El artista Juin ha denunciado en sus redes sociales un acto de vandalismo contra el mural de la nueva sede social del Ayuntamiento de Tías. En el municipio, se llevó a cabo un proyecto comunitario muy especial: un mural colectivo creado por mujeres mayores de 60 años junto a personas migrantes, quienes plasmaron sus historias y experiencias de llegada a la isla de Lanzarote. Sin embargo, hace unos días, se encontraron la pared tachada con spray negro.
El encargado de dirigir el proyecto expresó su frustración y tristeza ante un acto de estas características que supone tanto un “delito contra un edificio público como un delito de odio”. El artista ha señalado que la entidad municipal ya ha dado el paso a denunciar el suceso ante las autoridades para llevar a cabo una investigación.
Discursos de odio
"Es incomprensible que hoy en día sigan ocurriendo estas cosas. Cada vez hay más gente que tiene este tipo de discursos que son, al final, discursos de odio y no llevan a ningún sitio", afirmó el artista. La obra apareció hace unos días llena de pintadas negras, destruyendo el esfuerzo y la creatividad de las personas que participaron en su elaboración.
El Ayuntamiento de Tías ha denunciado formalmente este acto de vandalismo, calificándolo no solo como un delito contra un edificio público, sino también como un delito de odio. "Sabemos de quién se trata y la ley se encargará", asegura el artista en un vídeo publicado en sus redes, donde también hace un llamado a la reflexión y al respeto. "¿Me van a decir que no es triste que una persona se levante por la noche con un spray negro y reviente el trabajo de unas personas porque considere que la inmigración es mala?", cuestionó.
Un espacio de integración y aprendizaje
El mural, que se había convertido en un símbolo de unión y diversidad, reflejaba las experiencias de personas que llegaron a la isla en circunstancias difíciles y logró generar conversaciones significativas entre los participantes. Este proyecto forma parte de los esfuerzos del Consistorio para ofrecer un espacio de integración y aprendizaje, donde se imparten clases gratuitas de español y se promueve la convivencia.
"Es un edificio público que han vandalizado y lo más fuerte es que se trate de un delito de odio. Estas personas no están conformes con que ese edificio fuera antes una iglesia evangélica y ahora sea un espacio en el que las personas tienen la oportunidad de aprender español de manera gratuita", comentó Juin. El artista destacó la importancia del proyecto como símbolo de unión y civilización, en contraposición a los actos de odio y vandalismo.
A pesar del ataque, Juin está decidido a restaurarlo tantas veces como sea necesario. "Este mural lo vamos a volver a pintar una y otra vez, todas las veces que haga falta. Si tenemos que ir a hablar con estas personas, iremos a hablar porque nosotras somos personas civilizadas y podemos conversar, estemos de acuerdo o no con ciertas cosas, pero no vamos a reventar el trabajo de otra gente", concluyó el artista.