El Cabildo de Lanzarote ha dado a conocer este lunes una estrategia a la que ha destinado un millón de euros, con el fin de promover comportamientos de aprecio, respeto y protección de la citada isla y de La Graciosa, con el fin de lograr un modelo turístico sostenible y respetuoso con el entorno natural y cultural.
Según ha informado el Cabildo en comunicado, el presidente insular, Oswaldo Betancort, ha presentado esta iniciativa, que se desarrollará bajo el nombre de Estrategia de Concienciación por un Turismo Ético y Responsable, y se centra en el turista que visita la isla y también en las áreas esenciales implicadas en el cuidado del medio natural.
Con esta estrategia se pretende promover comportamientos de aprecio, respeto y protección de las islas de Lanzarote y La Graciosa e inspirar una relación de equilibrio con el territorio que contribuya a la calidad de vida y al progreso, maximizar los beneficios del sector reduciendo al mínimo el posible impacto negativo de este en el entorno natural, el patrimonio cultural y la ciudadanía.
Conservar el patrimonio
"Con este proyecto, damos un paso decisivo hacia un turismo que no solo genere beneficios económicos, sino que también contribuya activamente a la conservación de nuestro valioso patrimonio natural y cultural", ha destacado Betancort. La iniciativa también persigue prevenir actitudes tendentes a crear un clima de turismofobia, fomentando vínculos armónicos entre quienes visitan la isla y quienes la habitan.
"Queremos que los turistas que visiten Lanzarote lo hagan con una comprensión profunda de nuestra cultura y de la importancia de preservar nuestro entorno. Lanzarote es mucho más que un destino de sol y playa, es un territorio con una identidad única que debemos proteger", ha manifestado el presidente del Cabildo.
Como primera acción de esta estrategia, el presidente del Cabildo invitó a dos turistas recién llegadas a la isla a firmar un decálogo ético, escenificando así el inicio del compromiso que esta iniciativa busca fomentar entre los visitantes. Este gesto marca el arranque simbólico de la campaña y refuerza el mensaje de que Lanzarote y La Graciosa requieren un trato respetuoso por parte de quienes las visitan, indica la nota.