La iglesia de San Roque, en Tinajo, Lanzarote, recupera una pieza única de su patrimonio litúrgico gracias a la restauración de su armonio, un instrumento histórico fabricado en París en la década de 1850 por la reconocida casa Alexandre et Fils.
Este esfuerzo ha sido posible gracias a la colaboración entre la Consejería de Universidades, Ciencia, Innovación y Cultura del Gobierno de Canarias, dirigida por Migdalia Machín, y el Ayuntamiento de Tinajo.
El armonio, identificado como el modelo Drawing Room Model by Alexandre et Fils, destaca no solo por su antigüedad, sino también por sus características únicas. Es uno de los cuatro instrumentos similares que existen en Canarias y, además, el único que cuenta con un acople adicional, lo que lo convierte en el más valioso y grande de su tipo en el Archipiélago.
Testimonio intacto
El instrumento nunca había sido sometido a una restauración profunda, lo que incrementa su relevancia como testimonio intacto del pasado litúrgico y cultural de la iglesia de San Roque.
La restauración, llevada a cabo por Alejandro Jesús Rodríguez Rubio, se centró en recuperar la integridad del mueble que recubre el armonio, así como elementos como la tapa, el atril y las lengüetas, garantizando la conservación del 99% de su sonoridad original.
La consejera destacó la importancia de proteger el patrimonio cultural. “El patrimonio cuenta la historia de nuestro pasado, el devenir de nuestra sociedad y las costumbres de la época. Es responsabilidad de las instituciones colaborar y poner los medios para salvaguardar la memoria de nuestros pueblos”.
Por su parte, el alcalde de Tinajo, Jesús Machín, agradeció al párroco de San Roque, Francisco García, por su compromiso con la memoria histórica local. Según el alcalde, este esfuerzo permite que la iglesia se convierta en un enclave cultural.
Un patrimonio con futuro
La restauración del armonio no solo devuelve al pueblo de Tinajo un tesoro musical, sino que también abre nuevas posibilidades para su uso en actividades culturales.
Este instrumento histórico, con sus características singulares y su valor artístico, se posiciona ahora como un símbolo del compromiso de la comunidad y sus instituciones con la preservación y difusión del patrimonio cultural de Canarias.