Renault Clio 1.0 TCe Zen: más millenial todavía

Su mayor gancho al respecto es la pantalla vertical -tablet se podría decir- del sistema de infoentretenimiento que monta el nuevo Clio en sus versiones más equipadas. Es táctil y tiene una medida de 9,3 pulgadas, lo que la convierte en la más grande del segmento. Gracias a que el sistema equipa una tarjeta eSIM el coche puede recibir (una ruta que hayamos buscado previamente en la oficina o en casa) y enviar información (el estado del vehículo al conductor o bien al taller).

Otro de los elementos que refleja su mayor dosis tecnológica es que, por primera vez, el Renault Clio puede montar cuadro de relojes digital personalizable (de hasta 10 pulgadas dependiendo del acabado elegido). Tanto la pantalla central digital como la que está detrás del volante (multifunción) han permitido a Renault agrupar el resto de funciones y diseñar un salpicadero minimalista.

Esta concentración en tres elementos principales hace que el puesto del conductor sea muy ergonómico y le quede todo a mano (los modos de conducción se accionan desde un botón que está en la parte central del salpicadero y no al lado de la palanca de marchas, como en otros vehículos de la competencia).

Espacio interior

El espacio atrás está más pensado para dos adultos que para tres, a pesar de que el túnel central no es muy intrusivo para las rodillas. El maletero, de 340 litros, es más profundo que ancho y cuenta con una boca de carga amplia y no muy alejada del asfalto, lo que facilita la introducción de bultos.

Diseño Experior

Por lo que respecta al diseño exterior, el cambio no es tan radical como el que se ha aplicado al interior. Se le puede definir como continuista, ya que cuesta diferenciar entre un Clio nuevo y el inmediatamente anterior. No hay posibilidad de carrocería de tres puertas y en la de cinco los tiradores de las puertas traseras están ocultas en la parte alta para que el coche dé más sensación de coupé.

En Efe hemos probado la motorización de gasolina TCe de 100 CV (también hay una de 72 CV y de 130 CV ligada a caja automática EDC; así como diésel BlueHDi de 85 y 115 CV) y el acabado más completo Zen (por debajo se sitúan Life, Intens, a los que complementa el más deportivo RS Line). El propulsor gasolina que hemos conducido está gestionado por una caja manual de cinco velocidades con desarrollos cortos que aprovecha muy bien la respuesta de este tres cilindros, que no suena en exceso ni transmite vibraciones al interior.

Para un conductor joven que no busque ser el primero en todo o una familia que necesite un segundo coche con potencia suficiente para salir a carretera con solvencia es un motor muy agradable de conducir y con un consumo muy llevadero.

El nuevo Renault Clio también goza de un chasis -estrena la nueva plataforma CMF-B de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi- bastante rígido que le aporta estabilidad y aplomo al vehículo en marcha. A ello también contribuyen unas nuevas medidas más compactas. Mide 4,05 metros de largo (12 milímetros menos que el Clio IV), 1,79 metros de ancho (4 mm menos) y 1,44 metros de alto (8 mm menos).

El nuevo Renault Clio también es más seguro que antes, ya que puede equipar hasta 12 ayudas a la conducción y los faros con los que sale de fábrica son de led, lo que aporta una claridad y nitidez al conducir de noche.

En definitiva, la quinta generación del Renault Clio llega con la misión de lograr los éxitos que han tenido sus antecesores, que en dos ocasiones han recibido el galardón al mejor coche de Europa. La marca gala ha puesto muchas esperanzas en este turismo que pronto se va a convertir en el primer Renault en tener una motorización híbrida y, por tanto, la etiqueta medioambiental ECO.

No lo va a tener fácil porque sus principales competidores también estrenan generación, como es el caso del Opel Corsa o el Peugeot 208.