El pasado sábado, más de 15 asociaciones de vecinos de La Laguna se manifestaron en el entorno de la plaza del Cristo contra el caos circulatorio que ha colapsado el casco histórico del municipio y que han provocado los últimos cambios en el tráfico desde el ayuntamiento.
Modificaciones que tienen su germen en la prohibición de circulación -salvo para los vecinos- por el camino El Cañaveral, una calle sin aceras que usaban miles de vehículos cada día para acceder a los barrios de la zona (San Roque, la Rúa, Jardina, Las Mercedes, El Bronco o San Diego) y, sobre todo, para llegar con avidez a la Vía de Ronda. “Estamos todos de acuerdo en el cierre del Cañaveral porque esa calle no cumple el mínimo en cuanto a seguridad vial”, aclara a Atlántico Hoy el presidente de la Asociación de Vecinos Ruala, Marcos Llarena, principal impulsor de la movilización.
Escrito de la Policía Nacional
Este nuevo contexto ya había generado problemas en el entorno, pero la coletilla final llegó cuando la Policía Nacional solicitó por escrito al ayuntamiento revertir el cambio de sentido desde Nava y Grimón a Tabares de Cala por una cuestión de seguridad ciudadana, pues la comisaría está muy próxima y se le había complicado un recorrido de rápida actuación.
“Esta manifestación fue porque, desde enero de este año, venimos sufriendo una serie de perjuicios relacionados con el tráfico, generando colas que no existían en el camino de Las Peras, en el camino de La Rúa, en Tabares de Cala y en la calle Nava y Grimón”, relata Llarena, que recuerda que el ayuntamiento, en la “única reunión” que tuvo con todas las asociaciones y ciudadanía -el 21 de febrero de 2022-, les informó que se iba a cerrar el paso al Cañaveral, “pero el resto seguiría igual”, salvo un cambio de sentido temporal entre Tabares de Cala y Nava y Grimón.
Único sentido de la Rúa
“Hasta ahí todos contentos”, comparte el representante de Ruala. “Lo que pasa es que nos encontramos de repente que el camino de la Rúa lo hacen de un único sentido hacia el norte y el camino de la espera con un único sentido hacia el sur (desde El Cañaveral), es decir, hacia el centro de La Laguna”.
Así, Llarena afirma que “esas dos cosas no estaban acordadas con los vecinos” y lo que más le molestó es que no solo no devolvieran entonces los dobles sentidos, sino “volvieron a revertir el sentido de la calle de la plaza del Cristo” después de una solicitud formal de la Policía Nacional por la mencionada cuestión de seguridad ciudadana.
Unilateral
Hoy en día, el camino Las Peras vuelve a ser de doble sentido, pero el camino de la Rúa sigue manteniendo el único sentido “con esos aparcamientos que nadie pidió". "Ha sido una decisión unilateral del ayuntamiento”, afirma categóricamente Llarena.
“El problema es que han cambiado todo lo que hemos acordado y eso genera que sigamos teniendo las colas interminables, ya que obliga a más de 3.000 vehículos diarios que quieren ir a la vía de Ronda o a los demás núcleos poblacionales a dirigirse hacia el centro de La Laguna para coger la calle Bencomo y volver a retomar Nava y Grimón; o te tienes que ir hasta Las Mercedes y meterte por el camino del Rayo. Lo que antes eran 400 metros, ahora son más de 2,5 kilómetros”, expone.
La polémica de las no reuniones con Badel Albelo
“El objetivo es tener una reunión con el ayuntamiento”, apunta Marcos Llarena. Concretamente con el concejal de Movilidad y Seguridad Ciudadana, Badel Albelo, con quien han surgido desavenencias a la hora de cerrar dicho encuentro. “Entendemos que, con el objetivo de desactivar la manifestación, el ayuntamiento nos envió un correo deprisa y corriendo el jueves antes de la misma, solo dirigido a la Asociación de Vecinos del Casco Histórico y a Ruala. Pero en todo este movimiento vecinal participan más de 15 asociaciones y nos pareció poco correcto. Por eso le contestamos que no nos daba tiempo material para ponernos de acuerdo y ver qué día nos venía bien a todos”, explica.
A pesar de no concretarse ese primer intento de reunión, las asociaciones enviaron una comunicación formal para reunirse el martes 16 y, si no, tendrían flexibilidad. “Obtuvimos respuesta el lunes 15 de la asesora del concejal Badel Albelo: ‘Buenos días. No nos podemos reunir. Muchas Gracias’”. Al día siguiente, nuevo intento con una respuesta surrealista: "Muchas gracias" y ya está.
“Creemos que no nos quieren recibir por la manifestación, pero bueno, se tiran piedras sobre su propio tejado, porque las elecciones están a la vuelta de la esquina”, asevera.
Confirmado por Albelo
“La reunión yo la quería tener previa a la manifestación. Si ya se celebró, ahora que estamos en periodo electoral, podremos reunirnos cuando mi agenda me lo permita”, confirma el concejal Badel Albelo, consultado por la situación, a Atlántico Hoy. “Le hicimos saber al presidente de Ruala la convocatoria de una reunión para el jueves antes de la manifestación con los vecinos del entorno para explicarle los últimos cambios”, indica, confirmando lo comentado por Marcos Llarena, que alegó que tenían que ser más de dos asociaciones convocadas.
“¿Con qué sentido para un problema específico?”, cuestiona Albelo. “Yo entiendo la solidaridad entre asociaciones, pero uno se manifiesta cuando no obtiene respuesta”, añadió visiblemente molesto. “Como presidente, lo que tenía que haber dicho, bajo mi punto de vista y sin haberme pedido una reunión previa, es: ‘He conseguido llamar la atención del concejal responsable para buscar una solución’. Y, si ya no le convencían mis explicaciones, pues entonces sí que hubiesen acudido a la manifestación. Simplemente tenía que haber venido él y, como mucho, con el representante del Casco Histórico”, sentencia.
Manifestación con tintes políticos
En este contexto, reconoce la sorpresa que le generó una manifestación tras una petición suya de una reunión, “que, habiéndolo hablado, se podía haber evitado”. “Observando la manifestación, quienes la encabezaban y quienes sostenían los carteles, la manifestación responde a un carácter electoralista que pierde un sentido respecto a la necesidad real para buscar soluciones conjuntas para los vecinos de la calle de la Rúa”, relata Albelo.
La reunión de 2022
Respecto a los acuerdos del alcalde con los vecinos que mencionó el representante vecinal a Atlántico Hoy, Badel Albelo recalca que Luis Yeray Gutiérrez y el antiguo concejal de Seguridad Ciudadana, Alejandro Marrero, les explicó que “todos los cambios que se hicieron podrían tener carácter retroactivo y respondían a lo que se conoce como Desarrollo Urbano Táctico Sostenible”. Es decir, probar una calle en un sentido y, si la ordenación del trafico no es la adecuada, volverla a cambiar, “que es lo que ha ocurrido con la calle entre Nava y Grimón y Tabares de Cala”.
La Rúa volverá al doble sentido
En ese marco de retroactividad, ha sido el propio concejal quien ha adelantado a Atlántico Hoy que el camino la Rúa volverá a recuperar su doble sentido, aunque resalta que se perderán los nuevos aparcamientos, algo que sí afirma que fue una petición vecinal. “Tenemos una petición de 2020, de antes del cierre del camino El Cañaveral, en la que los vecinos del entorno nos pedían aparcamientos y se les explicó que se les iba a dejar en un único sentido y uno de los carriles con aparcamientos, que es como está la actualidad”, asegura Albelo.
Sin embargo, viendo los graves problemas de tráfico generados por la última modificación en la calle de la plaza del Cristo, el edil señala que van a retrotraer el doble sentido. Algo que adelanta que "ya se esta impulsado para que se ejecute el dictado de la vía y recuperarlo”.
Encontrar la solución
Por último, y a pesar del choque que ha generado la manifestación, Badel Albelo expresa que “la voluntad del ayuntamiento y del alcalde es la de buscar una solución a la situación derivada a la prohibición del tráfico rodado del camino del Cañaveral”.
Además, esgrime: “Este ayuntamiento siempre ha tenido la mano tendida y hemos dado todas las facilidades para trabajar en conjunto en esto. Hay otros que han preferido convocar manifestaciones y quien tiene que dar explicaciones es el presidente de Ruala y no el concejal que les habla”.