La mitad del agua producida en Lanzarote se pierde: “Me afecta para hacer mi vida normal”

¿Cómo es vivir con constantes cortes de suministro y averías? Una vecina de Tiagua, en el municipio de Teguise, cuenta cómo afronta no tener agua en su casa día sí y día no

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Un grifo del que no sale agua / AH
Un grifo del que no sale agua / AH

El agua en Lanzarote continúa siendo un problema, que no es nuevo, sino que la isla lleva arrastrando desde hace décadas. Es algo que dicen los vecinos y vecinas conejeras, así como los agricultores, que siempre han tenido el recuerdo de la preocupación por este recurso y la gran posibilidad de que cuando se vaya a abrir el grifo, no salga ni una gota, incluso en semanas. 

Esta problemática no surge de la sequía, que es un tema aparte, sino de las circunstancias que rodean a la red de distribución del agua en la isla. Según el Centro de Datos de Lanzarote, en 2023 se produjeron 29.487.726 m3, sin embargo, solo se llegó a consumir poco menos de la mitad. El suministro hídrico conejero se ve perjudicado por cortes de agua, averías y unas infraestructuras obsoletas que afectan al día a día de la población para hacer su “vida normal”. 

Comprar garrafas para ir tirando

Eliana Parrilla es una de las 163.543 personas que residen en Lanzarote. En concreto, vive en Tiagua, un pueblo del municipio de Teguise, donde “siempre nos ha afectado el tema de los problemas de agua de toda la vida”. Así lo recuerda con sus 24 años, ya sea “por corte, averías, no subir la presión del agua o, incluso, no tener agua en la calle directamente porque no habilitan el sistema”, cuenta. 

Esto la afecta a ella, a su familia, a la gente del pueblo, así como a muchos puntos de población de la isla en su día a día. “Me afecta a todo, tanto para poner lavadoras como para hacer comida o para ducharme, en sí para hacer vida normal”, expone la joven. Una situación que no se trata de algo puntual, sino que, según asegura Parrilla, puede alargarse incluso a lo largo de una semana. 

El agua para los turistas

La casa en la que vive Parrilla es de estas antiguas en el pequeño pueblo en mitad de Lanzarote y cuenta con un aljibe con el que han podido ir escapando “de una manera u otra”. No obstante, también se han visto en la tesitura, “en situaciones chungas”, de tener que comprar agua embotellada y de garrafas para poder cocinar o ducharse, entre otras cosas. 

La joven no entiende cómo se ha podido llegar a una situación en la que hasta en los propios medios se informa “todas las semanas” de cuáles van a ser los pueblos afectados por los cortes de agua. Como otras personas y se ve reflejado en las redes sociales - también fue una de las grandes críticas de las manifestaciones del 20 de abril contra el modelo turístico -, Parrilla defiende y pide a las instituciones un mayor cuidado y mejora del sistema de agua en las zonas de la isla que no son turísticas, pues “las zonas turísticas nunca sufren esas cosas y no se han visto en la misma situación que vivimos en los pueblos”. 

El Centro de Datos de Lanzarote recoge que en 2023 se produjeron 29.487.726 m3, de los que se consumieron 13.319.432 m3 (13.231.494 m3 por contadores y 87.938 m3 por cubas). El año pasado no hay cifrado el número de abonados en esta plataforma de datos de la isla, pero en 2022 alcanzaba el número de 74.914 abonados, una cifra que ha ido creciendo cada año. 

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