Santiago Marrero: "Convivir en el edificio con personal sanitario no supone más riesgo que con otra profesión"

El médico Santiago Marrero, ponente en el debate online ‘Covid-19. Aquí SÍ hay quien viva’ este 23 de abril, aclarará dudas sobre salud y coronavirus en las comunidades de vecinos

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Cuidar la salud física y mental durante la cuarentena por el coronavirus Covid-19 es clave para ayudarnos a superar estos tiempos de pandemia. El temor y la ansiedad con respecto al contagio pueden generar emociones fuertes tanto en adultos como en niños. Lidiar con el estrés consecuente permitirá que usted, las personas importantes de su vida y su comunidad vean su salud fortalecida.

En AtlánticoHoy queremos dar una visión realista y positiva de la salud y la psicología en las comunidades de vecinos y cómo nos enfrentaremos a esa nueva etapa que se abre post confinamiento. Para ello, el próximo jueves 23 de abril, a partir de las 16.30 horas, junto al Colegio de Administradores de Fincas de santa Cruz de Tenerife, compartiremos con nuestros lectores y seguidores en las redes sociales el foro de debate ‘Covid-19. Aquí SÍ hay quien viva’, que se podrá seguir en directo a través del Facebook de AtlánticoHoy y la web del medio digital canario atlanticohoy.com

Este encuentro contará con la participación de tres expertos entre los que se encuentra Santiago Marrero, médico de familia en un centro de Servicio de Medicina Integrativa, donde han conseguido aunar "todo el conocimiento de la medicina oficial con los beneficios de la suplementación nutricional y el ajuste de la ansiedad", explica.

En esta entrevista concedida a AtlánticoHoy, este profesional sanitario adelanta algunas de las claves que compartirá en el debate, a la vez que alienta a los ciudadanos a que "traten de vivir la realidad de forma serena para disminuir el estado de ansiedad y evitar así perder capacidad inmunológica en estas situaciones de incertidumbre y ansiedad". 


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- ¿Cómo ve la situación actual de Canarias con respecto al coronavirus?
Canarias parece no estar tan afectada dentro del conjunto del Estado. También nos favorece el tema del aislamiento. Se sabe que, cuando hay un impacto económico, se produce una pérdida de la capacidad adquisitiva de muchas familias. Se prevé un incremento por encima del 20 por ciento del paro en Canarias, y el descenso de ingresos en las unidades familiares va a hacer que las mismas pierdan calidad nutritiva y que aumente el nivel de estrés por situaciones familiares, de tensión o de impagos. La pérdida de calidad nutricional de las familias canarias va a hacer que en los próximos cinco años aumente la morbilidad, el número de enfermedades crónicas que se establecen de base en el conjunto de la población canaria. Por ello, va a incrementarse la diabetes por una mala ingesta, porque donde se refugia la población cuando hay una pérdida de la capacidad adquisitiva es en el consumo de los hidratos de carbono, pues sacian rápidamente y uno tiene la sensación de haber comido. Pero no hay proteínas de calidad, comida fresca, fruta..., esto incrementa los estados inflamatorios, los niveles de azúcar en sangre. Estas situaciones aumentan el número de diabéticos, obesos, estados depresivos, etc.


"El estado inmunológico del huésped es mucho más importante para hacer frente a una infección de cualquier tipo que el propio germen, microbio, bacteria, virus o hongo. Si no tienes capacidad de responder a eso, eso sí que es definitivo"


Se sabe que en el año 2002 hubo un coronavirus que se llamó SARS, que fue el número uno, y en el año 2012 otro, que afectó sobre todo a medio Oriente. Es probable que cada ocho o diez años se vaya produciendo una epidemia que puede ser localizada en un continente solo o una pandemia como la actual, que afecta a muchos continentes al mismo tiempo. Si la próxima pandemia recae sobre un estado que no se recuperado nutritivamente y no tiene unos niveles de ansiedad controlados, el efecto va a ser terrible. El estado inmunológico del huésped es mucho más importante para hacer frente a una infección de cualquier tipo que el propio germen, microbio, bacteria, virus o hongo. Si no tienes capacidad de responder a eso, eso sí que es definitivo. 

- Comentaba que a veces se producen epidemias localizadas, mientras que en otros casos hablamos de pandemias que afectan a muchos países. Si nos centramos en espacios mucho más reducidos como puede ser una comunidad de vecinos, ¿qué pueden hacer sus habitantes para ayudar a prevenir los contagios? 
Lo primero, que los vecinos se nutran adecuadamente y tengan el mejor estado inmunológico posible. Eso se consigue comiendo bien, haciendo ejercicio, descansando, teniendo buenos estilos de vida. Si las asociaciones de vecinos tienen el suficiente tamaño para promover actividades de ocio o que impliquen actividad física, así como encuentros tipo cultural, estas iniciativas hacen que la gente viva y piense que merece la pena, que tengan una satisfacción y una motivación por participar, por colaborar, etc., lo que mejora nuestro sistema inmune.

"No vale dejar en un bajante un chorro de lejía que se está evaporando durante horas. Cualquiera que pasa por ahí respira esos gases. Tampoco vale usar sustancias que sean disruptores endocrinos"


- ¿Y ahora mismo? ¿Cuáles son sus principales recomendaciones teniendo en cuenta el confinamiento y el riesgo de contagio?
Lo primero es cumplir las normas que dictan los responsables de Sanidad, el uso de mascarillas y guantes. Asimismo, las superficies de contacto de mucho uso, como una puerta de un ascensor o las barandillas de las escaleras tienen que estar desinfectadas. Las zonas comunes, como el hall de un edificio o garaje, deben ser tratados con ozono vaporizado, lo que sucede es que no es respirable porque irrita el pulmón. Debería hacerse por la noche. Una técnica fabulosa. 


 

- ¿Cuál es el punto más delicado o inseguro con respecto al coronavirus en un edificio?
Diría que el ascensor es un elemento clave común. Muchas personas lo usan. Iría por la escalera para hacer ejercicio físico y así evitaría estar en contacto con los botones, asideros, etc., que a su vez están en contacto continuo con las manos de otras personas. Debemos usar pañuelos o guantes al entrar en contacto con un virus en la superficie. Además, ahí no podemos guardar el metro y medio de distancia de seguridad. También es importante no estornudar al paso de una persona, ni toser. 

- ¿Cree que llegaremos a instaurar nuevas exigencias de limpieza y desinfección en las zonas comunes o considera, sin embargo, que estas medidas de prevención deben incrementarse solo el tiempo que dure la pandemia?
Creo que durante el tiempo que dure la pandemia. Luego, de forma habitual, serán los servicios de limpieza los que tengan en cuenta que a las zonas comunes deben prestarle especial atención. Que tomen conciencia de que este virus dura 48 horas sobre el acero o metal, o 24 horas en el cartón. Deben conocer los elementos transmisores de un virus como este, con una capacidad de vida larga. 


"Lo que produce más daño sobre la inmunidad del ser humano es la ansiedad, que se provoca básicamente por la incertidumbre. ¿Qué va a pasar mañana? ¿Esto cuánto va a durar? Sin contar con el cansancio que supone el alargamiento de los periodos de confinamiento cada quince días"


- También en las comunidades de vecinos se dan casos de personas que, por un exceso de celo al querer limpiar o desinfectar, acaban mezclando productos incompatibles y causándose una intoxicación. 
Absolutamente. Hay que hacer énfasis en esto. Hay un montón de productos que no valen, pero no solo ahora. Quien toma esa decisión en cada comunidad optará a veces por productos que impliquen ahorro por baratos, pero los productos tienen una cierta toxicidad. No vale dejar en un bajante un chorro de lejía que se está evaporando durante horas. Cualquiera que pasa por ahí respira esos gases. Tampoco vale usar sustancias que sean disruptores endocrinos. Pueden afectar a embarazadas, niños pequeños, a la gente mayor. Hoy hay productos biológicos que pasan por auditorías de seguridad y no producen esa contaminación química de productos de bajo coste.

- Aparte de la limpieza y desinfección, ¿qué recomienda a los vecinos en este momento?
Animarse entre ellos, además de todo lo dicho anteriormente. Hablarse desde el balcón, dejarse notas, felicitar con un cartel a alguien que cumple años, pero no yendo a abrazarle. Básicamente, que cumplan las normas que se dictan por el aislamiento, tratando de animarse mutuamente en la medida que puedan. Lo que produce más daño sobre la inmunidad del ser humano es la ansiedad, y esto se provoca básicamente por la incertidumbre. ¿Qué va a pasar mañana? ¿Esto cuánto va a durar? Sin contar con el cansancio que supone el alargamiento de los periodos de confinamiento cada quince días. Eso crea incertidumbre y ansiedad en el ser humano.

- Queríamos conocer su opinión sobre el miedo producido en algunos vecinos por convivir en el mismo edificio que personal sanitario en activo. ¿Qué les diría?
No hay ningún riesgo mayor que cualquier otra persona con otra profesión. El médico, una persona más, tiene que cumplir las mismas medidas de prevención. Mascarillas, guantes, no dar abrazos, guardar la distancia interpersonal como el resto de las personas. Hay una parte de desconocimiento ahí. No supone un riesgo mayor. Ellos están trabajando todo el día ahí en el hospital y el nivel de contagio comparado con la población general que no trabaja ahí no es significativo.