La zona norte de Lanzarote sigue sin Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE). La instalación estaba prevista que comenzara en julio, pero aún no lo ha hecho. El Gobierno de Canarias, por medio del consejero de Administraciones Públicas, Justicia y Seguridad, Julio Pérez, ha asegurado que se intalará pronto y que el motivo de su retraso es la discusión que existe en torno a su instalación.
Entre las funciones del radar, al que se destinarán 226.417 euros, se encuentra detectar a larga distancia las embarcaciones que se aproximen al litoral, identificar el tipo de embarcación y a sus tripulantes, coordinar el seguimiento con la Guardia Civil y, en un supuesto caso, interceptar a los presuntos delincuentes y poder auxiliar a las personas que lleguen desde las embarcaciones.
Ante el retraso del comienzo de la instalación del sistema, Astrid Pérez, diputada del Grupo Popular en el Parlamento de Canarias, piensa que "se podrían haber evitado" muertes de personas migrantes si hubieran instalado ya el SIVE en el norte de Lanzarote. La diputada también ha criticado que el Gobierno “echen la culpa a Europa” por el retraso de la infraestructura.
Críticas de CC a la gestión migratoria
A Julio Pérez también le ha tocado defenderse de las críticas del diputado del Grupo Nacionalista (CC-PNC-AHI) Oswaldo Betancort, con respecto a la valoración que hace de la gestión del Gobierno del Estado ante el repunte migratorio de los últimos meses.
Betancort ha exigido la representación del Gobierno central en la comisión parlamentaria sobre inmigración. Además, ha afirmado que la situación no ha mejorado con respecto a hace dos años, cuando Canarias "dio la vuelta al mundo" con las imágenes del "muelle del horror" de Arguineguín y "los hoteles con menores".
Pérez ha replicado que aunque en materia de inmigración "nada parece suficiente" mientras sigan llegando pateras y cayucos, en los últimos meses se han producido actuaciones del Gobierno y de la UE que "deben de calificarse de mejora".
El consejero se refería así a la capacidad de acoger a 4.600 personas que entonces no había, al traslado de migrantes entre islas para su filiación y las derivaciones y repatriaciones de los millones de euros a Marruecos para que frene la salida de personas desde sus costas.