacio único, con una magia increíble, unas condiciones acústicas envidiadas por cualquier auditorio artificial. Dentro del respeto a su naturaleza, a la obra de César Manrique y a su conservación, debe de ser usado para eventos musicales o no, pero que pasen por la excelencia y por la absoluta calidad.

- Según usted, ¿qué le falta a Canarias en lo referente a producción cultural?
- ¿Qué le falta o qué le sobra? Creo que falta iniciativa real privada, gente que tire de verdad con sus propios recursos; años de subvenciones han conformado una cultura del solo hago si me lo pagan que mata la frescura, la emprendeduría y un arte realmente libre e inconformista. No digo que las subvenciones sean malas y más en una zona con limitaciones geográficas como Canarias, pero no puede ser el único camino. El resultado de un arte siempre subvencionado es un arte dócil y manejable, que nunca estará destinado a cambiar destinos ni realidades.

Ejemplos claros de que camino hay que tomar son Tropicalia  y Aguere Cultural en Tenerife, Mojo Fest en Gran Canaria, colectivos como la LLam Street en La Palma o el propio Malvasoul.  Con esto para nada quiero restar merito a proyectos maravillosos que lo están haciendo increíble apoyados en lo público, pero necesitamos de manera urgente mujeres y hombres que tiren de la cultura a título personal y asumiendo riesgos.

Sobrar, sobran egos y desunión de la escena, no digo que pase por el mundo asociativo, que se queda en muchos casos en mucho hablar y poco hacer, pero aquí señores hay que remangarse, comunicarse, quererse, cuidarse y respetarse, ya que todos estamos en el mismo barco, y el fracaso de unos es el fracaso de todos. Honradez, formación, profesionalización y, amigos,  sobre todo pasión. Pasión absoluta por la música, de esa que a veces no te deja dormir, pensando que esas horas podrías estar haciendo algo productivo. El éxito de Canarias como destino cultural solo pasará por muchas horas de curro y hacer las cosas como es debido y pensar en el bien común.


- Y en este mismo sentido, ¿cuáles son las principales fortalezas de las Islas?
- Sin duda, un público excelente y cosmopolita, multicultural y abierto que acude cuando se hacen bien las cosas, una climatología bendecida que nos permite ampliar las temporadas de festivales, una fiscalidad en materia cultural privilegiada  y localizaciones únicas que debemos de explorar.

- Háblenos de su faceta como dj… ¿cómo sería para usted una sesión perfecta?
- Jeje , la sesión perfecta no existe, pero para mí sería cuando conectas de tal manera que sabes por anticipado qué reacción va a tener el público con el siguiente tema.  Me gustan las sesiones largas y diversas en estilos y sobre manera me gusta que el respetable no solamente baile y se divierta, sino que con tu selección se provoque sentimientos más profundos y complejos. También me gusta mucho cuando las puedo compartir con amigos , como es el caso de mi compañero habitual de sesiones Marcos Boricua.