Un municipio de supermanzanas peatonales y sostenibles es posible en La Laguna. Es la tesis que ha defendido este lunes Salvador Rueda Palenzuela, director de la Fundación de Ecología Urbana y Territorial en una ponencia en la Jornada Técnica de Transporte Guiado en Territorios Insulares organizada por el Cabildo de Tenerife.
Según ha defendido Rueda en respuesta a una pregunta formulada por Atlántico Hoy, tan sólo llevaría 10 años adaptar la propuesta que su equipo ha formulado para Barcelona a La Laguna. Los resultados estimados permitirían peatonalizar 2.500 calles, ganando el 61% de espacio urbano para el peatón pero afectando "sólo al 10% de los vehículos".
Una cuestión cultural
Reto que es, según Rueda, más una cuestión de voluntad política y "cultural" que un impedimento técnico. "Yo también soy psicólogo y les puedo asegurar que todos tenemos dentro de nuestro cerebro un coche. Sáquenselo y verán cómo podemos cambiar el modelo de movilidad", ha afirmado.
Esta propuesta realizada para La Laguna se puede reproducir en cualquier otro municipio, ha afirmado. "También en Santa Cruz, por ejemplo", asegura. Los resultados, según sostiene el director de la Fundación de Ecología Urbana y Territorial, serían ciudades neutras en carbono, mayor calidad urbana... En definitiva, ganar espacio para el peatón para atacar, así, al cambio climático.
Menos carreteras, más transporte público
Rueda ha realizado estas consideraciones en una ponencia en la que también ha analizado las ventajas del tranvía y del proyecto de llevar el tren a Tenerife. Según los datos que ha expuesto el director de la Fundación de Ecología Urbana y Territorial, antes de que acabe el siglo la temperatura mundial habrá subido entre 1,5 y 7 grados centígrados, pero tal y como van las cosas, cuando se llegue a 3 grados "España será inhabitable".
Pese a esta emergencia y la necesidad de buscar una movilidad sostenible, en Tenerife se están planteando soluciones al tráfico que implican más carreteras y, según Rueda, eso traerá más vehículos y más contaminación a la isla. El problema de estas infraestructuras es que llevan aparejadas indirectamente un crecimiento de las edificaciones, dispersando la población hacia zonas en las que antes, como no había buena conexión, no vivía nadie.
"El tren tendría que estar hecho"
Pero hay una alternativa, sostiene el director de la Fundación de Ecología Urbana y Territorial. "El tren tendría que estar hecho ya, no se entiende cómo no lo está", afirma. Porque el tren, a diferencia de las carreteras, "no genera suburbios ni expansión urbana".
Además, asegura que sería la mejor manera de proteger el entorno natural del noroeste de la isla, pues cerrar una circunvalación ferroviaria entre el norte y el sur de Tenerife por allí evitaría que las carreteras puedan provocar un aumento de las edificaciones y, de esta manera, de la presión sobre el entorno natural.
Guaguas y tranvía
Por otro lado, en la franja desde el valle de la Orotava hasta el área metropolitana de Tenerife, Rueda defiende que es necesaria una combinación de carril Bus-Vao y guaguas express "hasta que esté realizado el tren del norte". En lo que se refiere a las guaguas urbanas, el director de la Fundación de Ecología Urbana y Territorial ha defendido un sistema de paradas cada 300 metros con frecuencias menores a los 10 minutos para que sea apetecible para el ciudadano ir en transporte público y no en vehículo particular.
Este cambio de paradigma conectaría con la propuesta de peatonalizar 2.500 calles en La Laguna, pues contribuiría a "modificar sustancialmente los usos del espacio público". Como ejemplo de esto, Rueda ha sugerido desviar la TF-5 a su paso por el aeropuerto para que lo que actualmente es la autopista se convierta en un gran bulevar que permita conectar las dos zonas separadas de Aguere y llevar el tranvía al aeródromo.